Frontera impenetrable entre Argelia y Marruecos durante un cuarto de siglo

Hace un cuarto de siglo, Argelia cerró su frontera de más de 1550 kilómetros con Marruecos, en respuesta a la imposición de la visa de Rabat a sus nacionales después de que los argelinos fueron acusados de participar en un ataque terrorista, en agosto de 1994, en un hotel de Marraquech en el que murieron dos turistas españoles.

Se trata, junto con la de las dos Coreas y la de Armenia con Azerbaiyán y Turquía, de la frontera más opaca del mundo.

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Construcción del muro entre Marruecos y Argelia.

La disputa política sobre el Sahara ya había enfrentado a los dos estados durante décadas y mucho antes se libró en 1963 la llamada guerra de las arenas. En 1972, tras un acuerdo, la frontera fue trazada pero no señalizada. Hoy, el statu quo permanece y celebra su vigésimo quinto aniversario a pesar de los problemas que sigue generando en las dos zonas fronterizas.

Desde entonces siempre ha sido un foco de tensión soterrada, las autoridades de ambos países reforzaron las medidas de seguridad a lo largo de la frontera, mediante la instalación de torres de control, trincheras y radares sofisticados.

Marruecos construyó un muro de más de 150 kilómetros en distintos tramos de la frontera, desde el Mediterráneo hacia el interior, con el objetivo de “asegurar la frontera contra las redes terroristas, el tráfico de droga, el contrabando y la emigración clandestina”.

Estas vallas tienen una altura de 3,5 metros y 5 de longitud, cuentan con radares y telecámaras, así como puntos de control. Argelia, por su parte, vigila su frontera con drones, patrullas, brigadas mixtas, cámaras de infrarrojos, alambradas, radares móviles para vigilancia, seguridad y control.

Los medios de comunicación marroquíes y argelinos, a menudo son acusados de alimentar la hostilidad al transmitir imágenes negativas del país vecino. Marruecos ha destacado sobre todo las peticiones por parte de asociaciones que hacen campaña para la apertura de la frontera, especialmente en la región del Oriental, la más cercana al mar Mediterráneo.

El rey Mohammed VI renovó su «mano extendida» hacia Argelia durante el pasado discurso de la Fiesta del Trono de 2019, pero no se dio públicamente ningún otro gesto político.

Hay cuestiones previas que es preciso recordar, la larga frontera no se centra únicamente en la zona norte, más poblada, la región del Oriental marroquí y de Orán argelino y donde se pone el foco de atención, sino que se prolonga hasta Figuig y de ahí a la hamada del Guir para finalizar ante el territorio del Sahara, zona de apenas unos 40 kilómetros y donde nace el muro marroquí que divide el territorio saharaui. Cerca está la región argelina de Tinduf, por cierto, reivindicada en su día por el país vecino debido a sus aspiraciones del Gran Marruecos.

El responsable de la oficina del diario argelino El Watan en Tlemcen, Chahreddine Berriah, y que vive a unos diez minutos de la frontera, estima que son cerca de 5000 familias mixtas afectadas por esta separación. La mayoría residiría en el lado argelino y habrían pensado formar una asociación para denunciar esa fuente de frustración y sufrimiento. De momento, los familiares se comunican por teléfono y se saludan a unos cientos de metros de distancia manteniendo el vínculo especialmente a través de las redes sociales.

En julio de 2018 este periodista fue detenido por los gendarmes fronterizos de Argelia, tras participar en un acto en el que se solicitaba la apertura de la frontera terrestre común argelino-marroquí. No obstante, considera que hablar de «movilización» para reabrir la frontera es demasiado, ya que en su lugar prefiere decir que es un «deseo» de reapertura.

Pero en el lado argelino, las preocupaciones actualmente están en otra parte. Chahreddine cubre las movilizaciones que se prolongan en su país durante varios meses: «Argelia está atravesando un importante período de transición y los argelinos en su mayor parte están preocupados por esta delicada situación política, por lo que la reapertura o cualquier otra cosa, no son una prioridad. Necesitamos un presidente y un gobierno legítimo, un régimen democrático, de hecho».

