“Seréis bombardeados con algunas de las imágenes más bellas y espectaculares que el teatro pueda ofrecer. Sencillamente, no hay nada igual”. Con estas palabras nacía un 14 de noviembre de 1997 el musical El Rey León en Nueva York arropado con la buena crítica de Broadway, que con su bendición le dio el espaldarazo.
Han pasado cerca de 16 años desde aquella ya lejana fecha, y desde entonces han visto la obra más de 60 millones de personas en todo el mundo. Hace más de un año triunfa en el teatro Lope de Vega, de Madrid, situado en la Gran Vía, avenida que ya se conoce como el Broadway madrileño. Con llenazos diarios, debiendo sacar las entradas con meses de antelación para poder verla, va camino del millón de entradas vendidas, algo que habla por sí solo de la aceptación y buena acogida por parte del público de una obra que está haciendo historia en el difícil género musical.
Lo de Broadway madrileño le viene por derecho propio a una Gran Vía en la que se han representado los mejores musicales de cada época, y en estos momentos comparte representación del citado musical con lugares como Hamburgo, en Alemania; Tokio en Japón, o la gira que está haciendo por diferentes ciudades de Estados Unidos. Y dentro de esta denominación madrileña, el teatro Lope de Vega se lleva la palma, pues desde su remodelación en el año 1999 ha albergado grandes producciones musicales, como Jesucristo Superstar, El fantasma de la ópera, Mamma mía o Los miserables.
Actores del musical Rey León en MadridDe El Rey León se pueden decir muchas cosas, porque es un musical con mayúsculas, de los que hacen historia. Una historia, por otra parte, que ya conocemos a través del cine, en la que se van a enfrentar el bien y el mal shakesperiano, con una magnífica actuación de los actores, exhibición de colores y canciones maravillosas salidas de un Elton John de sobra conocido. Si a ello añadimos la correcta dirección de Julie Taymor y las letras de Tim Rice, podemos hacernos una idea de ante lo que nos encontramos.
Pero resulta difícil describir la interpretación de unos actores que, sin dejar de serlo, se convierten en unos instantes en animales, con un solo movimiento de cabeza, de tal manera que hay momentos en los que el humano y la fiera parecieran uno mismo, pero eso sí, dentro de un solo cuerpo. Ver aparecer un elefante de tamaño normal en el escenario, o el difícil andar de unas jirafas con sus varios metros de altura no suele suceder a menudo, o contemplar cómo revolotean pájaros tropicales en el escenario y entre el público.
Para conseguir este realismo, la directora Julie Taymor ha sabido combinar estilos teatrales de partes tan distintas y distantes del mundo como Europa, Asia, África o América, consiguiendo conjugar todos ellos en una armonía pictórica que queda plasmada en el escenario a cada momento, en cada escena. Se nota en el trabajo de esta gran directora que para la escenografía se ha valido de técnicas y elementos del teatro tradicional asiático, con lo que le da un impulso a un género tan difícil de llevar a la escena como es el musical.
Por primera vez tenemos también El Rey León en español, con la ventaja que ello conlleva a la hora de comprender y meterse en la obra, tanto en la parte dramática como en la cómica, sobre todo esta última, donde el dueto Timón y Pumba hacen las delicias del respetable. Pero hay que advertir de entrada que el elenco de actores es de lo más variado, al estar compuesto de españoles, brasileños, africanos, cubanos, panameños, mexicanos, norteamericanos, dominicanos y de otros lugares; es decir, lo mejor de cada casa.
Son 150 minutos lo que dura El Rey León, musical por el que van a ir desfilando personajes-animales como Rafiki, Mufasa, Sarabi, Zazu, Scar, Simba, Nal, Shenzi, Banzai, Ed, Timón, Pumbaa y otros, acompañados todos ellos de bailarines y cantantes que conforman un todo en un espectáculo que el público agradece con sus aplausos.