Es placentero saber que existe un marcado interés por mejorar el uso del lenguaje oral y escrito, lo cual se evidencia en las muy frecuentes publicaciones en redes sociales, en las que se muestran ejemplos de mal uso de frases y expresiones que contienen como, faltas de tilde, de puntuación, así como otras fallas en las que se advierte descuido y aun desconocimiento, que es la peor de las causas.
Por un lado, hay personas que procuran hablar bien y escribir de la mejor manera, y por el otro existen situaciones viciadas que se han tornado casi indesarraigables, ante lo cual nunca estará demás decir algo, aunque sea nadar contra la corriente. La gama es extensa: mal uso de vocablos por desconocimiento de su significado, uso inapropiado de la preposición «a», falta de puntuación, de concordancia, gerundio mal utilizado y repetición monótona de palabras.
Sobre los casos nombrados he escrito en infinidades de veces, y me complace saber que a la luz de las explicaciones mostradas en cada caso, muchas son las personas que han disipado sus dudas y han adquirido herramientas que les permiten un manejo relativo, dado que pueden y han podido exhibir una escritura y una expresión oral que los distingue del grupo de los que utilizan las redes sociales para opinar e informar.
Una de esas situaciones viciadas es el reiterado mal uso del verbo conllevar, asunto al que le he dedicado varios artículos a lo largo de más de los más de veinte años en los que he escrito acerca de las faltas más frecuentes en los medios de comunicación social. Sobre las causas de ese fenómeno siempre he dicho que estas se deben a la escasa formación de las personas que a diario son las encargadas de producir y de conducir espacios de interés público en radio y televisión, así como informaciones y publicidad en los impresos. Es justo reconocer que existen contadas y honrosas excepciones que se distinguen muy fácilmente.
Casos de mal uso del verbo conllevar aparecen a diario en los medios de difusión masiva, y que por el inmenso poder inductivo que estos ejercen, se han arraigado en el vocabulario de personas que usan el lenguaje oral y escrito como herramienta básica de trabajo y en el del común de las personas. Es frecuente leer u oír que «la falta de insumos agrícolas conlleva a la disminución de la siembra de maíz y otros rubros» o que «la actitud intransigente del ministro Fulano de tal conllevará a un paro de transporte». En ambos enunciados se le da al verbo conllevar un significado que no tiene.
Entre las acepciones que del referido verbo registra el DRAE, están: «Ayudar a uno a llevar los trabajos. // 2. Sufrirle el genio y las impertinencias. // 3. Ejercitar la paciencia en los casos adversos. // 4. Contener, comprender, abarcar».
De estas acepciones, la cuatro es la que más se usa, pues el resto corresponde a un lenguaje inusual en periódicos y medios radioeléctricos.
Conllevar alude al hecho de que una cosa sucede o sucederá igualmente proporcional a otra, es decir, va aparejada o lleva consigo otra. En Venezuela y en muchos países de Hispanoamérica se le atribuye el valor semántico de llevar, de conducir, de guiar, pues algunos redactores consideran que son sinónimos, y con la intención de «adornar» la prosa o la expresión oral, apelan a él, sin reparar en que incurren en error.
Si se dice, por ejemplo: «La escasez de combustible conlleva un inminente paro de transporte automotor»; «La competencia desleal conlleva el peligro de quiebra en el sector comercio»; «La devaluación del signo monetario conlleva graves consecuencias para la economía», se entiende que la falta de carburantes lleva consigo o va aparejada con el riesgo de un paro de transporte. Asimismo, la competencia desleal y la devaluación del signo monetario, son igualmente proporcionales al riesgo de quiebra en el sector comercio y a graves consecuencias para la economía, respectivamente.
Conllevar es un vocablo compuesto por la partícula «con» y el verbo llevar, lo cual permite colegir el sentido de llevar con. Los tres ejemplos citados en el párrafo anterior no admiten la preposición «a»; pero pueden construirse de otra manera en la que sí es imprescindible la mencionada preposición. La clave para un buen uso de conllevar, es tener presente que significa «llevar con» y «no llevar a».
Estimado David:
Creo que a la gente le parece más chic decir `conllevar a´ que `llevar a´ sin conciencia del error. Curiosamente incurren en estos gazapos personas con estudios universitarios, las personas menos preparadas tienen menos inclinación por estos adornamientos embarazosos. Me temo, sin embargo, que muchos lectores tampoco se dan cuenta del problema y luego se convierten en multiplicadores de estos giros erráticos.
Quiero agregar que el Diccionario Panhispánico de Dudas dedica una entrada al vocablo en cuestión, es una nota corta que complementa este artículo: https://www.rae.es/dpd/conllevar.
Saludos.