La protesta ciudadana del departamento de Potosí, iniciada el 5 de julio pasado para lograr un diálogo con el presidente boliviano, Evo Morales, no ha sido aceptada por el gobierno hasta la fecha. En contrapartida, sin embargo, día que pasa el conflicto se acrecienta y suscita la adhesión solidaria de diversos sectores sociales, en este país altiplánico, informa Omar Qamasa Guzman Boutier desde La Paz.
Organizados en el denominado Comité Cívico Potosinista (COMCIPO), se declaró huelga general indefinida en Potosí y se trasladó una numerosa delegación a la sede de gobierno, en La Paz, en procura de un diálogo con el gobierno. Los dirigentes cívicos argumentaron que, tras los acuerdos firmados el año 2009 con el Gobierno y referidos a la construcción de obras en las áreas de comunicación, salud e industria, hasta la fecha nada de lo acordado se ha cumplido.
Potosí, otrora mundialmente famosa por la explotación de plata desde los comienzos de la colonia, en el siglo XVI, ha generado, luego de la fundación de la república de Bolivia en 1825, ingentes recursos económicos, provenientes principalmente de la explotación minera. Sin embargo, los recursos sirvieron para proyectos de desarrollo en otras áreas del país, motivo por el cual, Potosí es actualmente uno de los departamentos más pobres, en un país que a su vez se encuentra entre los más rezagados del continente suramericano.
Dilación gubernamental
Al inicio de la movilización cívica potosinista, el gobierno boliviano minimizó el pedido de ese departamento. Sin embargo, conforme fueron trasladándose a La Paz cada vez mayor número de dirigentes cívicos movilizados, Evo Morales decidió ausentarse durante tres días del país. En su primera escala, en la capital Argentina, asistió junto a la presidente argentina, al descubrimiento de una estatua en las inmediaciones del Palacio de gobierno. Posteriormente viajó a Brasil para asistir a una reunión de presidentes del área. A su retorno, empero, el conflicto continúo expandiéndose por varias ciudades bolivianas.
En su primera aparición pública, luego de su retorno, aseguró que “el 98 % de las demandas de Potosí han sido atendidas”. Posteriormente, denunció que tras la movilización cívica se encontraba el vecino país de Chile. Bolivia y Chile mantiene una centenaria disputa por la reivindicación boliviana de retorno al mar, luego del conflicto bélico en 1879 que supuso la pérdida de la salida boliviana al Pacífico. La “denuncia” generó la protesta de la cancillería chilena y no tuvo, al interior de Bolivia, el efecto buscado por el gobierno de Morales, de desprestigiar la movilización potosina levantando sentimiento nacionales.
Ante la persistencia de la protesta cívica, el gobierno optó por organizar reuniones con ciudadanos potosinos, militantes del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS). Durante el pasado fin de semana, en instalaciones de la vicepresidencia, autoridades de gobierno y militantes potosinos del MAS “acordaron” diversos puntos en torno al pliego de demandan, pero la protesta de COMCIPO continúo suscitando mayores adhesiones.
Pobre rico
El cerro rico de Potosí, que fue el símbolo de la plata concentrada en sus entrañas y explotadas a lo largo de todo el período colonial, ha decaído notoriamente al menos durante el último medio siglo. Razón por la cual y en ausencia de políticas tendentes a la diversificación productiva, muchos hombres y mujeres de Potosí iniciaron el camino de la migración, interna y externa, que caracteriza hoy en día a este departamento.
Según dirigentes cívicos, en Potosí no se contaría ni con nuevas fuentes de trabajo, ni con los servicios básicos de salud. Entre los principales acuerdos firmados en 2009 figuraban la construcción de un aeropuerto para la ciudad, la construcción, equipamiento y funcionamiento de hospitales, la construcción de una fábrica de cemento y la apertura de una oficina de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL), la principal entidad minera del Estado.
A fin de viabilizar el cumplimiento de dichos acuerdos y poner fin al conflicto, COMCIPO solicitó una reunión con Evo Morales y sus ministros, bajo la mediación de la Asamblea de Derechos Humanos, la Defensoría del Pueblo, la Iglesia católica y en presencia de los medios de comunicación. Sin embargo, también esta posibilidad fue rechazada por el Poder Ejecutivo.
Para los siguientes días se han anunciado mayores movilizaciones cívicas, principalmente promovidas por residentes potosinistas, en distintas ciudades de Bolivia. Según informaron portavoces de COMCIPO, los residentes potosinos en Buenos Aires (Argentina), protagonizaran este miércoles una manifestación de protesta en las puertas del consulado boliviana, en ese país.
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