La asamblea general de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) se está convirtiendo en una nueva guerra, de momento sin muertes, entre Rusia y Ucrania. Se celebrará el 21 y 22 de septiembre en Budapest, coincidiendo con el fin de la 45 Olimpiada.
Todo se centra en el punto 4.3.1 ‘Propuestas de la Federación con respecto a las restricciones de Rusia y Bielorrusia’ que quiere permitir el regreso de los jugadores rusos y bielorrusos a los foros internacionales sin restricciones.
La propuesta fue presentada por la Federación de Kirguistán, que preside Balbur Tolbaev y que figura como candidato a presidente de la Comisión de Ética de FIDE. No se descarta que, al final, haya un compromiso de última hora que evite el debate y votación de este punto.
En estos días, la federación de Ucrania, que preside el ex ministro, Alexander Kamyshin ha enviado escritos a todas las federaciones nacionales para que se elimine esta propuesta al igual que ha pedido apoyo a los grandes maestros y así como a periodistas para que su postura sea escuchada.
Además, trece ajedrecistas ucranianos se han dirigido en una carta abierta a FIDE para que se mantenga la exclusión de los jugadores rusos y bielorrusos, con su bandera e himno, de las competiciones de la federación internacional. Curiosamente, FIDE dice no haberla recibido aunque se ha hecho pública en varios medios.
El contraataque propagandístico ruso no se ha hecho esperar, y ha sido a través de miembros de diferentes comisiones de FIDE, y otros vinculados a su estructura, que han hecho llegar también a miembros de las distintas federaciones nacionales, jugadores, entrenadores, árbitros e incluso periodistas, su defensa de la reintegración de Rusia en el ajedrez mundial.
Evidentemente esta maniobra se supone lo hacen a título individual, no queriendo implicar oficialmente a la estructura de la federación. Hay que recordar que el actual presidente, el ruso Arkady Dvorkovich ya ha alardeado sotto voce de tener los votos suficientes para ganar la votación y que Rusia, en contra del propio Comité Olímpico Internacional (COI) vuelva con bandera e himno, ya que los jugadores rusos siempre han podido competir pero bajo bandera FIDE.
El argumentario prorruso se basa en las recientes declaraciones del presidente de la Federación Rusa de Ajedrez (FRS, siglas en ruso), Andrei Filatov y su vicepresidente, Sergei Smagin.
″La Federación Ucraniana de Ajedrez no debe convertir el mundo del ajedrez en un campo de batalla, sino convertirse en un ejemplo de fomento de los vínculos y de coexistencia pacífica”, afirmó Filatov.
Según el presidente de la FRS, «es evidente que el deporte debe unir a la gente y facilitar la reconciliación. Esto nos enseña a competir de forma sana en lugar de resolver las cosas con la fuerza bruta».
El funcionario ruso opina: «Rusia siempre está dispuesta a negociar, a entablar un diálogo pacífico, mientras que nuestro adversario abre constantemente nuevos campos de batalla. La agresión nunca ha traído nada bueno a nadie” (es muy curiosa esta frase expresada por Filatov).
«Nací en Ucrania, terminé allí la escuela de ajedrez, conozco muy bien el país, a su gente y la vida ajedrecística allí», sostuvo Filatov. Efectivamente, nació en Ucrania, en Krivói Rog, precisamente en la misma localidad natal de su actual presidente Volodomir Zelenski.
En su argumentario ambos dirigentes arremeten contra Noruega y contra el ex campeón mundial, Magnus Carlsen. Filatov dice estar sorprendido por las declaraciones de dirigentes noruegos ″que dan instrucciones y afirman lo que es mejor para el desarrollo del ajedrez en Ucrania.” Es curioso señalar que el vicepresidente de FIDE, es un noruego, Joran Aulin Jansson.
Por su parte, el vicepresidente de la FRS, Smagin atacó directamente al ex campeón mundial por su llamamiento a excluir a los jugadores rusos y bielorrusos de las competiciones bajo los auspicios de FIDE: ″Carlsen es miembro de la federación noruega, que se ha opuesto sistemáticamente a Rusia. Además, Carlsen está expresando opiniones que le benefician principalmente. Sin jugadores rusos, el nivel de competencia global disminuye».
