Cambio climático: la COP24 defrauda por falta de compromiso de los gobiernos

El gobierno de España debe asegurar que se acelere la transición energética, empezando por cerrar todas las térmicas de carbón en 2025

La COP24 ha finalizado en Katowice (Polonia) sin compromisos firmes para aumentar la acción y la ambición climática, informa Greenpeace, oenegé que sostiene que los acuerdos de los estados participantes no llegan suficientemente lejos, por lo que insta a los gobiernos a que intensifiquen sus acciones de inmediato, en consonancia con los datos del informe del IPCC.

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COP24 clausura

Greenpeace señala que sólo dos meses después de que el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advirtiera de que quedan doce años para salvar el futuro del planeta y no superar 1,5ºC la temperatura global, la Cumbre Internacional del clima (COP24) finalizó sin ninguna promesa clara para el aumento de la acción climática, ya que sólo se lograron avances parciales en cuestiones de procedimiento.

A pesar de las expectativas que había en esta COP, y aún habiéndose aprobado el libro de reglas que recoge la implementación del Acuerdo de París, no se ha acordado un compromiso colectivo claro para mejorar los objetivos específicos para la acción climática (Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, NDCs).

Según la directora ejecutiva de Greenpeace International, Jennifer Morgan, “Un año de desastres climáticos y una terrible advertencia de los mejores científicos del mundo debería haber conducido a mucho más aquí en Katowice. En vez de eso, los gobiernos han defraudado al mundo otra vez. Han ignorado la ciencia y, al hacerlo, han ignorado la difícil situación de las personas vulnerables. Reconocer la urgencia de una mayor ambición y adoptar un conjunto de normas para la acción climática no es suficiente cuando naciones enteras se enfrentan a la extinción. Sin una acción inmediata, ni siquiera las normas más estrictas nos llevarán a ninguna parte. La gente esperaba acción y eso es lo que los gobiernos no lograron. Esto es moralmente inaceptable y ahora deben llevarse consigo la indignación de la gente y volver a la cumbre del Secretario General de la ONU en 2019, con unos objetivos de acción climática más ambiciosos”

Greenpeace insta a los gobiernos a que intensifiquen sus acciones de inmediato y demuestren que han escuchado las demandas de los pueblos de todo el mundo. El informe del IPCC deberá ser la llamada a la acción; una acción que se ajuste al ritmo y la escala de la amenaza.

Greenpeace reconoce el trabajo de la delegación del gobierno de España, con la ministra Teresa Ribera al frente, por su trabajo de facilitación entre las partes en el proceso de la COP y por haberse unido desde el principio a la Colación de Alta ambición climática. Sin embargo, es necesario que intensifique sus esfuerzos contra el cambio climático y que se reflejen en acciones reales.

La COP no ha dado el resultado que se necesita. España es uno de los países más afectados en Europa y el gobierno de Pedro Sánchez, con todos los grupos políticos en el Congreso, debe empezar por aprobar una ley y un plan de clima y energía con los que se eliminen las subvenciones a los combustibles fósiles, se aprueben los objetivos para un sistema eléctrico prácticamente renovable al 100% en 2030 y se incluya el cierre de todas las térmicas de carbón en 2025, como muy tarde” ha declarado Tatiana Nuño, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace, presente en Katowice.

Si París fijó el destino, el nuevo libro de reglamentación es la hoja de ruta para llegar allí con reglas y normas comunes vinculantes para la transparencia y la revisión, que garantizan una mejor comparación para medir la acción climática y tiene en cuenta las preocupaciones de los países vulnerables. Llegar a él ha sido todo un reto y demuestra la determinación de las principales economías emergentes de aumentar esfuerzos. Además, proporciona un claro apoyo al multilateralismo, mostrando que, a pesar de la turbulenta geopolítica, todavía es posible contar con normas sólidas. Estas reglas ahora proporcionan una columna vertebral al Acuerdo de París y aseguran que los países, con el tiempo, asuman mayores responsabilidades y rindan cuentas.

“Seguimos siendo testigos de una división irresponsable entre los estados vulnerables y los que bloquean o ralentizan la acción climática. La gente está indignada por esta injusticia y está presionando a sus líderes para que actúen, mientras toman por sí mismos medidas para defender sus hogares. Estas personas son la esperanza de nuestra generación y los gobiernos deben estar con todas ellas”,  ha concluido Morgan.

Florent Marcellesi, eurodiputado español de EQUO en el grupo Verdes/ALE, quien ha estado durante toda la semana en COP24 siguiendo las negociaciones climáticas, comenta:

“Esta cumbre climática es una gran decepción. Las decisiones y la acción climática de los gobiernos están cada vez más alejados de las demandas ciudadanas y los análisis científicos.

El objetivo de esta cumbre era establecer compromisos políticos y reglas concretas sobre la mejor manera de poner en marcha el Acuerdo de París y mantener el calentamiento global por debajo de 1.5 grados. Si bien se han conseguido algunos progresos técnicos, lo que piden millones de ciudadanos no son solo reglas técnicas sino una alta ambición alineada con el informe de los científicos internacionales. Esta ambición supondría un mejor clima y grandes oportunidades económicas con millones de empleos de calidad. 

La Unión Europea tiene su parte de responsabilidad por la debilidad del resultado de la COP 24. Con la salida de EEUU del Acuerdo de París y el bloqueo de países como Arabia Saudí y Brasil, la UE es la única que podría hacer avanzar las negociaciones frente al trumpismo climático. Lamentablemente, si bien España ha jugado un papel positivo en esta cumbre climática, la mayoría de los gobiernos europeos no han mostrado la suficiente ambición.

La UE ya no puede esconderse detrás de una vaga estrategia a largo plazo. Si queremos que las negociaciones avancen, debe establecer con urgencia objetivos a medio plazo a la altura del desafío: llegar a la Asamblea General de las Naciones Unidas prevista para septiembre de 2019 con un objetivo de reducción de al menos 55% en sus emisiones de aquí a 2030″.

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