Mohamed VI, la imagen del rey de Marruecos en España

El rey marroquí Mohamed VI expresó su decisión de prescindir del actual jefe de Gobierno, Abdelilá Benkirán, del Partido Justicia y Desarrollo (PJD). Tras cinco meses de haberse celebrado las elecciones, algo inédito en la política del país vecino, no se había formado Gobierno y el monarca optará por otro político del PJD para que intente buscar los apoyos necesarios para conseguir un Ejecutivo estable, ya que en Marruecos el sistema electoral y de partidos hace imposible conseguir una mayoría absoluta.

El PJD había obtenido mayoría relativa e incluso había aumentado el número de escaños respecto a los pasados comicios celebrados en 2011 que ya dieron la victoria a los islamistas de Abdelilá Benkirán. No obstante, las alianzas con otros partidos son obligatorias si se quiere tener un Gobierno.

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El rey Mohamed VI junto al ya exjefe de Gobierno, Abdelilá Benkirán y otros miembros del Gobierno.

Existe cierto precedente con lo ocurrido cuando en septiembre de 2002 la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP) con Abderramán Yusufi, quien presidía el Gobierno, ganó las elecciones pero el rey prefirió nombrar a un independiente, Dris Yetú en vez de a un socialista. Por cierto Yetú, era el ministro del Interior marroquí cuando el conocido incidente del Perejil en 2002.

Visto el importante papel jugado por el rey marroquí, lejos de lo que se pueda considerar una monarquía parlamentaria clásica, sería bueno indagar sobre los datos existentes sobre su imagen en nuestro país. Una de las fuentes más fiables en este sentido son los habituales barómetros que hace el Real Instituto Elcano, organismo poco sospechoso sin duda alguna, otra cosa son algunos de sus miembros, pero eso es otra cuestión.

Pues bien, el citado barómetro aborda la figura del rey marroquí, Mohamed VI cuando se hace la puntuación de dignatarios extranjeros, donde aparece tan solo en dos ocasiones. El monarca alauí suspende en ambos claramente, el último con un 3,5 sobre 10, con fecha de hace más de un año, enero de 2016. En el anterior barómetro de abril-mayo de 2015 donde aparecía por primera vez, alcanzaba un 3,4 solo superado en peor percepción por Vladimir Putin con un 2,9, presidente ruso que mejora hasta un 3,5 en enero de 2016, mismo porcentaje que el monarca marroquí que apenas mejora una décima.

No hay nuevos datos en el último barómetro, con fecha de diciembre de 2016 si bien sí hay datos de Marruecos. La percepción sobre el rey marroquí casi coincide con el mismo porcentaje que tienen los españoles sobre su país. Por cierto, en Marruecos es imposible preguntar por la percepción del rey o la monarquía en una encuesta, está prohibido.

En el citado último barómetro del año pasado, Marruecos sigue en el último puesto de los países que figuran encuestados, subiendo tan sólo una décima respecto a hace casi un año, 3,8. Rusia suspende también pero con un 4,5. En enero del año pasado el país magrebí aparecía con un 3,7 figurando en el último lugar de los países encuestados aunque había otros suspensos, Rusia y Corea del Sur alcanzaban un 4,5.

Si se sigue la trayectoria de valoración de Marruecos desde el primer barómetro en que aparece, abril de 2012, nuestro vecino del sur nunca ha aprobado llegando al 4,6 como nota máxima en noviembre de 2012 y un 3,4 en mayo de 2015 como mínima, siendo superado entonces incluso por la monarquía wahabí de Arabia Saudí que alcanzó un 3,5.

Más datos, en el citado barómetro de enero de 2016 se dedicó un apartado concreto a las relaciones de España con Marruecos. Previamente significar que es llamativo que entre las principales amenazas que preocupan a los españoles, figura en séptimo lugar Marruecos con un escaso 7 % pero hay que alertar que es el primer país concreto que se cita por encima de otros como China, Rusia o incluso la colonia de Gibraltar.

En la lista de principales amenazas del exterior, los españoles citaban la crisis económica (42 %), la inmigración irregular (16 %), las decisiones de la Unión Europea (UE) sobre economía (13 %), los refugiados (12 %), el calentamiento global (11 %), el narcotráfico (8 %) siguiendo en séptimo lugar Marruecos (7%).

En el mismo informe y en lo que hace referencia a nuestras relaciones con Marruecos se sitúa en un 6,2 la importancia de las relaciones con el país vecino –que ha crecido en dos años del 4,7 al 6,2- pero la valoración de esas relaciones es de un 5,1 aprobado justísimo.

