La Fundéu señala que la expresión programa maligno es una alternativa en español al anglicismo malware.
En los medios de comunicación, sin embargo, prolifera el uso de la voz inglesa en noticias sobre ataques informáticos: «Así son los malware que pueden secuestrar nuestros datos», «Cómo saber si hemos sido infectados por el mismo malware que ha afectado a Telefónica» o «España, con más de 5 millones de ataques de malware identificados, se sitúa en el puesto 43 a nivel mundial».
De acuerdo con la traducción que el Oxford Dictionary Online da de malware, este término equivaldría en español al ‘programa informático o virus específicamente diseñado para perturbar o dañar un sistema’.
Asimismo, se recuerda que los términos programa maligno y programa malicioso no son sinónimos, ya que programa malicioso hace referencia al que se introduce en un sistema operativo con mala intención pero sin dañar el equipo.
Por tanto, en los ejemplos anteriores lo adecuado habría sido escribir «Así son los programas malignos que pueden secuestrar nuestros datos», «Cómo saber si hemos sido infectados por el mismo programa maligno que ha afectado a Telefónica» o «España, con más de 5 millones de ataques de programas malignos identificados, se sitúa en el puesto 43 a nivel mundial».
Un tipo específico de programa maligno es el que en inglés se denomina ransomware (de ransom, ‘rescate’). Se trata de programas que toman el control del sistema o dispositivo que infectan y piden un rescate para devolvérselo a su dueño. Las formas programa de secuestro o secuestrador y programa de chantaje o chantajista son posibles alternativas en español a ese anglicismo. Así, en titulares como «El ‘ransomware’ se ha convertido en la peste negra digital» podría haberse escrito «Los programas de chantaje se han convertido en la peste negra digital».
Ciberchantaje y cibersecuestro (de sistemas o dispositivos) son formas adecuadas para referirse a la acción llevada a cabo mediante el uso de estos programas.
Se recuerda que si se prefiere emplear la formas inglesas, lo adecuado es escribirlas en cursiva o entre comillas, cuando no se dispone de ese tipo de letra, por tratarse de extranjerismos no adaptados.