Después del agua y el café, el té es la tercera bebida más popular del planeta. Según una leyenda popular china, el té fue descubierto por el emperador Shen Nung, quien había ordenado que toda el agua para beber, debería ser hervida.
Un día, en que estaba descansando al pié de un árbol, mientras hervía el agua, el viento hizo que unas hojas cayeran dentro del agua hirviendo. La infusión tomó un aroma agradable, que hizo que el monarca se tentara a probarla, y fue cautivado al instante.
Desde aquella época, a la actualidad, el té se ha convertido en una bebida noble y espirituosa. Es consumida por todas las clases sociales y conquista hasta los paladares más exquisitos. Es muy simple conseguir cualquiera de los tipos de té en una tienda de té online. Se han escrito libros con las técnicas para su preparación, su elaboración y cultivo, y sus exquisitas variedades.
Los diferentes tipos de té
Los principales países productores de las variedades de té son China, Japón y Ceilán. Existen diferentes tipos de té, entre los que se hallan los más exquisitos como son:
- té verde
- té negro
- té azul u oolong
- té rojo o pu-erh
- té amarillo
- té blanco
Características de las principales variedades de té
La planta del té, Camellia Sinensis, es cultivada en más de sesenta países en todo el mundo. Se utilizan los brotes y las hojas jóvenes, que una vez recolectados, son procesados para convertirlos en cualquiera de las seis diferentes clases de té.
Las etapas de producción y el orden de cada una de ellas, determina a qué variedad pertenece. La etapa que más define el resultado es la de oxidación con calor de los brotes y las hojas. Según la cantidad de grados a la que son sometidos será la variedad obtenida. En todas las variedades, los pasos se realizan artesanalmente, como si las hojas de té fueran verdaderas obras de arte.
Té Verde
Es elaborado con hojas verdes, sin oxidación. Es muy apreciado por sus contenidos antioxidantes, sus hojas se secan y son fragmentadas rápidamente luego de la recolección.
Para la elaboración del té verde, luego de la cosecha, se empapa y se seca sobre el fuego. De esta manera se detiene la oxidación enzimática, conservando tanto el color como el sabor.
Luego se le dá a la hoja una forma plana, arqueada o redonda, para favorecer el desarrollo del sabor. Por último, se seca y se embala con cuidado, para mantener las frágiles hojas enteras y frescas.
Presenta un sabor más fresco que las otras variedades, y aporta múltiples y reconocidas propiedades saludables. Su coste es elevado, pero además de su sabor exquisito, su potente acción antioxidante hace que sea uno de los más elegidos.
Té Negro
Se le conoce en Asia como té rojo, de completa oxidación. En su producción, las hojas se marchitan y oxidan completamente, durante un período corto para que el agua se evapore.
Luego, las hojas se enrollan o cortan, para que sus jugos expuestos al oxígeno se oxiden. Cambian de color, del verde pasan al marrón oscuro, y se secan en hornos para eliminar totalmente la humedad en las hojas y detener la oxidación adicional. Su sabor es intenso, complejo y algo astringente. El tamaño de las hojas, determinan la graduación del té negro.
Té Azul u Oolong
Tiene un grado de oxidación intermedio entre el té verde y el té negro. Durante el proceso, la oxidación es parcial; entre el 8 y el 80 por ciento, y así se hacen variedades que pueden ser más parecidas al té verde o al té negro.
Para su producción se utilizan las hojas más maduras, que se comienzan a recoger hacia finales de primavera. Las hojas se magullan ligeramente para una ligera oxidación, y para detener ésta, se las procesa mediante calor.
Este tipo de té contiene una gran cantidad de minerales y antioxidantes naturales. Tiene tonalidades verdes, con menos grado de oxidación, y oscuras, con más grados de oxidación.
Té Rojo o Pu-erh
En Asia es conocido como té negro, y es mucho más oscuro que el té negro europeo. Su color, parecido al del café, es producto de su post-fermentación en barricas de roble, como se hace con el vino.
Hay dos tipos de Pu-erh, producidos de diferente forma, el pu-erh maduro y el crudo. En un principio, las hojas se marchitan y se fríen como en el caso del té verde, para los dos tipos de pu-erh, pero a más bajas temperaturas.
De esta manera, las hojas no llegan a fijarse, y durante el sacado comienzan a oxidarse lentamente. Este es el pu-erh crudo, también llamado maocha, que cambia del color verde al marrón verdoso. Luego se cuece en latas cilíndricas con orificios para que salga el vapor, y se coloca en bolsas de lino o algodón. Después se seca y almacena bajo condiciones de temperatura y humedad controladas y se lo deja madurar durante años, incluso décadas.
Para elaborar el Pu-erh maduro o Shu, el maocha se mezcla con agua, se cubre y almacena en un lugar cálido y húmedo durante varios meses, siendo periódicamente removido. Luego, se seca y se comprime igual que se hace con el crudo.
Té Amarillo
Se elabora casi igual que el verde, pero se envuelve luego de la fijación para hacerlo más suave. Se fríe más tiempo que el té verde, pero a una temperatura inferior, y debido a esto, toma un color amarillo. Cuando aún está húmedo se envuelve en un papel especial, que lo hace aún más amarillo.
En su envoltura tiene un proceso de fermentación como los tés oscuros, pero más ligera, lo que favorece la digestión. Es un té difícil de procesar, y pertenece a los exclusivos y de precio más elevado.
Té Blanco
Es el que menos proceso tiene en su elaboración, donde se utilizan capullos cerrados y hojas jóvenes recogidas manualmente para que no se oxiden. Sus hojas no se enrollan ni se fríen como los otros tés, y tiene casi los mismos efectos beneficiosos que las hojas que están en la planta.
Todas las variedades son exquisitas y cada una tiene su encanto. Vale la pena probarlos a todos.
