La Organización de las Naciones para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ha hecho público que 258 millones de menores quedaron sin escolarizar en 2018, cifra que evidencia los escasos avances que se han producido durante un periodo de tiempo superior a una década y la posibilidad de que no se alcancen el Objetivo de Desarrollo Sostenible dedicado a la educación.
La Unesco advirtió este viernes 13 de septiembre de 2018 que, de no tomarse medidas urgentes, doce millones de niños en edad escolar nunca podrán acceder a la educación primaria, y que la cifra de unos 258 millones de niños, adolescentes y jóvenes que no estaban escolarizados en 2018 representa a una sexta parte de la población mundial de niños en edad de asistir al colegio.
La totalidad de estas cifras implica la dificultad de garantizar una educación inclusiva de calidad para todos, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU establecido por la comunidad internacional para el año 2030.
Las proyecciones indican que, de continuar la actual situación, uno de cada seis niños seguirá sin asistir a la escuela primaria y secundaria al finalizar la próxima década, y que sólo seis de cada diez jóvenes terminarán la educación secundaria.
Brecha entre países ricos y pobres
Además, los datos reflejan una considerable distancia entre los niños de seis a once años sin escolarizar en educación primaria en los países de altos ingresos, el 2 %, en relación con el de los menores en las naciones de bajos ingresos, el 19 %.
Una cifra que se incrementa aún más cuando comparamos a los adolescentes ya que alrededor del 61 % de los jóvenes entre quince y diecisiete años no asisten a la escuela en los países de bajos ingresos, en comparación con el 8 % en los países de altos ingresos.
Trato discriminatorio con las niñas
La directora general de la Unesco, Audrey Azulay, denunció en concreto los grandes peajes que han de pagar las niñas en edad escolar.
“De acuerdo con nuestras estimaciones, nueve millones de niñas en edad de asistir a la escuela primaria nunca comenzarán su aprendizaje ni entrarán en un aula, en comparación con unos tres millones de niños. Cuatro de esos nueve millones de niñas viven en el África subsahariana, donde la situación es aún más preocupante. Por lo tanto, debemos seguir centrando nuestras acciones en la educación de las niñas y las mujeres», recomendó.
Por otro lado, la directora del Instituto de Estadística, Silvia Montoya, recordó que únicamente disponemos de poco más de una década para cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible dedicado a la educación de calidad.
“Sólo tenemos once años para cumplir con la promesa de que todos los niños y niñas asistirán a la escuela y aprenderán. Sin embargo, los nuevos datos nos muestran un panorama inalterable y persistente de falta de acceso y calidad deficiente año tras año».
Falta inversión
Montoya destacó que los retos no son imposibles de conseguir ya que pueden solucionarse mediante una combinación de acciones de gran alcance y una mayor financiación: “Para hacer el trabajo necesitamos un compromiso real de cada gobierno y respaldado por recursos».
Aunque el número de niños sin escolarizar pareció haber disminuido en 262 millones durante 2017, la reducción se debe mayoritariamente “a un cambio metodológico en la forma en que se calculan los indicadores”.
La publicación de los datos se produce una semana antes de que la Asamblea General de las Naciones Unidas se reúna para examinar los progresos en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y debatir la financiación necesaria para alcanzarlos.
Los datos aportados por el Instituto de Estadística demuestran la urgente necesidad de adoptar más medidas para lograr la educación universal. Un objetivo que aún, según la Unesco, es factible y puede lograrse “siempre y cuando redoblemos nuestros esfuerzos y recolectemos datos más completos y fiables para supervisar los progresos en el acceso, la finalización y la calidad de la educación”.