Un panorama cada vez más hostil
Entrar en Estados Unidos nunca ha sido un trámite sencillo para los profesionales de la información, pero la situación se ha complicado notablemente tras la publicación del último asesoramiento de seguridad del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).
El documento alerta de un endurecimiento de los controles fronterizos, mayores interrogatorios y un uso intensivo del registro de dispositivos electrónicos que puede poner en riesgo la confidencialidad de las fuentes y, en consecuencia, la calidad democrática de la información que reciben los ciudadanos.
Un nuevo veto migratorio y nacionalidades bajo lupa
La Administración Trump reactivó el 9 de junio de 2025 un veto migratorio que prohíbe la entrada a nacionales de doce países —entre ellos Afganistán, Irán, Somalia o Yemen— y restringe varias categorías de visado para otros siete, como Cuba, Laos o Venezuela.
Aunque los periodistas con pasaporte español no están afectados de forma directa, quienes tengan doble nacionalidad o hayan viajado a esos destinos pueden soportar controles adicionales e, incluso, la denegación de entrada «a discreción del agente» de aduanas.
Por qué debería importarle al periodismo europeo
Los controles no distinguen entre visitantes de ocio y enviados especiales. De hecho, el CPJ advierte que los profesionales que cubren temas «políticamente sensibles» para la Casa Blanca —migración, seguridad interior o comunidades musulmanas— son más proclives a sufrir interrogatorios prolongados y a que se les exija el acceso a portátiles o teléfonos.
El registro de dispositivos, al alza
Según las estadísticas oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), en el año fiscal 2024 se realizaron 47.047 registros de aparatos electrónicos, un 0,3 por ciento de las inspecciones secundarias y la cifra más alta desde que existen datos públicos.
Buena parte de esas búsquedas se practicó a ciudadanos no estadounidenses, pero 10.541 afectaron a residentes o nacionales del país, lo que demuestra la amplitud del poder discrecional de los agentes.
Dos modalidades de registro
- Básico: inspección manual del contenido visible en el dispositivo.
- Avanzado: copia forense del disco duro sin necesidad de orden judicial, siempre que el agente declare «sospecha razonable».
Negarse a desbloquear el terminal puede derivar en confiscación, retrasos de varias horas y, en el caso de los no ciudadanos, la revocación del visado o la expulsión inmediata, explica el Washington Post.
Interrogatorios más largos y preguntas intrusivas
El CPJ documenta un aumento de entrevistas en sala secundaria donde se indaga sobre afiliaciones políticas, cobertura de protestas o críticas al Gobierno estadounidense.
«Hemos detectado un pico de preocupación entre los reporteros que necesitan cruzar la frontera norteamericana», explica la responsable interina de Emergencias del CPJ, Catalina Cortés. «Nuestro asesoramiento pretende que lleguen preparados y seguros».
Impacto en la protección de fuentes
Que un reportero entregue su móvil desbloqueado no solo expone borradores y materiales inéditos; también deja al descubierto agendas de contactos, conversaciones cifradas y metadatos que permiten trazar redes de confidenciales.
Para quienes trabajan en derechos humanos o investigación de abusos, ese daño puede ser irreparable.
Antes de viajar: prevención y autoauditoría
- Evalúe la necesidad del desplazamiento. Pregúntese si la cobertura puede hacerse a distancia o a través de un colaborador local.
- Revise su pasaporte y visado. EEUU exige que el pasaporte tenga más de seis meses de vigencia y, en el caso de la exención, recomienda tramitarla con margen por posibles demoras adicionales.
- Limpie y cifre sus dispositivos. Active el cifrado integral, desconecte la autenticación biométrica y elimine datos sensibles que no sean imprescindibles.
- Prepare mensajes de contingencia. Lleve los teléfonos de un abogado migratorio y de organizaciones de apoyo —CPJ, Article 19, Reporteros Sin Fronteras— anotados en papel por si le retiran el móvil.
- Diseñe un plan de check-in. Informe a su redacción o a personas de confianza de cada etapa del viaje y acuerde palabras clave para señalar problemas.
Durante el cruce fronterizo
Mantenga la calma y la cortesía. El Washington Post recuerda que mentir puede constituir delito federal y que oponerse frontalmente al registro suele empeorar el escenario.
Los ciudadanos españoles pueden solicitar hablar con su consulado, pero la autoridad fronteriza no está obligada a facilitar el contacto de inmediato.
Estrategia ante el registro
- Declararse periodista y mostrar credenciales. No garantizan trato preferente, pero ayudan a contextualizar el material profesional.
- Solicitar que el procedimiento quede documentado. Aunque el agente no acepte grabaciones, pedir un número de referencia genera rastro burocrático.
- Anotar nombres y horarios. Ante un posible recurso judicial, cada dato cuenta.
Después de la entrada: riesgos internos
Ya dentro del país, el CPJ señala que la vigilancia continúa. Coberturas de protestas pueden acabar con detenciones y cargos por «desorden público», mientras que publicaciones críticas en redes han motivado revocaciones de visado en casos recientes.
Mantener una copia cifrada de los originales fuera de EEUU y usar tarjetas SIM locales puede reducir la exposición.
Recursos y solidaridad profesional
- Asesoría inmediata: emergencies@cpj.org responde a peticiones urgentes de asistencia —aunque prioriza situaciones de riesgo físico— y ofrece derivaciones legales.
- Guías prácticas: el «Digital Safety Checklist» del CPJ, actualizado en abril 2025, detalla paso a paso cómo preparar un portátil o un teléfono para superar la frontera sin comprometer fuentes.
- Apoyo colectivo: sindicatos de prensa, federaciones de periodistas y oenegés pueden emitir cartas de misión que respalden la presencia del reportero y servir de interlocutores en caso de incidentes.
Conclusión
La combinación de un veto migratorio ampliado, el incremento de registros electrónicos y la potestad casi ilimitada de la CBP dibuja un escenario incierto para la prensa extranjera en Estados Unidos.
Anticiparse, blindar la información y conocer los propios derechos se han convertido en herramientas tan esenciales como la libreta o la cámara.
En palabras de Catalina Cortés, «la mejor crónica empieza ahora mucho antes de despegar: en la evaluación de riesgos y la protección de nuestra seguridad digital».