Viajes y ferries desde España

Viajar entre la región Oriental de Marruecos y la zona de Orán en Argelia es toda una carrera de obstáculos. Las aerolíneas conectan los aeropuertos internacionales de Orán y Argel con el de Casablanca. Luego hay que tomar un tren, un autobús o el taxi colectivo para finalmente llegar a su destino a ver a tus seres queridos. Lógicamente hay más dificultades cuando el punto de llegada es un pueblo aislado o mal comunicado.

Otra opción es España, se trata de un viaje a bordo de un ferri. Recordemos que ciudades portuarias cercanas a la frontera, tanto de Argelia (Orán-Ghazaouet) como de Marruecos (Nador), están conectadas por vía marítima con nuestro país a través de Almería o Alicante que sirve, en algunos casos, de lugar de paso para personas con familiares en ambos países.

Eso sí, los viajes son caros. Se necesitan entre 5000 y 8000 dirhams (entre 470 y 750 euros) y un mínimo de cuarenta y ocho horas de transporte para conectar las dos regiones fronterizas. Dinero que no todos pueden permitirse fácilmente para estos largos viajes. No hay que olvidar tampoco a los emigrantes en Europa con familiares en ambos lados de la frontera que también están afectados a pesar de no vivir en sus países de origen.

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Puesto fronterizo entre Argelia y Marruecos

Un caso curioso es el de los fallecidos. El traslado de cadáveres se puede conseguir con una autorización especial, después de completar los trámites administrativos y que crucen la frontera. Un acuerdo entre los dos países permite que los marroquíes que mueren en Argelia y los argelinos que mueren en Marruecos, y que viven cerca de la frontera puedan atravesarla por tierra para ser enterrados en su país de origen: «Los muertos pueden cruzar la frontera mientras que los vivos no tienen ese derecho», dicen con amargura.

También hay zonas en esa amplia frontera en que se puede entrar clandestinamente, hay personas que han cruzado la frontera terrestre para reunirse con sus familiares.

Evidentemente también hay contrabandistas que actúan a ambos lados de la frontera para buscar beneficios. La gasolina argelina, el pan marroquí… todo tipo de productos cotidianos continúan comercializandose a pesar del cierre de las fronteras, en redes de contrabando, siendo fuente de ingresos para muchas familias en ambos países.

Sin embargo, los mencionados fuertes dispositivos de control han sido reforzados en los últimos cinco años. Esto ha ido reduciendo gradualmente estas actividades informales y ha acentuado la degradación económica en estas regiones.

Preguntado por el periódico La Croix, el geógrafo Abdelkader Guitouni explica que las regiones del Oriental marroquí y Orán han formado un único espacio económico desde los días del protectorado francés y que en 1991 había «un flujo de turistas» en una zona con más de dos millones de habitantes.

Además, el parámetro económico es presentado por asociaciones y ciudadanos que defienden la libre circulación entre los dos territorios. «Es frustrante, porque tenemos un sentimiento de deficiencia». Pensamos en todas las actividades económicas que podrían desarrollarse si esta frontera estuviera abierta. Esta sería una oportunidad importante para las personas aquí, especialmente para los jóvenes», apunta Mohammed Bassaoud.

Con el lanzamiento del Área de Libre Comercio Continental de África (CFTA) en julio de 2019, la frontera entre Marruecos y Argelia no forma parte del proceso de integración económica que se está formando en África. El economista argelino Adel Hamaizia, citado por The Economist, la cita como «la región más dividida del continente», sosteniendo que los dos países están perdiendo oportunidades económicas obvias, tanto a nivel local como nacional.

En ambos lados, los activistas en favor de la apertura de la frontera terrestre marroquí-argelina se comunican a través de las redes sociales o, a veces, encuentran la oportunidad de reunirse para discutir el acercamiento. El pasado 13 de agosto, se produjo una concentración en el cruce fronterizo de Akid Lofti por iniciativa del comité argelino.

Las asociaciones locales de Maghnia en Argelia y la Liga de Derechos Humanos de Tlemcen, sindicatos y las asociaciones marroquíes agrupadas en un colectivo están involucradas en la reivindicación. Durante varios años, desarrollan pequeñas acciones improvisadas de vez en cuando por residentes locales o grupos de amigos. Sin embargo, el número de personas activas son un número limitado «puede variar de veinte a unos cientos de personas, dependiendo de las acciones».

