La Fundéu ofrece claves ante las dudas que surgen a menudo en el uso de artículos y adjetivos con los sustantivos femeninos que empiezan por a tónica.
- Cuando el artículo determinado va inmediatamente antepuesto a un nombre común, este adopta casi siempre la forma el en lugar de la: el águila, el hacha. Esa regla no se aplica si se intercala otro elemento entre el artículo y el nombre, por lo que es la atroz hambre y no el atroz hambre.
- La hache muda, como se comprueba en los ejemplos anteriores, no impide que se adopte la forma el.
- Eso no convierte la palabra en masculina, por lo que los adjetivos y otros elementos siguen concordando en femenino: el aula magna, el arma blanca, con toda el alma, el agua de la que depende el pueblo está contaminada.
- Los plurales conservan la forma las: las águilas, las hachas, las anclas, las armas, las aulas.
- Mantienen el artículo la los nombres de letras (la hache), los de persona (la Ana de la que hablé) y cierto número de voces de reciente incorporación que se refieren a personas (la árbitra, la árabe).
- En los diminutivos de estas voces la a inicial no es tónica, por lo que van precedidas de la (la agüita, la hachita), al igual que en composiciones como la aguanieve.
- Con un, algún y ningún se admiten ambas posibilidades: un acta o una acta, algún acta o alguna acta, ningún hambre o ninguna hambre.
- No alternan en cambio otro, todo, mucho, poco, demasiado…, ni los demostrativos, por lo que lo adecuado es esta ave, toda área, poca agua, otra habla.
- En las siglas, es preferible emplear el artículo que corresponde al desarrollo: la APA, pues es la asociación de padres de alumnos, pero el ALCA, ya que es el Área de Libre Comercio de las Américas.
- Esta regla solo se aplica al artículo que va ante sustantivos, no ante adjetivos, adverbios ni preposiciones: la árida llanura, la agria polémica, la antes ama de casa, la hasta ayer diputada.
- Si la a inicial no es tónica, se siguen las normas generales: aceite es una voz masculina y será el aceite y los aceites, mientras que harina es una voz femenina y será la harina y las harinas. Las palabras azúcar y arte son casos excepcionales de concordancia que presentan diversas peculiaridades.