Existencias, reservas o mercancías almacenadas o en depósito, entre otras, son alternativas en español al anglicismo stock, tal como indica el Diccionario panhispánico de dudas.
Sin embargo, en los medios de comunicación es habitual encontrar frases con la voz inglesa, a menudo incluso sin cursiva ni comillas: «La opción de incrementar el stock y así obtener un mayor margen es bastante complicada», «El pan a diez pesos hasta agotar el stock» o «El mercado inmobiliario tardará años en absorber el stock de viviendas existente».
La Academia, que venía recogiendo la voz stock en su Diccionario académico como extranjerismo crudo, proyecta suprimirla en su vigesimotercera edición.
En este sentido, Fundéu recuerda que esta voz inglesa puede equivaler en español, según el contexto, a existencias, reservas, provisiones, surtido, mercancías almacenadas o en depósito, excedente, inventario o, en lugar de stock de viviendas, viviendas/pisos en venta o disponibles.
Así pues, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir «La opción de incrementar las existencias y así obtener un mayor margen es bastante complicada», «El pan a diez pesos hasta agotar existencias» o «El mercado inmobiliario tardará años en absorber las viviendas disponibles».
En caso, no obstante, de optar por el extranjerismo, lo apropiado es emplear la cursiva o, si no se dispone de este tipo de letra, entre comillas.
Por otra parte, en ocasiones se emplea stockaje o estocaje: «Se generan residuos (abandono de la mercancía, problemas en la aduana, roturas en el stockaje o en las entregas…)» o «Los comerciantes se agarran a un buen inicio de rebajas para vender el estocaje», donde lo apropiado habría sido escribir «… roturas en el almacenamiento…» y «… para vender las reservas…».
Por último, las construcciones inglesas to be in stock y to be out of stock corresponden a las españolas ‘estar en existencia’ (o ‘en almacén’) y ‘estar agotado’.
Con el término «stock» se está generando un préstamo lingüístico del inglés al español. Es más breve de escribir y prácticamente todos conocen sus acepciones asociadas al español. La «economía lingüística» también influye en la evolución del habla y la lengua.