Actualmente el cáncer de piel es uno de los tumores con mayor incidencia en el ser humano por el abuso del sol. Llegado el verano, es frecuente ver cómo muchas personas se tuestan al sol cerca de cuatro o cinco horas si no más. La excusa perfecta es que tienen protección solar máxima, pero esto no es del todo cierto.
El cáncer de piel sin duda es una de las neoplasias más comunes sobre todo el cáncer que más ha aumentado en las últimas décadas por las modas de estar moreno todo el año. Al riesgo del sol le añadimos el de las camas solares que siguen utilizándose a lo largo de los meses para mantener el color bronce que no hacen otra cosa que quemar la piel.
El riesgo de las personas para desarrollar cáncer depende de diversos factores pero son más comunes en las personas rubias o de cabello rojuzo, con múltiples nevus melanocíticos, sensibilidad a la exposición solar y blancas de piel. Estos sujetos tendrán que revisar su piel al menos una vez al año para ver cómo les ha afectado el sol y cómo han crecido o no estos nevus.
Los cánceres de piel, son curables en un 90 % de los casos, pero desde luego, son prevenibles en un 100 %. El no melanoma, se compondrá de un carcinoma basocelular y el melanoma será espinocelular. Si se detectan manchas, nevus que crecen o cambian de color, debe acudir a un dermatólogo para que lo extirpe y valore si tiene o no cáncer. Otros como el melanoma maligno, el adenocarcinoma de las glándulas sebáceas, sarcomas o linfomas pueden dar lugar pero en menor frecuencia y también deben ser valorados como toda mancha que aparezca.
La forma más peligrosa de cáncer cutáneo sin duda se origina en los melanocitos, que son las células que producen el pigmento. Estas se ubican en distintas partes del cuerpo entre ellas, la piel, el iris y el recto. Cuando existe un incremento en la exposición a la luz UV, si además se ha presentado al menos un episodio de quemadura solar intensa en la infancia; si se expone excesivamente al sol durante los meses de verano; si vive cerca del ecuador o en lugares de mayor altitud y por ello, recibe mayor cantidad de UV durante todo el año; si su sistema inmunológico está deprimido, podría ser candidato a tener un tipo de cáncer que es absolutamente prevenible si no se toma el sol; nada, en absoluto, para garantizar que no suceda.
Si además nota un diámetro mayor a 6 m.m. en algún nevus, asimetría, bordes irregulares o un cambio de color, entonces, acuda de forma urgente a un dermatólogo. La cirugía será el tratamiento definitivo para estos melanomas en los estadios tempranos, siempre y cuando se detecten de forma precoz.
La protección solar de las cremas permite aumentar el tiempo de exposición pero no evita, si somos candidatos por tener al menos un factor de riesgo, a tener cáncer de piel en pocos años. Bañarse con camiseta, evitar el sol en las horas centrales del día y situarse vestido en un lugar de sombra, es una garantía que debe considerar. Estar bajo una sombrilla no evita la radiación solar, y estar en el agua, tampoco así como darse crema de protección solar 100 %. No existe crema alguna que impida que los rayos UV penetren en la piel. La opción es sencilla, y los resultados son muy esperanzadores. Si tenemos ese riesgo, no nos expongamos al sol. La otra opción es darnos crema solar de bote para garantizar el bronce durante los meses de verano; nadie lo podrá comprobar, y la piel, estará a salvo de padecer un cáncer de piel; si duda, merece la pena.