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Kamel Daoud, escritor argelino

Los intelectuales también juegan un papel importante en la difusión de mensajes para el acercamiento entre los pueblos. Se pueden citar a dos argelinos, Kamel Daoud y Rachid Boudjedra. El primero tiene publicado en español ‘Meursault, caso revisado’ (2015), la visión y continuación árabe de la novela ‘El extranjero’ de Albert Camus (1913-1960). En 2018 escribió una tribuna pública titulada ‘Soy marroquí’ donde señalaba que era “recordar un vínculo, una historia, una fecha de vencimiento de la época de la guerra de liberación, una sangre y una proximidad”.

El segundo, Rachid Boudjedra, declaró en su día: “Es una lástima. No tengo problemas en Marruecos ni los marroquíes en Argelia. Mi única hija está casada en Marruecos. Los argelinos y marroquíes se casan a menudo, sobre todo en los pueblos próximos a la frontera. Hay padres argelinos y madres marroquíes”.

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Marroquíes celebran el triunfo de Argelia en la frontera común cerca de Uchda

Fútbol y frontera

También el fútbol está presente en lo relacionado con el cierre de la frontera. Como ejemplo citar que en diciembre de 2018 la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Liga de Campeones –la Champions africana- de la Confederación Africana de Fútbol (CAF) emparejó al marroquí Ittihad Riadi Tánger (IRT) con el equipo argelino de Juventud Deportiva de Saoura (JSS).

Los aficionados tangerinos no acudieron en el partido de ida a la localidad de Béchar por problemas de transporte. La localidad de 172 000 habitantes, está a apenas 80 kilómetros de la frontera de Marruecos, pero no hay acceso directo por el cierre fronterizo y eso obligaba a los seguidores marroquíes ir a Argel y desplazarse 1100 kilómetros, por lo que no pudieron coger una combinación que los trasladara a ver el encuentro.

En el partido de vuelta disputado en Tánger, Marruecos como represalia dictó la prohibición de acceso a su territorio a un avión de Air Algerie que transportaba a los aficionados argelinos que pretendían verlo in situ en la ciudad del Estrecho.

Como curiosidad, el pasado julio el club marroquí fichó al entrenador argelino del JS Saoura, Nabiel Neghiz. No es el único argelino que ha entrenado en Marruecos y viceversa, el que fuera recordado portero del Mallorca y trofeo Zamora, Ezaki Badu, entrenó a dos equipos argelinos, el CR Belouizdad y el MC Orán.

Sin embargo en la Copa Africana de Naciones (CAN) en julio de 2019 marroquíes y argelinos ondearon banderas de ambos países, y exigieron la apertura de la frontera, tanto en el puesto de Zouj Bghal, a 14 kilómetros de Uchda como en Saidia.

Entonces se hizo popular la consigna khawa, khawa (hermandad, hermandad). Sin embargo, en el Sahara todo fue diferente, allí no se puede dar vivas a Argelia, no hay hermandad sino represión, cárcel y un asesinato.

Jesús Cabaleiro Larrán
Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona, rama Periodismo con cursos de doctorado, estudios sobre Marruecos contemporáneo y el Sáhara Occidental. Más de 35 años de periodismo, la mayoría en prensa escrita, ha trabajado a ambas orillas del Estrecho de Gibraltar, casi 13 años en el extinto diario El Faro Información, en Algeciras, donde empezó de redactor y del que fue su último director y en Tánger dos años en un diario digital. Además ha participado en la mayoría de los Congresos de Periodistas del Estrecho desde el inicial en 1993 hasta 2019. Titulado en ajedrez por la UAH y UNED. Amante de Portugal. Ha publicado un libro, ‘Artículos periodísticos. Apuntes para la historia de la prensa de Algeciras’.

1 COMENTARIO

  1. Interesante el reportaje del compañero y amigo que nos aporta una visión diferentes consecuencia de la división de una frontera, y un muro, que supera al diseñado por el ególatra presidente norteamericano entre Mejico y Estados Unidos. Toda división entre pueblos crea todo tipo de problemas, sociales, económicos y deportivos. Y en ambos pueblos no existe la excepción como consecuencia de esa impenetrable frontera. Hay amores que matan y odios que fulminan. Historias para no dormir don Jesús.

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