La Organización Mundial de la Salud, (OMS) no considera una patología mental la transexualidad si bien sigue apareciendo dentro del manual de enfermedades mentales, DSM, y ha incluido el uso compulsivo de los videojuegos como un desorden del comportamiento en la primera actualización de la clasificación internacional de las enfermedades en casi tres décadas.El desorden de la identidad de género conceptuado hasta ahora dentro del apartado de enfermedades mentales en dicho manual, ha sido reclamado por diversos colectivos LGTBI, durante una década para que no se tratara como enfermedad. Esto no quita, que si un paciente busca ayuda psicológica porque tiene dudas, no sabe cómo abordar su condición sexual, tiene miedos y no se siente bien, pueda ser atendida por el sistema sanitario de salud, tanto público como privado. Al considerarse dentro del DSM, las personas podrán ser tratadas a todos los efectos según apunta Shekhar Saxena, director del departamento de salud mental y drogas de abuso de la OMS.
Al no ser considerada ya enfermedad mental dado que no existen evidencias de que una persona con condición sexual distinta y un desorden de identidad de género deba ser sinónimo de desorden mental, pueda ser tratada, en el caso de padecer ansiedad o depresión por esta situación como un paciente más. La estigmatización de la salud mental y las consideraciones que hace la sociedad cuando se padecen sintomas asociados al sufrimiento, siempre es y ha sido un problema a la hora de encontrar las mismas oportunidades que los demás. Tener una depresión condiciona algunos aspectos de la vida pero la persona es normal a todos los efectos.
Por otro lado, la OMS, ha incluido dentro de la clasificación, la adicción a los videojuegos considerándolos perniciosos dado que no solo se establece el juego compulsivo en sí, sino que la acción de apostar sugiere una ludopatía en cierto grado. Existen ya evidencias clínicas en torno a muchos pacientes que han incurrido en este tipo de conductas que no solo les condiciona la vida sino que no pueden librarse de ellas. Se calcula que entre un 2 y un 3 % de los adictos a videojuegos tienen comportamientos abusivos; que no son nocivos por sí mismos pero sí generan otro tipo de conductas no deseables.
Si en la vida cotidiana, tanto el juego como su adicción llegan a procurar una alteración de las actividades normales, entre las que se incluyen el aislamiento, la falta de sueño, las malas notas, u otras conductas significativas, podríamos hablar de un desorden importante y es necesaria la intervención de un profesional que trate dicha adicción.
Lapor sus siglas en inglés, es una codificación estandar de las patologías, dolencias y desórdenes además de causas de muerte que sirven para que los países obtengan datos estadísticos y epidemiológicos acerca de la situación sanitaria y con ello, puedan planear programas de atención y abordaje.
La revisión última se hizo hace 28 años y a lo largo de la última década, se han analizado la información científica reciente para la inclusión de nuevas enfermedades que han dado lugar por las nuevas tecnologías y por la nueva forma de relacionarnos. Los estados tienen hasta el 1 de enero de 2022 para adaptarse al cambio y para analizar la nueva forma de comportamientos hasta ahora no incluidos.
