Juan Castellano
En España, el principal índice de la bolsa, el IBEX 35, se ha dejado en el primer trimestre de 2020 la significativa cifra del 28,94 por ciento, con pérdidas sensibles para el patrimonio personal de quienes no han podido mantener posiciones, o no han contado con el asesoramiento preciso para no vender a la baja asumiendo pérdidas considerables en el ahorro de muchos años.
Aquellas personas que sí han mantenido las inversiones en bolsa a la espera de un cambio de ciclo con el final de la pandemia de la COVID-19, no encuentran respuestas convincentes a sus preguntas de cómo y cuándo actuar, debido a que las oscilaciones de más de tres mil puntos en el índice hacen muy difícil hacer predicciones.
En términos generales, los clientes que han invertido sus ahorros en valores cotizados, reciben recomendaciones en sus sucursales bancarias de no vender a la espera de la recuperación, y aquellos considerados «mejores clientes» incluso han recibido ofertas de préstamos sin interés para cubrir necesidades de liquidez concretas.
En esta situación de incertidumbre, la pregunta de qué hacer tiene pocas respuestas que garanticen no solo una rentabilidad mínima, sino el mantenimiento del montante inicial de la inversión, y el consejo más seguro es recurrir a los mejores depositos bancarios que puedan ofrecer entidades bancarias reconocidas.
Nos unimos a esta recomendación, porque aunque la volatilidad puede ser positiva en el sentido de que puede permitir obtener beneficio si se vende en los picos y se compra en las bajas, se trata de operaciones que necesitan de informaciones muy concretas y una tecnología para materializar las operaciones que no suele estar al alcance del ahorrador medio.
Solo escaparían a esta apreciación aquellos ahorradores que pueden invertir periódicamente y promediar los precios de compra de determinados valores, siempre que actúen con la prevención de no arriesgar la liquidez de la economía familiar a corto plazo.
Volviendo a la opción de depositos bancarios, analizamos en esta entrega la opción de WiZink, un banco digital especializado en tarjetas de crédito y soluciones sencillas de ahorro que opera actualmente en España y Portugal de forma complementaria a la entidad donde los clientes tienen sus productos bancarios.
Según la descripción de sus servicios y garantías, WiZink opera con ficha bancaria propia, y está supervisado tanto por el Banco de España como por el Banco de Portugal, y está adscrito al Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito, con el límite de 100.000€ por depositante en cada entidad de crédito.
En su sitio web, WiZink explica que los clientes deben tener una cuenta abierta en el banco, donde no se aplicarán ni gastos ni comisiones de administración o mantenimiento, desde la que se puede contratar el Depósito WiZink a 18 meses con un 1,10% TAE (1,095% TIN) o un Depósito WiZink a 25 meses con un 1,20% TAE (1,195% TIN)
La entidad bancaría promueve también depósitos en fechas concretas, por ejemplo tienen activada actualmente la posibilidad de contratar antes del 30 de junio 2020 un Depósito WiZink a 36 meses con un 1,30% TAE (1,294% TIN)
Una vez formalizado el depósito, el titular tiene quince días para solicitar el alta de cotitulares del depósito bancario.
El depósito bancario a plazo fijo se puede cancelar anticipadamente en cualquier momento, transcurridos sesenta días desde la contratación, pero tiene penalización, ya que únicamente se abonará el importe principal del depósito y se tendrán que devolver todos los intereses recibidos.
Al vencimiento, si no se hace constar lo contrario, el depósito a plazo fijo será renovado por el mismo nominal inicial y plazo equivalente, al tipo de interés que esté establecido y que se comunica con la debida antelación.