Las áreas tribales de Pakistán liberadas de talibanes

Tras la expulsión del Talibán de Kabul por las fuerzas estadounidenses en 2001, sus combatientes se refugiaron en Pakistán y, a los pocos años, pasaron a controlar los siete distritos de las fronterizas Áreas Tribales bajo Administración Federal. Pero eso ya es historia, informa Ashfaq Yusufzai (IPS) desde Peshawar.

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Malala Yousafzai, estudiante paquistaní atacada por el talibán por acudir a la escuela

Una operación del ejército pakistaní resultó letal para los talibanes que dominaron vasta zonas de las Áreas Tribales bajo Administración Federal (Fata, en inglés) durante una década caracterizada por ataques contra centros de enseñanza, pues se oponían a la educación, en especial de las niñas, por considerarlo contra el islam.

«El Talibán destruyó más de 750 escuelas, la mayoría de niñas, en las áreas tribales y en (esta vecina provincia de) Jiber Pajtunjwa entre 2005 y 2012», detalló Jaffar Ahmed, del departamento de educación de Fata.

No hubo más episodios violentos contra escuelas tras la campaña que lanzó el ejército a principios de 2015, que terminó por expulsar a los talibanes de las Fata e hizo que perdieran la capacidad de operar que tenían antes.

La operación militar comenzó tras el ataque contra una escuela pública del ejército, en diciembre de 2014, en que murieron 150 personas, la mayoría internos.

La campaña del ejército forma parte del Plan de Acción Nacional, aprobado por todos los partidos políticos, que eliminó a los insurgentes en casi 95 por ciento de las áreas tribales.

«La crueldad del Talibán obligó a la gente a huir en busca de seguridad. Ahora, las personas desplazadas comenzaron a regresar», indicó Mahmood Shah, exsecretario de seguridad de Fata.

Unos tres millones de personas se refugiaron de forma temporal en la vecina Jiber Pajtunjwa, una de las cuatro provincias de Pakistán, 500.000 de las cuales regresaron con la vuelta a la normalidad en las Fata.

«Suspiramos aliviados que haya terminado la crueldad del Talibán. Estamos impactados con el anuncio del gobierno sobre nuestro retorno», confesó Muhammad Shabbir, residente de la agencia de Jiber, uno de los distritos de Fata: «Dejamos nuestra tierra cuando el Talibán destruyó las escuelas y prohibió la vacuna contra la poliomielitis», explicó.

El Talibán se oponía a la inmunización y llevó adelante varias campañas contra los voluntarios que vacunaban en las áreas tribales. También sostenía que la educación atentaba contra el islam y pretendió prohibirla.

Shabbir espera que las niñas y los niños regresen pronto a la escuela. También se reanudaron las inmunizaciones para protegerlos de las enfermedades.

El 5 de febrero, los comerciantes reanudaron sus actividades en Bara Bazaar, en la agencia Jiber, tras siete años de interrupción. El mercado fue clausurado por la creciente actividad insurgente, que obligó a la gente a cerrar sus negocios y a buscar refugio en otros lugares.

«Despejamos el área de insurgentes e hicimos complejos arreglos para garantizar la seguridad del mercado», confirmó a IPS el agente de policía Shahab Ali Shah.

Se registra exhaustivamente a toda persona que entra y sale del mercado, que abre a las ocho de la mañana y cierra a las seis de la tarde, para prevenir atentados terroristas, detalló. También se instalaron cámaras de seguridad en seis lugares para controlar el movimiento de la gente, añadió.

Los comerciantes están emocionados con el reinicio de la actividad comercial: «Sufrimos grandes pérdidas económicas por el terrorismo y queremos una paz total. Todos los comerciantes se comprometieron con el gobierno a no hacer donaciones a los insurgentes», indicó el dirigente de los comerciantes Abdul Jabbar.

«También le pedimos al gobierno préstamos blandos para reanudar nuestros negocios. Nos urge ayuda económica para reparar nuestros comercios y comenzar de nuevo», acotó. «Alrededor de 70 por ciento de las tiendas del mercado están en malas condiciones», precisó.

Las autoridades también comenzaron los trabajos de reparación y reconstrucción de las escuelas dañadas por el Talibán: «Jiber Pajtunjwa reconstruyó 200 de las 250 escuelas destruidas», dijo a IPS el ministro de Educación, Atif Jan.

También se crearon «comités comunitarios para proteger a las escuelas. Hay unos 15.000 guardianes capacitados en seguridad para hacer frente a la situación», añadió.

Según el director de Educación de Fata, Muhammad Nadim, «unos 400 estudiantes perdieron clases, y ahora se realizan esfuerzos para que regresen quienes permanecieron fuera de las escuelas».

«No habrán vacaciones de verano en las escuelas abiertas tras la campaña militar para que los estudiantes recuperen las clases», explicó. Estos no solo regresan a las aulas, sino que también practican diferentes deportes, precisó.

«Le pedimos al ejército que continúe la campaña hasta erradicar a los talibanes y lograr una paz duradera», comentó Jawad Shah, un estudiante del grado 10 de una escuela de Waziristán del Norte, hasta ahora la base del Talibán en Fata.

  • Traducido por Verónica Firme
  • Publicado inicialmente en IPS Noticias

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