España (12,3 %) es el tercer país de la Unión Europea en número de trabajadores pobres, solo nos superan Grecia (15,1%) y Rumanía (19,1%), detalla un informe del servicio de estudios de la Fundación 1º de Mayo de Comisiones Obreras publicado el pasado 17 de octubre, día internacional para la erradicación de la pobreza.
«Hay que decir que la pobreza está aumentando en España de forma creciente en los últimos años, extendiéndose cada vez a más población y haciéndose más duradera en el tiempo. Hoy en día, una de cada tres personas se encuentra en situación de pobreza y exclusión social, siendo ya 740 mil hogares los que no tienen ningún tipo de ingreso», señala CCOO.
El sindicato sostiene que el empobrecimiento de la población en el último periodo está estrechamente ligado a las medidas que se han ido tomando en el marco de las políticas de austeridad, centradas en el pago de la deuda y no en las necesidades de las personas, con el resultado de una fuerte destrucción de empleo y caída de los salarios, la precarización de las condiciones de trabajo y una mayor desprotección de los derechos laborales, así como un drástico recorte de los derechos y recursos sociales.
El desamparo al que se enfrentan muchas personas es dramático debido al prolongado tiempo en el desempleo a la que se suman otras situaciones de desprotección, como el agotamiento de las prestaciones e ingresos o la perdida de la vivienda y los desahucios, que hacen que la situación social en su conjunto sea cada vez más insostenible, agrega CCOO, que detalla en su informe los siguientes apartados:
Evolución de la pobreza
Desde que comenzó la crisis, se está produciendo en España un proceso de empobrecimiento de la población, esto quiere decir que la población en su conjunto tiene menos recursos disponibles y que las personas que son consideradas pobres tienen aún menores recursos. Son diversos los estudios que confirman esta tendencia como por ejemplo los elaborados por Cantó y Ayala (2014), Fundación FOESSA (2014), o Malgesini y Candalija (2014).
De acuerdo con los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida de Eurostat, el volumen de personas que vive en una situación de pobreza en España se ha incrementado entre 2009 y 2012 a un mayor ritmo que en el conjunto de la UE. El umbral de la pobreza se está reduciendo: los pobres son más pobres
Los diferentes umbrales de pobreza se han ido reduciendo. Así, el correspondiente a un hogar unipersonal era de 8,9 mil euros anuales en 2009 y disminuyó hasta los de 8.1 mil euros en el año 2013. El umbral para dos adultos y dos niños era de 18,6 mil euros anuales en el periodo y cuatro años más tarde ha descendido hasta los 17 mil euros anuales.
Las mayores caídas del umbral durante el periodo se produjeron en 2010. Cuando se redujo el umbral en 400 euros anuales (respecto al año anterior) en el caso de los hogares unipersonales y en 851 euros para aquellos hogares donde conviven dos adultos con dos niños. La segunda bajada se produjo entre los años 2012 y 2013 (207 y 433 euros anuales respectivamente).
En Europa se suele utilizar la medición de la pobreza a través del índice AROPE. Tomando como referencia ese indicador, desde el comienzo del periodo de crisis, se ha producido un crecimiento constante de la población que sufre pobreza o exclusión social, pasando desde los 24,7 % en el año 2009, hasta el 27,3% en el año 2013.
Esta evolución ha sido desigual en las diferentes regiones. Así, en algunas como Castilla La Mancha, Cantabria, Aragón o Ceuta se producen incrementos superiores a 7 puntos porcentuales en la tasa de pobreza y exclusión social en dicho periodo, mientras que en otras como Castilla y León, Melilla y Canarias se produce una reducción de la población en riesgo de pobreza y exclusión social entre 2009 y
Factores que inciden en el empobrecimiento
La principal fuente de ingresos de la población las rentas provenientes del ámbito laboral (bien del trabajo, del empleo como forma regulada del mismo, o bien de las prestaciones por desempleo ante la falta de éste).
En España, se han destruido 3,3 millones de empleos entre 2008 y 2014 (segundos trimestres); lo que ha supuesto que en el segundo trimestre de 2014 exista un volumen de 17,3 millones de personas ocupadas y la tasa de empleo se haya reducido en 8,8 puntos en ese periodo hasta alcanzar el 45% en el año 2014.
En el último año, esta tendencia general ha cambiado ligeramente ya que se está produciendo un repunte del empleo asalariado (con un crecimiento del 1,7% entre 2013 y 2014), derivado principalmente del sector privado (y contratación a tiempo parcial), al tiempo que se destruye empleo por cuenta propia. Esta dinámica está haciendo cambiar de forma radical las condiciones del empleo en España, pues se está sustituyendo empleo indefinido a tiempo completo por empleo a tiempo parcial (Servicio de Estudios, 2014,b).
Este duro ajuste está haciendo, por un lado, que la población se desanime y deje de buscar empleo y por otro que la población en edad de trabajar emigre en la búsqueda de un puesto de trabajo que no encuentra en España. Ambas tendencias se muestran en la disminución de la población en edad de trabajar en 300 mil personas entre 2012 y 2014 (segundos trimestres) y en la disminución de la población activa en 385 mil personas.
Esta reducción tan importante de empleo, ha motivado que 5,6 millones de personas se encuentren desempleadas en 2014, lo que representa el 24,5% de la población en edad de trabajar. Si bien, este porcentaje se incrementa en determinados grupos de población como los menores de 30 años o los inmigrantes.
En el caso de las personas menores de 30 años, la tasa de paro sube al 40% (lo que supone 1,5 millones de jóvenes en situación de desempleo), mientras que para las menores de 20 años esta cifra se incrementa hasta el 70%. En algunas CCAA las personas menores de 20 años en desempleo superan esa proporción, tales como Cantabria (80%), Castilla La Mancha (81%) o La Rioja (88%). Por su parte, las personas extranjeras presentan una tasa de tasa de paro que asciende al 34% en 2014.
