La Fundación del Español Urgente (Fundéu) recomienda escribir entre comillas o con algún otro resalte los nombres populares empleados en las noticias de información económica para referirse a distintos valores bursátiles, como los «chicharros» o los «cocos».
En los medios de comunicación es habitual encontrar frases como «En otras comunidades se centran en hacer un repaso de los chicharros más prometedores», «La decisión de prestar 604 millones de euros en forma de cocos ha despejado las incógnitas» o «… sin necesidad de recurrir a la emisión de bonos convertibles contingentes (Cocos)».
Dado que en estos casos chicharros y cocos se están empleando con significados distintos a los recogidos en los diccionarios generales —ni los chicharros son peces ni los cocos aluden al fruto del cocotero—, resulta aconsejable advertir del uso especial, quizá desconocido para un lector no especializado, de tales términos: un chicharro es un ‘valor bursátil muy barato con escasa liquidez’ y cocos es el acrónimo de (bonos) convertibles contingentes.
Así pues, en los ejemplos anteriores habría sido preferible destacar estas palabras con algún resalte: «En otras comunidades se centran en hacer un repaso de los “chicharros” más prometedores», «La decisión de prestar 604 millones de euros en forma de “cocos” ha despejado las incógnitas» y «… sin necesidad de recurrir a la emisión de bonos convertibles contingentes (“cocos”)».
Por otra parte, en el caso concreto de «cocos», esta es la grafía adecuada, todo en minúscula, y no Cocos o CoCos, como se puede leer a menudo.