Las declaraciones de Carlsen se produjeron tras recibir el premio 100FIDE como mejor jugador de las manos de Dvorkovich, de forma algo incómoda. En su intervención aludió al ex campeón mundial Gari Kasparov para declarar: ″Estoy seguro que Kasparov aprovecharía esta oportunidad para desaconsejar el restablecimiento de las federaciones de ajedrez de Rusia y Bielorrusia. Y eso es lo que hago”.
Para el opositor de la dirección de FIDE, el danés Peter Heine Nielsen y ex entrenador del noruego: «Tributo de Magnus Carlsen a Kasparov, no sólo al jugador de ajedrez, sino también al activista político”.
Sin embargo hay que señalar que las posturas más claras contra la propuesta rusa, no solo vienen de Noruega, sino de Alemania e Inglaterra. De hecho, periodistas y jugadores alemanes han expresado públicamente su respaldo a su presidenta, Ingrid Lauterbach que manifestó. ″Me parece absurdo que se haya presentado esta solicitud”, citando que ha hablado con otros presidentes y espera que la propuesta de Kirguistán sea retirada, ″de lo contrario, la FIDE y el ajedrez se verían marginados internacionalmente del mundo del deporte”.
Habrá que esperar qué hacen otros países occidentales cuyos Gobiernos condenan la invasión de Ucrania, ya advirtió Kasparov, cuando fue reelegido Dvorkovich en 2022, que es «repugnante» que países que critican a Putin y apoyan las sanciones internacionales e incluso acogen ajedrecistas ucranianos, lo voten, como fue el caso de Estonia o Letonia.
No obstante, la Unión Europea de Ajedrez (ECU) en un comunicado apoya el mantenimiento de las sanciones a Rusia, lamentando la decisión del comité de FIDE que permite a la Federación de Ajedrez Rusa ″continuar operando dentro y adoptando en su estructura, territorios que pertenecen a Ucrania y están bajo la jurisdicción deportiva de la Federación de Ajedrez de Ucrania. Esto viola la Carta del COI, los estatutos de FIDE y la integridad territorial de un miembro de la federación”.
«El ajedrez es el mejor escenario para que los representantes de Rusia, Ucrania y Bielorrusia se reúnan. Y aquí la FIDE debe demostrar que, como federación internacional, unimos a las personas, no las dividimos. Además, la FIDE puede servir de ejemplo para otras federaciones y organizaciones deportivas: hay que dejar de lado la política para permitir que los jugadores compitan honestamente entre sí sin vulnerar los derechos de nadie ni humillar a nadie», concluye Filatov apoyando así la gestión de su compatriota Dvorkovich.
Hay que recordar que el pasado 7 de junio, FIDE retiró a la Federación Rusa de Ajedrez su pertenencia por dos años por incluir a los nuevos territorios de Rusia logrados en la guerra de Ucrania por una multa de 45.000 euros.
En su argumentario Rusia destaca que apeló la decisión el 26 de junio, ″exigiendo la reelección de la Comisión de Ética, así como la devolución de la bandera y el himno rusos a los ajedrecistas rusos” y que el pasado 13 de septiembre, se aceptó la apelación anulando la decisión anterior.
Esta rectificación fue tomada por otros miembros del actual Consejo de Ética de FIDE, uno de los cuales, su presidente Francois Strydom está vinculado a un bufete de abogados ruso ‘Sila Lawyers’ que representa a varias federaciones deportivas rusas.
También fue condenado el propio Dvorkovich ya que ″ha perdido su papel a seguir y ha puesto en peligro la reputación de FIDE” pero tras la apelación parece haberse olvidado.
El presidente ruso, Vladimir Putin, considerado ″criminal de guerra” por el Tribunal Penal Internacional (TPI) de La Haya, afirmó en su día que el ajedrez ″te enseña a pensar estratégicamente, a desarrollar la paciencia y sobre todo, a mirar la situación desde todos los puntos de vista”, lo que parece toda una contradicción con sus acciones políticas, pero lo que está claro es que FIDE sigue siendo un juguete en sus manos.
