A Abdulrazak Gurnah, nacido en Tanzania en 1948, le ha sido concedido el Nobel de Literatura de este año «por su penetración intransigente y compasiva de los efectos del colonialismo y el destino del refugiado en el abismo entre culturas y continentes».
Creció en la isla de Zanzíbar, en el Océano Índico, pero llegó a Inglaterra como refugiado a fines de la década de los sesenta. Después de la liberación pacífica del dominio colonial británico en diciembre de 1963, Zanzíbar pasó por una revolución que, bajo el régimen del presidente Abeid Karume, condujo a la opresión y persecución de ciudadanos de origen árabe; ocurrieron masacres.
El recién galardonado pertenecía al grupo étnico victimizado, y después de terminar la escuela se vio obligado a dejar a su familia y huir del país, para entonces la recién formada República de Tanzania. Tenía dieciocho años. No fue hasta 1984 cuando pudo regresar a su país, lo que le permitió ver a su padre poco antes de morir. Gurnah ha sido, hasta su reciente jubilación, profesor de literatura inglesa y poscolonial en la Universidad de Kent en Canterbury.
Hasta la fecha ha publicado diez novelas y varios cuentos. El tema de la disrupción del refugiado recorre su obra. Comenzó a escribir a los 21 años en el exilio en inglés y, aunque el suajili era su primer idioma, el inglés se convirtió en su herramienta literaria. Ha dicho que, en Zanzíbar, su acceso a la literatura en suajili era prácticamente nulo y que sus primeros escritos no podían contarse estrictamente como literatura.
La poesía árabe y persa, especialmente Las mil y una noches, fueron una fuente temprana y significativa para él, al igual que las suras del Corán. Pero la tradición del idioma inglés, desde Shakespeare hasta VS Naipul, marcaría especialmente su trabajo. Dicho esto, cabe destacar que, conscientemente, rompe con lo convencional, volcando la perspectiva colonial para resaltar la de las poblaciones indígenas.
Así, su novela Desertion (2005) sobre una historia de amor, se convierte en una franca contradicción con lo que ha llamado «el romance imperial», donde un héroe convencionalmente europeo regresa a casa de escapadas románticas en el extranjero, en las que la historia alcanza su inevitable y trágica resolución. En Gurnah, la historia continúa en suelo africano y nunca termina.
En todo su trabajo se ha esforzado por evitar la omnipresente nostalgia por una África precolonial más prístina. Su propio origen es una isla culturalmente diversificada en el Océano Índico, con una historia de trata de esclavos y diversas formas de opresión bajo una serie de potencias coloniales (portuguesas, indias, árabes, alemanas y británicas) y con conexiones comerciales con todo el mundo. Zanzíbar era una sociedad cosmopolita antes de la globalización.
Sus obras
Memoria de Partida. Londres: Jonathan Cape, 1987
Camino de los Peregrinos . Londres: Jonathan Cape, 1988
Dottie. Londres: Jonathan Cape, 1990
El paraíso. Londres: Hamish Hamilton, 1994
Admirando el silencio. Londres: Hamish Hamilton, 1996
Por el mar. Londres: Bloomsbury, 2001
Deserción. Londres: Bloomsbury, 2005
El último regalo. Londres: Bloomsbury, 2011
Corazón de grava. Londres: Bloomsbury, 2017
Afterlives. Londres: Bloomsbury, 2020