El desempleo se cronifica en el tiempo
Es preciso señalar, que estas situaciones de desempleo se cronifican en el tiempo y se están alcanzando cifras muy elevadas de desempleo de larga duración. De hecho, 3,5 millones de personas desempleadas en el año 2014 (segundo trimestre) llevan un año o más en esta situación, lo que representa un 62% del total de personas desempleadas. Asimismo, el volumen de personas que llevan 2 o más años en desempleo ha pasado del 10,7% en el año 2008 al 42% en el año 2014, sobre el total de personas desempleadas, hasta alcanzar la cifra de 2,4 millones de personas. En 2014, la “tasa de protección al desempleo” e sitúa en el 31,6%, lo que significa que 3,8 millones de personas desempleadas no reciben prestaciones por desempleo, mientras que un año antes esta tasa era del 34,5%. Esta reducción de la tasa de protección se debe al agotamiento del derecho al cobro, así como las diversas reformas laborales de los últimos años que están limitando el acceso y el mantenimiento de este tipo de prestaciones.
Este incremento del número de personas que no reciben ingresos relacionados con el trabajo ni otro tipo de rentas que sustituyan a estos ingresos, está haciendo que el número de hogares sin ningún tipo de ingreso crezca durante el periodo de crisis hasta alcanzar los 740 mil en el segundo trimestre de 2014 (el 4% del total de hogares)
Por otra parte, es creciente el volumen de hogares que no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos (41% en el año 20137) o el volumen de hogares que ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, comunidad…) en los últimos 12 meses (9,3% en el año 2013).
España es el segundo país de la Unión Europea donde existe mayor desigualdad de rentas
La pobreza está relacionada con el desigual reparto de las rentas, ya se trate este reparto desde una perspectiva que examine las rentas del trabajo y las rentas del capital, o bien desde otra perspectiva que analice la diferente distribución de los recursos entre la población.
Partiendo de la perspectiva de la distribución primaria de la riqueza, se puede indicar que las rentas de las personas asalariadas han visto reducido su peso en el PIB respecto a las rentas del capital (excedente de explotación y rentas mixtas).
Respecto a la distribución de la renta en el conjunto de la población, se pueden analizar diversos indicadores como por ejemplo, el índice de Gini, que muestra la igualdad o desigualdad de rentas de un país (siendo 0 la máxima igualdad y 100 la máxima desigualdad).
La sanidad constituye un derecho cada vez menos universal
En concreto, en el ámbito sanitario, continúan las privatizaciones; se reducen los presupuestos públicos destinados a sanidad; se reduce el personal de los centros públicos; continúan creciendo los tiempos y las personas incluidas en las listas de espera quirúrgica y continúan las medidas introducidas por la reforma sanitaria de 2012 (RDL16/2012), que conducen a la exclusión de la cobertura sanitaria de aquellas personas que no tienen garantizada la “condición de asegurado” como por ejemplo inmigrantes no regularizados o personas que tengan una estancia fuera del país superior a 90 días; también incrementan el porcentaje de copago de los productos farmacéuticos y gravan a los pensionistas con ese repago farmacéutico cuando antes estaban exentos11, copago que afecta también a otros servicios como la farmacia hospitalaria o el servicio de transporte no urgente.
Estos recortes, junto con la reducción de personal público en el ámbito sanitario, las privatizaciones de diversos servicios o el desmantelamiento de algunos hospitales de referencia12 están dificultando la rápida respuesta del sistema sanitario ante situaciones de crisis sanitaria como por ejemplo la que se ha experimentado en Madrid en octubre de 2014 por un contagio por el virus Ébola.
Conclusiones
Con estos datos, Comisiones Obreras concluye que «la pobreza, su recrudecimiento y perdurabilidad en el tiempo se han convertido en uno de los mayores dramas a los que se enfrenta la sociedad española, no sólo por la urgencia social que ha adquirido como consecuencia de la crisis económica, sino porque implica la puesta en un primer plano de las serias deficiencias del Estado de Bienestar, así como de los resultados de las políticas de austeridad llevadas a cabo por los distintos gobiernos».
Y sostiene que «la deriva social y laboral que estamos viviendo en estos últimos años no hace sino evidenciar de nuevo que, a pesar de las mejoras introducidas por la existencia del Estado de Bienestar, el sistema capitalista por sí solo no es capaz de asegurar las condiciones mínimas de vida y de igualdad de acceso a los derechos».
Abunda en este criterio el «considerar aún más preocupante el hecho de que ni tan siquiera el tener un trabajo remunerado implica en muchas ocasiones poder escapar de la pobreza. Hoy en día, la existencia de trabajadores y trabajadoras pobres es una realidad. España es el tercer país de la Unión Europea en nivel de pobreza de su población ocupada: el 12% de la población ocupada en España vive en hogares que viven con rentas inferiores al umbral de la pobreza».
Y aporta una reflexión final:
Si las rentas del trabajo ya no ejercen como mecanismo suficiente para la integración social plena, ni para la redistribución de la renta nacional y el Estado de Bienestar no cumple con el cometido de asegurarlo, ¿qué función cumple el trabajo en los Estados de Bienestar en la actualidad? ¿Qué rol se atribuye al Estado Social? ¿Estamos ya ante el desmantelamiento de la ciudadanía y sus derechos?
[…] empleo libra a los españoles de situaciones de pobreza. La crisis incrementó el índice de “pobreza laboral” de 10,8 por ciento a 12,3 entre 2007 y 2010, según el Dossier de Pobreza EAPN España […]