Cada 12 de septiembre se celebra el día mundial de acción contra la migraña; una enfermedad que afecta al 12 % de la población, es decir, a cinco millones de españoles, aunque actualmente siga siendo invisible a todas luces.
La Sociedad Española de Neurología (SEN), recuerda que es una enfermedad neurológica tremendamente incapacitante que tiene una alta prevalencia, lo que hace que los pacientes se vean afectados en su día a día y no sean reconocidos como enfermos. Esta enfermedad que continúa siendo infradiagnosticada no está lo suficientemente tratada ni reconocida en las empresas aunque causa bajas entre sus trabajadores.
La migraña, a todos los efectos, es la sexta enfermedad más prevalente en todo el mundo según el estudio de la carga global de las enfermedades (Global Burden of Disease Survey GBD).
Cerca del 80 % de los pacientes que refieren dolores insoportables de cabeza, padecen esta enfermedad entre los 20 y los 40 años (la mayor parte mujeres) que es cuando las crisis son más agudas.
La migraña además, está incluida dentro de las cefaleas y los episodios de dolor duran cerca de cinco horas de media. El comienzo coincide on un dolor intenso a severo, de carácter pulsátil y asociado a náuseas, vómitos, fotofobia y en ocasiones fonología. En algunos pacientes existe una migraña con aura, sin ella, con alteraciones de la expresión o de la comprensión del lenguaje y con una cefalea crónica como punto de partida.
En ese sentido se distingue de la migraña sin aura por la aparición de otros síntomas (aura), que pueden afectar a diferentes sentidos: vista, tacto y/o lenguaje; esta afecta entre un 15 y un 30 % de las personas que sufren migraña. Los síntomas a menudo son previos al dolor y, con menor frecuencia, pueden aparecer durante o tras el dolor.
También existe la migraña menstrual que se relaciona con la bajada brusca de los niveles de estrógenos, que suele producirse justo antes de la menstruación. Suele iniciarse con la primera regla, pero puede mejorar o desaparecer durante el embarazo o la menopausia. Sin embargo, los tratamientos hormonales (píldora anticonceptiva/sustitutivos hormonales) pueden empeorarla.
Realmente acerca de lo infradiagnosticado de la enfermedad podemos decir que el 25 % de los pacientes que sufren migraña nunca han consultado qué es lo que les pasa y menos cómo deben abordarlo. El mero hecho de recomendar tratamientos, de probar medicinas que a alguna persona le hayan ido bien no hace sino demorar la cura transitoriamente ya que los neurólogos acusan que los pacientes no van a consultar sino que son automedicados sine die lo que hace que se cronifique dicha enfermedad.
El origen de la migraña es una combinación de factores ambientales y genéticos ya que algunas familias son especialmente propensas a sufrirla y la genética influye en el tipo de migraña que sufren las personas afectadas.
Algunos estudios científicos han identificado distintas variantes genéticas muy importantes en la multiplicación de las migrañas en una misma familia. Por ejemplo, tres genes mendelianos asociados a la migraña hemipléjica (una forma grave de migraña) y, con mayor relevancia, la herencia poligénica, que supone la intervención de un grupo de genes específicos con diferentes versiones (alelos), que interactúan entre sí para provocar la manifestación de esta enfermedad.
Tener ansiedad, estrés, depresión, dormir poco, padecer cambios ambientales, de olores, de luz, así como mantener una dieta irregular o tomar otros fármacos puede provocar crisis de migrañas que no sucederían si cuidáramos esos hábitos de vida diaria.