Estamos acercándonos al asteroide 2024 YRA como ya les contaba la semana pasada en la misión de exploración para determinar su trayectoria y si ésta supone una amenaza real para nuestro frágil planeta.
Mientras viajamos hacia el objeto queda tiempo para leer o reflexionar, pasear por nuestros bosques virtuales o escuchar música, ver alguna película o serie de televisión. O conversar para no perder la costumbre de un hábito tan saludable.

Me ha dado por continuar con la lectura de los relatos y poemas contenidos en un hermoso y delicado libro que el Comité Editorial del Hospital Puerta de Hierro de Madrid ha coordinado con motivo de la celebración del sesenta aniversario de dicho hospital. Se ha editado en Círculo Rojo Editorial con el título Bajo el mismo cielo con distintas lunas (Antología de relatos y poesías, Montserrat Solís Muñoz, coordinadora)
A dicho Comité le pareció una buena idea convocar un concurso de relatos y poesías que fomentará la participación entre pacientes, familiares, trabajadores y amigos vinculados con el hospital para que contaran sus vivencias y experiencias, sus vínculos con su centro sanitario.
La respuesta fue magnífica, mejor de la esperada. En total se presentaron noventa y siete relatos y poesías que trataban las diferentes experiencias vividas, ya pueden imaginar la carga de emotividad que llevan algunos de estos textos.
El libro se estructura en cuatro partes; la primera recoge los mejores relatos; la segunda, las mejores poesías; la tercera con la sección Poesía Terapéutica, con obras que son el resultado de un precioso proyecto en el que los adolescentes ingresados en la Unidad de Psiquiatría dan rienda suelta a su creatividad a través de su poemas, como se dice en el prólogo; en la última parte del libro se ha destinado un espacio Entre Amigos para que los miembros del Comité, familiares o amigos pudieran aportar alguna obra adicional.
El libro no deja de ser un homenaje y un tributo al Hospital Puerta de Hierro por todo lo que significa dentro del sistema de la Sanidad Pública en España, es un hospital de referencia en asistencia, docencia e investigación gracias a todo el personal sanitario que ha ido pasando por él a lo largo de estos años. Bien merecido el homenaje.
Los relatos y poemas te mantienen con el corazón encogido en muchas ocasiones, dada la gran carga emotiva que tienen por las vivencias que los participantes trasladan desde sus distintos puntos de vista, pacientes, familiares, profesionales de la sanidad que tratan las patologías de esas personas que se identifican con un 28/, pero que saben que hay una persona detrás de esa codificación.
Son relatos que emocionan, escritos desde el corazón pero de indudable valor literario, porque están muy bien escritos, pero también porque trasladan experiencias vividas y de eso va la literatura, de lo que vivimos y sentimos, de lo que pensamos en situaciones complicadas, de lo que imaginamos. Dar voz a quienes sufren la enfermedad desde cualquier implicación ya sea enfermos, familiares o profesionales es un gran acierto porque humaniza todo el sistema hospitalario.
El doctor Arturo José Ramos Martín-Vegué, jefe de Admisión y Documentación Clínica en este hospital, tuvo el detalle de invitarme a participar en dicho proyecto al que me presté con todo mi agradecimiento.
El relato cuenta mi experiencia con la enfermedad crónica que me viene acompañando desde que tenía veinte años, ha sido un largo viaje con ella y lo que traté de transmitir fue un poco de esperanza para cuando las cosas vienen mal dadas.
Traté de contar mis errores a la hora de abordar la enfermedad como dejar los tratamientos o no ser estricto, o buscar en las medicinas alternativas como la homeopatía soluciones que me provocaron un grave retroceso y casi me cuesta la vida, o el exceso de responsabilidad en los compromisos sociales.
Traté de trasladar, en fin, mi agradecimiento a la Sanidad Pública, nuestro mayor tesoro, y traté también de que fuera un alegato en su defensa, está en grave peligro por las decisiones políticas que se están tomando y que la están deteriorando gravemente.
Mi agradecimiento lo extiendo a los profesionales que me tratan y me cuidan, y en especial, perdonen que lo personalice en ella, a mi doctora, Begoña Casis Herce, del Servicio de Digestivo del Hospital Doce de Octubre de Madrid.
Ella me acompaña desde hace más de veinte años, su profesionalidad, sus conocimientos clínicos, su conciencia humanista, el compromiso con sus pacientes, su capacidad de trabajo y entrega hacen que ella sea uno de los mejores ejemplos de profesionales de nuestro sistema sanitario.
Nunca le estaré lo suficientemente agradecido, ella consiguió que atravesara el túnel en el que me perdí. Ahora es el momento de mostrarle mi reconocimiento, de darle ánimos y que sienta que sus pacientes siempre estaremos a su lado.