Si mal no recuerdo, el primer número de El viejo topo -¿dónde habra quedado?- se abría con un artículo de Paco Fernández Buey titulado «Los herederos de Marx». Se publicó en 1976 y el precio del ejemplar era de 75 pesetas. Eso quiere decir que con el número que acaba de aparecer este mes, que hace el 336 de la revista, El viejo topo cumple cuarenta años y que su actual director Miguel Riera, por lo tanto -quien fue además uno de sus tres fundadores-, no se puede sustraer a dar constancia de ello en El sermón.
Lo hace, eso sí, con un proyecto renovador que se inicia este mismo mes de enero y que tiene por objetivo acercarse con más diligencia a la actualidad más inmediata. Esto se pretende desde elviejotopo.com, con su sección Topo Express, que no pretenderá competir con otros medios ni otra prensa virtual, pero sí incitar a la reflexión sobre aquellos hechos más relevantes. Si lo hace tal como lo ha hecho la revista hasta ahora, estaremos al tanto. A esa se unirá otra sección, La Comuna, en la que los lectores podrán participar en debates y encontrar la bibliografía que en cada caso corresponda. Bienvenida sea, pues, esta nueva vertiente de una de las publicaciones más interesantes que se difunden hoy día en nuestro país.
El número de enero de El viejo topo ofrece un artículo más de Eduardo Luque sobre la evolución de la guerra en Siria, con nuevos datos acerca de la secreta intencionalidad con la que Occidente y sus aliados han manejado el conflicto. El autor califica el comportamiento de la OTAN de gansteril, asegurando que la emboscada que acabó con el bombardero ruso el 24 de noviembre fue planificada en las instalaciones del Centro de Operaciones Combinadas de Torrejón de Ardoz.
Higinio Polo analiza la formidable exposición inaugurada en Barcelona con material procedente del Arxiu Fotogràfic de esa ciudad y del que es autor Carlos Pérez de Rozas. Toda una crónica gráfica de Barcelona desde los años de la segunda República hasta 1954,año en que falleció el fotógrafo, con imágenes en muchos casos desconocidas y en algunos otros impactantes. Según Polo, la indudable calidad de las fotografías de Pérez de Rozas y sus novedosos puntos de vista entroncan con lo mejor del fotoperiodismo moderno.
Como adelanto editorial, es de resaltar el del libro de Joan Ramon Sanchis ¿Es posible un mundo sin bancos?, del que se ofrece un capítulo, y que este mismo mes estará en las librerías. El catedrático de la Universidad de Valencia pretende dar a conocer las diferentes alternativas que desde las llamadas finanzas éticas y solidarias están surgiendo. En el adelanto que se nos ofrece, el autor incide en la desaparición de la banca social y de proximidad en España, mientras que en países como Alemania, Francia, Holanda, Austria o Italia esa banca tiene del orden del 20 o el 30 por ciento de los depósitos y de los créditos del sistema. Está formada por cajas de ahorro y bancos cooperativos, que aquí han casi desparecido. Esto ha ocasionado una política contraria a los intereses de los ciudadanos y de las pequeñas y medianas empresas, al revés de lo que ocurre en los países de nuestro entorno, donde la banca de proximidad no solo se mantiene sino que es potenciada por los respectivos gobiernos.
Lo más interesante de este número de El viejo topo es sin duda la larga entrevista que Marta Roca sostiene con Enrique Santiago, asesor jurídico de las FARC en las Conversaciones de La Habana, por invitación y auspicio del gobierno noruego. En la interviú se destaca la necesidad de las partes dialogantes de acabar con un dilatado conflicto armado, que dura ya medio siglo, y que ninguna de ellas está en condiciones de ganar. En Colombia no hay duda acerca de quiénes han sido los responsables de la victimización masiva, ni tampoco de quiénes han disfrutado de la impunidad. El informe Basta ya, elaborado por una institución del Estado, señala que el 80 por ciento de esa victimización corresponde al Estado y a los paramilitares, y únicamente un 10 por ciento es atribuible a organizaciones guerrilleras.
Un artículo de Samir Amin sobre El imperialismo contemporáneo y otro de Pere Alberó sobre dos festivales de cine independiente, el de Salónica y L’Alternativa en Barcelona, completan lo más substancuial del sumario de la revista, que nos ofrece en su sección de libros dos que habrá que leer por lo bien que los pone López Arnal: la novela Lloro por King Kong, de Pablo Sorozábal, y Neruda, el príncipe de los poetas, una voluminosa biografía de Mario Amorós, con un último capítulo sin resolver: el posible asesinato del poeta chileno por la dictadura de Pinochet.