Los expertos en inteligencia artificial del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) de Estados Unidos son los que dieron forma al ajedrez informático. Además, disponen actualmente de su propio club.
Desde principios del siglo veinte, científicos y jugadores de ajedrez de todo el mundo soñaron con una máquina para jugar al ajedrez. Tras unos intentos iniciales, en 1951, el científico y pionero informático inglés, Dietrich Prinz (1903-1989) creó con éxito una máquina, pero no era lo suficientemente poderosa como para jugar una partida completa.
Luego, en 1958, un programador de IBM desarrolló una máquina para jugar al ajedrez mucho más fuerte, pero los jugadores noveles aún podían vencerla fácilmente.
La primera computadora que jugó al ajedrez «de manera convincente» fue el programa Kotok-McCarthy, desarrollado por estudiantes del MIT, entre 1959 y 1962.
Los estudiantes trabajaron con un prominente científico informático y cognitivo del MIT, John McCarthy (1927-2011).
En 1966, el programa para la computadora IBM7090, Kotok-McCarthy participó y perdió en la primera partida de ajedrez entre dos máquinas, en Rusia, ante la M-2 del Instituto de Física Teórica y Experimental (ITEP) de Moscú. En total, perdió dos e hizo dos tablas.
El profesor emérito del MIT Claude Elwood Shannon (1916-2001), conocido como el padre de la teoría de la información y las comunicaciones digitales modernas, fue un ávido jugador de ajedrez. En 1949 ya publicó un estudio donde se considera la estimación de su complejidad, lo que se llamó el árbol del juego del ajedrez.
Basó su cálculo en una aproximación lógica de que cada juego tiene un promedio de cuarenta movimientos y a su vez, cada jugador elige entre treinta movimientos posibles. Eso hace el total de juegos posibles. Este número se conoce como ‘el número de Shannon’.
Ese mismo año presenta un documento titulado ‘Programación de una computadora para jugar al ajedrez’ publicado en 1950 y considerado uno de los primeros artículos pioneros sobre el tema. Así, finalmente construyó una computadora para jugar al ajedrez. Durante un viaje a Rusia en 1965, desafió al entonces campeón mundial, Mijail Botvinnik (1911-1995), a una partida. Perdió en 42 movimientos, pero fue considerada una excelente actuación.
El primer programa de ajedrez en tener nivel y en ganar durante un torneo contra un humano, también fue desarrollado en el MIT. El Mac Hack, como se llamó el programa, considerado como el inicio del ajedrez informático, fue escrito por el programador informático Richard Greenblatt, actualmente de 76 años, quien fue nombrado miembro de honor de la Federación de Ajedrez de Estados Unidos.
Como estudiante del MIT y jugador de ajedrez, publicó su trabajo en un artículo en 1967 titulado ‘El programa de ajedrez de Greenblatt’. En 1977, Bobby Fischer (1943-2008) jugó tres partidas contra Mac Hack y las ganó todas.
Hubert Dreyfus (1929-2007), un destacado profesor de filosofía del MIT, ya había notado anteriormente las deficiencias de las máquinas de jugar al ajedrez, «no jugarán con alta calidad» pero posteriormente perdió contra el citado Mac Hack de Greenblatt.
Pero el momento culminante llega en 1996, con el primer enfrentamiento de una máquina de IBM, Deep Blue, contra el entonces campeón mundial, Gari Kasparov, en lo que se denominó ‘El hombre contra la máquina’. Entonces ganó tres partidas, hizo tablas en dos y perdió en una.
Pero al año siguiente, 1997, en la revancha la supercomputadora Deep Blue se convirtió en la primera computadora en vencer a un campeón mundial. La máquina ganó dos partidas, entre ellas la última y definitiva, perdió una e hizo tres tablas.
Ahora, la inteligencia artificial puede jugar mejor que la gran mayoría de los humanos. Mientras, las plataformas de ajedrez en línea son ahora extremadamente populares en todo el mundo, lo que permite a todos los ajedrecistas, profesionales y aficionados, conectarse en todo el mundo y también practicar contra la inteligencia artificial, lo que ha sido muy útil en medio de la pandemia de la COVID-19 para la propagación del noble juego.
