El premio de la Escuela Alemana de Ajedrez, que sirvió de inspiración para la comisión de Educación de la Federación Internacional, FIDE, cuenta con tres categorías: oro, plata y bronce. Por primera vez una escuela alemana recibió el premio en la categoría de Oro, a pesar de que los criterios son demasiado difíciles de alcanzar.
En concreto se trata de la escuela primaria de San Sebastián, en la localidad de Raesfeld. Se encuentra en Westmünsterland, región del noroeste en el estado de Renania del Norte-Westfalia, cerca de los Países Bajos.
Cuenta con 11.000 habitantes, la gran mayoría saben jugar al ajedrez rememorando el famoso pueblo del ajedrez alemán, Strobeck donde se inició la enseñanza del ajedrez en Alemania hace dos siglos.
El profesor de ajedrez y subdirector de la escuela, Manfred Grömping, es, al mismo tiempo, líder para los jóvenes y entrenador desde 1993 en el club de ajedrez Torre Raesfeld/Erle que cuenta con 88 socios (de ellos casi la mitad, 43, menores de 25 años y un total de 12 mujeres). Lleva más de treinta años enseñando el juego en el centro escolar.
Además fue elegido Maestro de Ajedrez del año en Alemania en 2013, en la segunda edición de estos premios. ″Como profesor y al mismo tiempo entrenador del club, soy el enlace, los entrenamientos del grupo a veces se llevan a cabo en las instalaciones del club, lo que crea contacto entre niños, club y socios” sostiene.
Su centro de Primaria es, hasta ahora, la única escuela alemana de ajedrez con medalla de Oro. El maestro Grömping está muy orgulloso: «Esto aumenta la autoestima». Es el líder de grupo de ajedrez en la escuela primaria.
En la escuela primaria de Raesfeld, los 370 alumnos aprenden ajedrez, ya sea en clase o en el club. Muchos, más de medio centenar de participantes divididos en dos grupos, han ganado durante años distintos premios en los campeonatos del distrito, estado y nacional, así como en la Olimpiada de Ajedrez.
El centro escolar participa en campeonatos escolares regionales y nacionales, con una docena de participantes. Para el futuro, se quiere ganar un título de campeonato alemán con los niños y sentar las bases para que las clases de ajedrez puedan continuar de forma sostenible.
Dos miembros del club apoyan a sus compañeros con lecciones de ajedrez, organizándose torneos juntos entre la escuela y el club local, los miembros del club apoyan las clases de forma voluntaria.
Desde 2008, de acuerdo con la Conferencia Escolar y el Ministerio de Educación, todos los estudiantes reciben lecciones de ajedrez y también como parte de las clases de recuperación.
En el horario escolar se imparten clases de ajedrez, se pueden jugar partidas en todas las aulas y, por supuesto, en la sala de ajedrez y también se ofrecen grupos para clubes, incluido el local.
El juego forma parte del perfil académico, la escuela apoya los materiales didácticos y la formación de profesores, con la participación en el Congreso escolar de ajedrez de Alemania. Media docena de profesores del centro dan clases de ajedrez.
Durante más de treinta años, jugar al ajedrez ha sido parte de la vida cotidiana en la Escuela de Primaria San Sebastián. Hay aulas propias para el ajedrez, un gran tablero en el pasillo de la escuela, una alfombra de eje y una clase con ordenadores de ajedrez. Incluso el coro de la escuela ha ensayado una canción de ajedrez.
No hay notas en la asignatura de ajedrez. Los niños son enseñados sin presión para jugar. Se trata de algo más que una actividad divertida, explica Grömping: «Los niños aprenden a concentrarse. Tienes que organizar juegos. Se reproducen problemas y también deben reconocer si el oponente juega mejor».
En cuanto a los beneficios en los alumnos, se cita la capacidad de concentración y solución de problemas, la mejora la capacidad de comportamiento y la persistencia en la participación de tareas complejas así como ofrece un deporte educativo, inclusivo y transgeneracional.
Además, muchos estudiantes cambian su comportamiento a mejor, sin olvidar la promoción de la autoestima: Las victorias en ajedrez y los éxitos de equipo en torneos aumentan la confianza de los niños en sí mismos y su identificación con el colegio.
″Es una recompensa por años de compromiso porque los estudiantes han aprendido mucho de las clases de ajedrez. Todo el mundo es un ganador, todo el mundo es un perdedor, eso es normal. Ganar no siempre es lo más importante», explican desde el centro con motivo del reciente galardón.
Actualmente existen alrededor de 60 escuelas de ajedrez alemanas en Primaria (hasta los diez años) y en total hay 900 grupos de ajedrez escolar en todos los niveles educativos.
