La Biblioteca Nacional de Grecia estrenará nueva sede para el próximo otoño. Tras más de un siglo de vida, abandona el emblemático edificio neoclásico que junto a la Academia y la Universidad forman la famosa trilogía neoclásica de la capital griega, para trasladarse a un edificio de última generación diseñado por el reconocido aquitecto Renzo Piano.
El nuevo edificio, propiedad del Centro Cultural Stavros Niarchos (CCSN), comprende la Biblioteca Nacional y la Ópera Nacional de Grecia. La cuenta atrás para la inauguración de la nueva sede ya ha comenzado bajo la dirección de Fílipos Tsimpoglu[1], la Secretaría General de Medios y Comunicación del Gobierno de Grecia.
En el edificio neoclásico de la calle Panepistimíu trabajan a ritmos frenéticos para llevar a cabo la mudanza. La sala de lectura ha sido temporalmente cerrada al público, mientras numerosos profesionales y conservadores en bata blanca y guantes cuidan hasta el último detalle el traslado del valioso acervo de la Biblioteca.
Un total de 76.000 tomos de libros, periódicos y revistas han sido limpiados y equipados con tarjetas identificadoras de seguridad avanzada (sistema RFID), mientras que los 4500 manuscritos reciben cuidados de los expertos para el traslado.
Entre los tesoros de la Biblioteca destaca el enorme archivo de los luchadores de la Independencia de 1821, que comprende 200 000 documentos y una gran colección de mapas geográficos y geológicos pero, también, de contenido histórico-político. Todo ese volumen de material de archivo está sometido a un minucioso procedimiento de conservación y digitalización.
La nueva sede es una construcción 22 000 m2 que combina la tradición con la innovación tecnológica, la conservación con la información y la comunicación, asegurando así que la Biblioteca Nacional pueda responder con eficacia a las nuevas necesidades y desafíos de la era digital.
La entrada a la biblioteca conduce a un espacioso vestíbulo que permite al visitante una orientación visual inmediata a todas las funciones y servicios del edificio. La sala de lectura, completamente acristalada, se encuentra en la parte alta del edificio ofreciendo una vista panorámica fascinante de Atenas y del mar.
La Biblioteca Nacional, desde su nueva sede, aspira a reforzar su papel en el campo de la investigación, extender su enfoque de un centro de investigación exclusivo a un medio público inclusivo, un centro activo de conocimiento e innovación.
Sobre la nueva sede y los nuevos objetivos de la Biblioteca Nacional Fílipos Tsimpoglu señala que debe «ofrecer un marco para la alfabetización informacional, aplicando métodos y enfoques innovadores de aprendizaje que puedan servir de prácticas ejemplares y prototipos para todas las bibliotecas en Grecia».
Definiendo los planes futuros sobre el funcionamiento y las actividades de la Biblioteca Nacional, indica que «el humanismo tecnológico y el diseño centrado en el usuario constituyen valores fundamentales de la nueva sede, máxime en plena era digital».
Tsimpoglu concluye exponiéndonos su visión de futuro para la Biblioteca Nacional: «En un momento de crisis en el que florecen los extremismos, queremos crear un marco idóneo para la síntesis, el análisis y la creación de un nuevo concepto, utilizando los tesoros del pasado para construir un futuro más brillante «.
- Fílipos Tsimpoglu es Doctor en Ciencias de la Información por la Universidad de Iónion y licenciado en Economía por la Universidad de Atenas (1983). Fue Director de la Biblioteca de la Universidad de Chipre y miembro ex-officio del Senado de la Universidad de Chipre de 1999 a 2014. Dirigió tres Departamentos en el Centro Nacional de Documentación de Grecia y en 2008 publicó su libro Colaboraciones entre Bibliotecas: un enfoque sistémico. También ha publicado numerosos artículos para revistas científicas internacionales, libros y conferencias. Desde el año 2014 dirige la Biblioteca Nacional de Grecia y le ha tocado llevar a cabo el proyecto histórico de su traslado al Centro Cultural Stavros Niarchos.