Club de ajedrez del MIT
Por otra parte, el Instituto de Tecnología de Massachusetts cuenta con su propio club de ajedrez, el MIT Chess Club que tiene entre sus filas a varios cientos de miembros de la actual comunidad estudiantil. Muchos jóvenes asisten constantemente a las reuniones semanales del club, los viernes por la tarde, actualmente en línea, lo que permite a los jugadores practicar entre sí. El club ha recurrido a sitios web como lichess.org para seguir jugando.
Antes de que la pandemia detuviera las actividades en el campus, el club de ajedrez del MIT organizaba anualmente un torneo de la Federación de Ajedrez de Estados Unidos (US Chess). También asistieron previamente a los torneos Panamericanos Collegiate, Ivy League Chess Challenge y World Amateur Team, y jugaron con muchas universidades en el área de Boston.
El estudiante de ciencias de la computación y maestro nacional de ajedrez de Estados Unidos Tyrone Davis III, es el actual presidente del club.
«Lo más difícil del ajedrez son las etapas iniciales», señala Davis. «Una vez que aprendes cómo se mueven las piezas, puedes divertirte. Pero eso es solo después de pasar por el difícil comienzo de aprender cómo funciona todo, se puede ayudar a motivar a las personas a través de esas primeras etapas, para que puedan comenzar a divertirse».
Davis creció en Nueva York, en el Bronx, donde practicó ajedrez en Union Square, Washington Square Park y otros parques de la ciudad. Poder sentarse y mirar un tablero durante seis horas seguidas a una edad temprana, apunta, mejoró su capacidad de concentración.
«Dependiendo de cuándo en tu vida encuentras el juego, definitivamente podría impactarte de diferentes maneras», afirma Davis: «Definitivamente me ayudó a poder sentarme durante horas y aplicar mi cerebro a ciertas tareas complicadas que requieren mucha atención».
A mediados de octubre de 2020, el equipo de ajedrez del MIT se enfrentó a jugadores del Instituto de Física y Tecnología de Moscú (MIPT) en un torneo por lichess.org. Después de 171 juegos jugados y casi doce mil movimientos en total, el MIPT obtuvo una ajustada victoria.
Aileen Ma, estudiante de tercer año en ciencias de la computación y miembro de la junta ejecutiva del equipo de ajedrez del MIT, señaló: «Creo que una de las mejores partes de estas partidas en línea es que todos tienen la oportunidad de participar y ganar puntos para el equipo. Fue muy divertido. Mucha gente que normalmente no viene a las reuniones vino para ayudarnos a tratar de mejorar nuestra puntuación».
«Hay una especie de energía latente en el MIT de mucha gente que está vagamente interesada en el ajedrez», dice William Cuozzo, estudiante de tercer año con especialización en física e informática y también miembro de la junta directiva del club de ajedrez del MIT: «Mucha gente está algo interesada en el ajedrez, pero simplemente no juegan con tanta frecuencia, o nunca superaron la dificultad inicial de aprender a jugar», añade.
Cuozzo aprendió a jugar al ajedrez a una edad muy temprana, pero dice que realmente se interesó en jugar durante la escuela secundaria, cuando un amigo lo desafió y posteriormente lo «aplastó. Quería al menos poder jugar con él», sostiene.
«Ahora hay más recursos que nunca para aprender ajedrez», dice Howard Zhong, estudiante de diecinueve años de segundo, con especialización en ciencias de la computación y matemáticas, y maestro nacional de Estados Unidos.
Zhong aprendió a jugar al ajedrez a los seis años y actualmente es miembro del equipo de ajedrez del MIT. «Incluso hace cinco o diez años, no había tantos recursos en línea», afirma. «La mayoría solo estaba leyendo libros o teniendo un entrenador. Pero ahora, con tantos recursos en línea, creo que realmente es mucho más fácil mejorar en el juego».
Zhong y Cuozzo recomiendan ver tutoriales y explorar recursos de práctica en sitios web como chess.com o lichess.org. Davis dice que es importante no desanimarse por la curva de aprendizaje inicial, puede llevar algunos días o semanas aprender bien los movimientos.
«A veces, la percepción pública del ajedrez es que si no eres realmente bueno, no vale la pena jugarlo», apunta Ma: «Pero recientemente, creo que ha habido mucho más esfuerzo para tratar de involucrar a la gente incluso en los niveles más intermedios del ajedrez».