Vía Campesina advierte que el COVID-19 es una crisis de civilización

Millones de productores de alimentos en todo el mundo, entre ellos campesinos, pequeños y medianos agricultores, pueblos indígenas, trabajadores migrantes, trabajadores agrícolas, pastores, pescadores, conmemoran hoy, 17 de abril de 2020 el Día Internacional de la Lucha de los Campesinos, con reivindicaciones acuciantes impulsadas por la pandemia del COVID-19.

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La oenegé Vía Campesina[1] ha lanzando para acompañar este día una versión ilustrada de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en áreas rurales (UNDROP).

Señala Vía Campesina que sociedad humana moderna se enfrenta a una crisis extraordinaria por la pandemia del coronavirus COVID-19.

«Es una crisis de civilización que se ha estado gestando durante cientos de años. En el centro de esto se encuentran algunas ‘personas’[2], que hoy poseen y controlan más de la mitad de la riqueza global, que explotan la naturaleza y la humanidad con fines de lucro, con impunidad.

Las consecuencias de sus acciones son reveladoras porque este 17 de abril de 2020 la mayoría de las personas del mundo viven confinados por el COVID-19 y, a medida que los gobiernos se esfuerzan por detener la propagación del virus y salvar a sus ciudadanos, las consecuencias económicas de la crisis amenazan con descarrilar las vidas y los medios de vida de miles de millones de personas.

A medida que entran en vigor estrictas medidas de cuarentena, los productores de alimentos a pequeña escala no pueden comercializar sus productos; los pescadores no pueden aventurarse en el mar, los pastores no pueden criar su ganado y los indígenas no pueden ingresar a los bosques.

Como resultado, el mundo pronto enfrentará un aumento del hambre y la pobreza, y los Estados con tendencias dictatoriales han encontrado una oportunidad para legitimar la vigilancia masiva, erosionando los procesos democráticos y rompiendo gradualmente la libertad de asociación y la disidencia organizada.

¿Cómo hemos llegado a esta situación?

Para Vía Campesina el COVID 19 no es un problema en sí mismo, sino simplemente un síntoma, porque la raza humana ya vivía al límite, con emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a un nivel récord y la tierra calentándose a tasas sin precedentes.

En 2019, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC) publicó un informe titulado «Cambio climático y tierra»[3], que una vez más expuso el impacto devastador que la agricultura industrial y los sistemas ganaderos industriales han tenido en la tierra, los bosques y el agua, y en las emisiones de GEI.

Pocos meses después del lanzamiento del informe del IPCC, los incendios forestales se produjeron en todo el Amazonas, Australia y África Central, recordándonos la inquietante frecuencia con que ocurren las condiciones climáticas extremas en este siglo.

Así como las grandes granjas y los agronegocios transnacionales ejercen una gran presión sobre los recursos finitos de la tierra; También estaban poniendo en riesgo la salud de todas las formas de vida, incluidos los humanos. Varios estudios documentados hasta ahora han revelado cómo la influenza y otros patógenos emergen de una agricultura controlada por corporaciones multinacionales.

Impulsados ​​por la codicia humana y habilitados por poderosos intereses corporativos, los defensores del capitalismo reemplazaron la naturaleza con ladrillos de fábrica, chimeneas e invernaderos industriales.

Construyeron ciudades como motores de la actividad económica, con escaso respeto por la biodiversidad del planeta, y al hacerlo, descuidaron las aldeas, las costas, el bosque y las personas que vivían allí. Cortaron árboles para establecer grandes plantaciones o resorts de lujo para turistas adinerados, y perforaron la tierra en busca de minerales.

Todo el tiempo, despojando a millones de personas que coexistieron con esos alrededores. Unos pocos selectos impusieron un modelo singular de industrialización a la gente del mundo. Los que se resistieron fueron ridiculizados, perseguidos,

Desde mediados del siglo veinte, con el apoyo de instituciones como la Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, las empresas transnacionales y sus gobiernos amigos firmaron acuerdos que no tuvieron en cuenta el costo humano de la expansión industrial.

¡Educar, organizar, agitar!

Desde 1993, a través de La Vía Campesina, millones de personas que viven en áreas rurales han estado advirtiendo al mundo del naufragio que se avecina, y el 18 de diciembre de 2018 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Declaración sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales (UNDROP).

Esta Declaración llama a los campesinos a ser no solo meros ‘sujetos de derechos’ y ser actores fundamentales para superar las crisis, y establece la jurisprudencia y una perspectiva legal internacional para guiar la legislación y las políticas públicas en todos los niveles institucionales hacia el beneficio de quienes alimentan al mundo.

El núcleo de la Declaración se centra en el derecho a la tierra, las semillas y la biodiversidad, así como a varios ‘derechos colectivos’ anclados en la Soberanía Alimentaria, como derecho de las personas a determinar sus sistemas alimentarios y agrícolas y el derecho a producir y consumir alimentos saludables y culturalmente apropiados.

Además de tener un artículo único dedicado a sus obligaciones, la Declaración de la ONU también establece en cada artículo una serie de obligaciones y recomendaciones para los Estados miembros.

Estos artículos en la Declaración explican no solo los derechos de los campesinos sino también los mecanismos e instrumentos para que los estados los garanticen.

  1. La Vía Campesina es un movimiento internacional que reúne a millones de campesinas, campesinos, sin tierra, jóvenes, mujeres, pueblos originarios, trabajadores agrícolas, y migrantes de todos los rincones del mundo, que persiguen la reforma agraria y la soberanía alimentaria para defender su legitimidad y dignidad en un mundo ultraliberal que los está destruyendo.
    En España son miembros de Vía Campesina Euskal Herriko nekazarien Elkartasuna EHNE-Bizkaia, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), el Sindicato de Obreros del Campo de Andalucía (SOC) y el Sindicato Labrego Galego (SLG)
  2. Principalmente hombres: según el informe de Oxfam 2017, ocho hombres poseían la misma riqueza que los 3600 millones de personas que constituyen la mitad más pobre de la humanidad.
  3. Cambio climático y tierra: un informe especial del IPCC sobre cambio climático, desertificación, degradación de la tierra, gestión sostenible de la tierra, seguridad alimentaria y flujos de gases de efecto invernadero en los ecosistemas terrestres.

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