Aproximadamente 2500 pacientes con cáncer no tendrán en España acceso a los nuevos tratamientos antitumorales a pesar de haber sido aprobados por la Unión Europea, ya que aún no cuentan con financiación pública.
Este ha sido la conclusión demoledora que se ha expuesto en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) que se celebra estos días en Madrid. Más de 23 000 médicos se reúnen para debatir este asunto de vital importancia ya que a pesar de que las decisiones nacionales sobre financiación pública de los 11 países europeos (Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Italia, Holanda, Polonia, Portugal, España, Suecia y Reino Unido) además de Canadá indica que al menos 200 000 pacientes podrían verse afectados por estas restricciones.
“Nuestro grupo de trabajo sobre medicamentos reúne precisamente a representantes de grupos de pacientes, compañías farmacéuticas y sistemas sanitarios nacionales y regionales, así como organismos encargados de la financiación de los medicamentos para trabajar en un sistema de reembolso basado en el valor de cada fármaco y adaptado a las necesidades geográficas de cada país”, ha explicado el doctor Josep Tabernero, presidente electo del ESMO, que a partir de 2018 llevará las riendas de la Sociedad Europea de Oncología Médica.
El caso español es distinto, ya que las decisiones sobre el empleo de nuevos tratamientos recae sobre las comunidades autónomas, aunque, con los datos nacionales en la mano, se sabe que además en algunas regiones las restricciones serán aún mayores. En este informe se plantea que, de acuerdo con los resultados obtenidos, el 34 % de las evaluaciones acabaron con restricciones totales o parciales por parte de los centros públicos. En ese sentido se ha analizado que el PIB tampoco guarda relación con el acceso a los medicamentos, pero sí el análisis que han hecho en la evaluación de coste/efectividad.
El estudio, que justifica el gasto en los últimos diez años, identifica las decisiones de cada país en cuanto al reembolso o financiación pública de esos medicamentos por parte de las autoridades sanitarias, y advierten que las decisiones sobre financiación pública están fragmentadas y tienen como consecuencia restricciones que varían en cada caso, e impiden el uso de medicamentos eficaces que podrían curar a pacientes.
“La llegada de los medicamentos biosimilares en oncología, por ejemplo, que están muy bien regulados por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), va a permitir bajar el precio y ayudará a que más pacientes tengan acceso a los tratamientos”, ha apuntado el doctor Tabernero.
El presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica, Miguel Martín, ha reclamado a las administraciones europeas que garanticen el acceso universal a los fármacos oncológicos que son realmente eficaces, sin distinciones regionales o de otro tipo. Aunque matiza que, a pesar de ello, en España tenemos un acceso moderadamente aceptable, pero podría mejorar por comunidades. Los datos apuntan a que la esperanza de vida en España es cada vez mayor, y la supervivencia también; por lo tanto, los costes sanitarios son mayores y si no se ajusta la organización del sistema de salud español, existirá una desigualdad en el tratamiento del cáncer en toda la población.
A modo de conclusión, los investigadores advierten que aún existen desigualdades en el acceso a las terapias contra el cáncer, y que las decisiones sobre la financiación pública están fragmentadas; por ello tienen como consecuencia restricciones que varían en cada paciente, y eso es del todo injusto.