En lo que se refiere a los aspectos positivos y negativos de la vecindad, significativamente, la inmigración está en el primer lugar en ambos casos. En lo positivo, la colaboración contra la inmigración irregular o la presencia de los inmigrantes marroquíes en España y en el negativo todo lo referido, se supone, a la inmigración irregular hacia España.

Tras la inmigración, lo positivo se centra en las relaciones bilaterales y el comercio y exportaciones mientras que en lo negativo siguen las malas relaciones bilaterales y la falta de cooperación por parte marroquí figurando, detalle importante, en tercer lugar negativo el Sáhara, y en cuarto, la falta de democracia en el país vecino. No aparece, por ejemplo, para nada los enclaves del norte de África, Ceuta y Melilla, como factor positivo y en negativo llega apenas al 1 %

En cuanto a la opinión sobre el Sahara, los últimos datos son de abril de 2015, donde se preguntaba por la posición de España respecto al conflicto del Sáhara, un 58 % manifestaba apoyar la independencia, un 15 % que sea una región de Marruecos y un 27 % no sabe/ no contesta.

Comparando los resultados con los de hace una década, en 2005, había un 72 % a la independencia, un 16 % que sea región marroquí y un 12 % no sabe/ no contesta. No hace falta ser un experto sociólogo para ver que el asunto no está como prioridad entre los españoles pero significativamente sigue existiendo una clara mayoría que apoyan la autodeterminación saharaui, sin embargo, en diez años la postura marroquí –a pesar de la infantería mediática y el lobby proSahara marroquí existente en español, pagado con dírhams- no sólo no se mantiene sino que disminuye un punto.

Por último, en caso contrario, el Barómetro imagen de España en el exterior de mayo-junio de 2016, refleja que Marruecos era el país que daba una puntuación más baja a nuestro país, 5,9 una décima más que el anterior, de enero de 2015. No obstante, este aprobado está lejos de los otros nueve países que nos puntúan más ya que el estudio se refería a la percepción exterior de nuestro país.

En dicho barómetro hay un aspecto específico sobre las relaciones con Marruecos, donde se deduce que España es percibida como un país con poca semejanza con el vecino. Un 50 % de marroquíes los ve diferentes, un 15 % muy diferentes y tan solo un 32 % parecidos y un 3 % muy parecidos.

Por otra parte, algo más de la mitad de los entrevistados, un 53 % cree que su país tardará menos de 20 años en conseguir el nivel de vida de España. Teniendo en cuenta que en la actualidad la renta per capita (a igualdad de poder adquisitivo) en España multiplica por 4,4 la de Marruecos, esta expectativa de igualar a España en menos de 20 años muestra un claro optimismo. Un tercio de los marroquíes entrevistados cree que Marruecos tardará mucho más de 20 años en alcanzar el nivel de vida español y un 12 % cree que no lo logrará nunca.

Por último, existe un estudio de noviembre de 2016 del Instituto Elcano sobre ‘Las elecciones legislativas marroquíes de 2016’, en el que además de mencionar bastantes obviedades se cita el escándalo aparecido antes de la fecha electoral con «la venta de parcelas de dominio público en Rabat a precios ventajosos a funcionarios del Estado (a Laftit, wali de Rabat; Hassad, ministro del Interior; y Boussaid, ministro de Finanzas) y a políticos de la actual Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP)» citando a Habib Malki –hoy presidente del Parlamento- y Driss Lachgar –actual primer secretario de la USFP-. Es muy curioso el sonrojante olvido, intencionado sin duda alguna, en este listado del actual embajador de Marruecos en España, Mohamed Fadel Benyaich.

Jesús Cabaleiro Larrán
Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona, rama Periodismo con cursos de doctorado, estudios sobre Marruecos contemporáneo y el Sáhara Occidental. Más de 35 años de periodismo, la mayoría en prensa escrita, ha trabajado a ambas orillas del Estrecho de Gibraltar, casi 13 años en el extinto diario El Faro Información, en Algeciras, donde empezó de redactor y del que fue su último director y en Tánger dos años en un diario digital. Además ha participado en la mayoría de los Congresos de Periodistas del Estrecho desde el inicial en 1993 hasta 2019. Titulado en ajedrez por la UAH y UNED. Amante de Portugal. Ha publicado un libro, ‘Artículos periodísticos. Apuntes para la historia de la prensa de Algeciras’.

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