Cualquier inversión en los negocios se mide por su rendimiento. Cuando las empresas invierten en un producto o una iniciativa, esperan que los resultados esperados por esa inversión superen el coste en el que se incurrió.
Este hecho no pasa desapercibido para aquellos encargados de los programas de formación, que a menudo tienen que trabajar de forma exhaustiva para transmitir el valor del desarrollo de los empleados a los altos cargos.
De forma esencial, invertir en la formación de los empleados aumenta las ganancias al reducir los gastos, como puede ser una menor rotación de los empleados, mayor compromiso con la empresa y un mejor rendimiento de las funciones.
Además, ayuda a aumentar los ingresos, a través de un crecimiento acelerado de las ventas y una mayor productividad.
Y, estos ejemplos, son sólo la punta del iceberg de todas las formas en que la implementación de un programa de formación eficaz puede beneficiar a una organización.
La formación puede aumentar las ganancias de forma demostrable a través de un proceso estratégico que tiene como objetivo:
- Tasas de rotación más bajas.
- Aumentar la productividad.
- Acortar el ciclo de ventas.
- Incrementar las ventas adicionales.
- Mejorar la retención de empleados y clientes.
He aquí por qué cualquier organización debería invertir en las personas y comprender la importancia del desarrollo de los empleados.
Los datos que justifican el aprendizaje de los empleados
A fines de la década de 1990, la ASTD (Asociación Americana para la Formación y el Desarrollo) publicó un estudio que mostró que las organizaciones que invierten en capacitación integral obtuvieron unos ingresos por empleado un 218 por ciento más altos que las empresas que no tenían formación formalizada.
En principio, puede parecer una cifra alta, pero al desglosar los efectos de la formación, es posible evidenciar el porqué.
La rotación de empleados sale muy cara
El Center for American Progress publicó un informe que reveló exactamente lo costosa que puede llegar a ser la rotación de los empleados: para un empleado que gana unos 75.000€, reemplazarlo cuesta aproximadamente el 20 por ciento de su salario. Eso significa que reemplazar a un empleado que gane 50.000€, costaría 10.000€ a la empresa. Y eso sólo un empleado.
La formación es una de las vías más efectivas para aumentar la retención de empleados: un estudio de 2013 del Global Journal of Management and Business Research concluyó que cuando los empleados son recompensados al recibir formación, el 70 por ciento de ellos sienten más lealtad y compromiso hacia su organización.
La formación de calidad es un imperativo
Hubspot realizó una encuesta a 287 profesionales de ventas y concluyó: «Los resultados de la encuesta indican que los encuestados de empresas con programas de formación más efectivos tienen tasas de éxito más altas, niveles más altos de satisfacción laboral y tiempos más cortos para las nuevas contrataciones».
La capacitación en todo el proceso de ventas, aumenta el volumen de ventas, como es de esperar. Y, para una empresa que busca crecer, el incremento en las ventas es crucial. Por esa razón, al momento de diseñar los programas de capacitación, las empresas deben tener los objetivos de formación claramente definidos para cada una de las áreas.
Los datos del estudio ofrecen ideas clave sobre la formación de los empleados:
- La formación está correlacionada con la rentabilidad.
- La formación reduce la rotación de empleados.
- Los trabajadores de empresas que invierten en formación se sienten más motivados y productivos.
En este punto, surge la pregunta sobre qué tipo de formación es la que se traduce en rentabilidad y aumento de productividad para las empresas. Cada organización debe analizar las carencias de los empleados y determinar las oportunidades mejora. Los expertos en recursos humanos coinciden en señalar que los Masters en Administración de Empresas son la formación estratégica que incide en la mejora de la competitividad por la visión empresarial que desarrollan los graduados.
Los Máster MBA son programas integrales en gestión empresarial estructurados para convertir a los estudiantes o empleados en los agentes de cambio del presente y líderes del futuro. La supervivencia de cualquier tipo de organización, necesita trabajadores con habilidades específicas que encuentren soluciones a los problemas actuales y futuros.
Además, haciendo una simple comparación entre el elevado ROI de formar a los empleados y cuánto cuesta estudiar un MBA en Madrid, como ejemplo de formación con gran impacto en los negocios y en las carreras profesionales, deja claro que el desarrollo y la mejora de aquellos que son la parte sustancial de la empresa está más que justificado.
Y, después, más allá de las métricas, se encuentran los beneficios menos tangibles (pero enormemente importantes), como mejorar la cultura de la empresa, capacitar a los empleados para que se desarrollen y mejoren el desempeño, y cerrar brechas de destrezas que existan dentro de la organización.
Por qué los líderes deben participar activamente en el programa de formación
La formación debe ser eficaz para generar un ROI significativo. El trabajo de los encargados de los programas de formación no es sólo gestionar la formación, sino optimizar el programa en torno a las mejores prácticas para que las propuestas de formación con su respectiva asignación presupuestaria sean lo más efectivas posibles.
Una de las prácticas más efectivas es involucrar a los gerentes en el desarrollo de sus empleados. Esta práctica no sólo mejorará la eficacia del programa de formación, sino que también permitirá que los altos mandos y la administración vean de primera mano el potencial beneficio e impacto directo que tiene en el empleado y en la empresa en general.
Por último, los resultados de la formación mejoran cuando los empleados participan de su propio desarrollo como recoge el experimento realizado en 1998 a 60 mandos intermedios y sus equipos, a través de un seminario sobre cómo recibir, interpretar y dar retroalimentación.
La capacitación efectiva de los empleados es increíblemente beneficiosa para cualquier estrategia organizacional, por eso, invertir en las personas es una de las decisiones empresariales más acertadas que se pueden tomar. Es sin duda, otra manera de marcar la diferencia entre una empresa y otra por el nivel de compromiso y cualificación profesional que tienen los empleados.