En el Día Internacional de la Traducción hay que rendir homenaje a los traductores que nos hacen llegar a los lectores las obras de autores publicadas en otros idiomas. Por este motivo, se pueden recordar las numerosas obras literarias sobre el ajedrez que no se encuentran traducidas al español aunque en algunos casos, paradójicamente, sí lo están otras de esos mismos autores.
Se puede citar como ejemplo Italia donde la reciente publicación de varios libros puede servir para este recorrido que hay que iniciar con el escritor que más amaba el ajedrez, Paolo Maurensig (1943-2021) y del que ya hemos escrito en diferentes ocasiones.
Su extensa obra literaria está vinculada al ajedrez. Además de la primera y más conocida, ‘La variante Lüneburg’ (1993) –traducida a treinta idiomas y de la que se hizo incluso una versión teatral-, también se puede encontrar en español ‘Teoría de las sombras’ (2017) sobre los días finales del entonces campeón mundial, el rusofrancés, Alexander Alekhine (1892-1946).
Escribió otros tres libros sobre ajedrecistas, no traducidos al español: ‘La última calle’ (L’ultima traversa 2012) donde aparece a través de tan solo 85 páginas la figura del ajedrecista alemán Daniel Harrwitz (1823-1884) en la última etapa de su vida, en la ciudad italiana de Bolzano; ‘El arcángel del ajedrez. Vida secreta de Paul Morphy’ (L’arcangelo degli scacchi, vita secreta di Paul Morphy 2013) en relación con la figura del destacado ajedrecista estadounidense Paul Morphy (1837-1884) y ‘El juego de los dioses‘ (‘Il gioco degli dei’ 2019) que narra la historia de Mir Malik Sultan (1905-1966), joven sirviente indio, experto en el ajedrez, que se convirtió en campeón de Inglaterra en tres ocasiones (1929, 1932 y 1933) y que la FIDE nombró, no sin polémica, gran maestro a título póstumo.
Recientemente, el periodista y escritor italiano Enrico Franceschini, de 68 años, ha publicado ‘La mossa giusta’ (El movimiento correcto) basado en el ajedrecista Ossip Bernstein (1882-1962) que recorre su vida desde la actual Ucrania en 1882 hasta llegar a París en 1962. Con una amplia obra este autor no se encuentra tampoco traducido al español.
Como curiosidad, este periodista italiano entrevistó al ex campeón mundial, Gari Kasparov y cubrió en Londres la final del Campeonato Mundial en 2018, entre el noruego Magnus Carlsen y el italoamericano Fabiano Caruana.
En su día ya mencionamos a Giorgio Fontana que publicó una novela corta titulada ‘Il mago di Riga’ (2022), ‘El Mago de Riga’, que recorre, la historia de Mijaíl Tal (1936-1992). Este libro además se inicia con el inicial movimiento de la última partida que jugó:
″1.e4 c5 2.Cf3 Cc6 3.Ab5 d6. Misha movió su muñeca sobre el tablero por un momento, simulando indecisión; luego se incorporó, pulsó el reloj, se frotó el cuello dos veces…..”
Se da la circunstancia que este autor está traducido al español en Libros del Asteroide con dos obras que fueron premiadas, ‘Muerte de un hombre feliz’ (2016) Premio Campiello y Premio Arturo Loria y ‘Por ley superior’ (2017) Premio Racalmare Leonardo Sciascia y Premio Letterario Chianti.
Un inciso aunque sea alejarse de Italia, parece incomprensible como un libro del escritor austríaco Thomas Glavinic ‘El amor de Carl Haffners por las tablas’ (Carl Haffners Liebe zum Unentschieden 1998) premio Libro del Año por el diario inglés Daily Telegraph y traducido a varios idiomas (inglés, francés, italiano y neerlandés) no esté en español y sin embargo, se pueden encontrar en Siruela otros del autor, ‘Algo más oscuro que la noche’ (2009) y ‘La vida de los deseos’ (2010).
También citar al prolífico autor italiano Roberto F. Crotoneo, de 63 años, ha sido fotógrafo, crítico literario, columnista, novelista, autor de cuentos y de poesía.
Tiene un libro publicado en español ‘Si una mañana de verano un niño’ (Taurus, 1998, actualizado en su original italiano en 2009) pero no otro, donde aborda el ajedrez, ‘Por un inmenso momento olvidé mi nombre’ (Per un attimo inmenso ho dimenticato il mio nome 2002).
En esta obra Luis, el protagonista, en un barco, fondeado ante Tánger, conoce accidentalmente al ajedrecista estadounidense Donald Byrne (1930-1976) que está obsesionado con Bobby Fischer (1943-2008) y la derrota que le infligió en Nueva York en 1956 y se desahoga reviviendo y contando la partida.
Este encuentro fue conocido en la prensa estadounidense como la ‘partida del siglo’ o ‘la inmortal de Fischer’ se disputó en Nueva York en 1956, cuando, el que luego fuera campeón mundial tenía 13 años, jugaba con negras.
En la obra literaria se destaca que, sin embargo, Fischer no la incluyó en su libro ‘Mis 60 memorables partidas’ (La Casa del Ajedrez, 2023, reedición con prólogo de Antonio Gude), la explicación es que inició su antología en 1957, un año después, hasta 1967.
La partida tiene su importante desarrollo a partir del movimiento 17, una jugada clave.
Pero en la novela se escribe antes sobre el movimiento 11: ″Moví el alfil a g5. Y un destello, casi diabólico, apareció en su rostro, comprendió mi vacilación y en esa vacilación vio mi debilidad. Mis piezas estaban mal colocadas en el tablero”. El desarrollo completo:
1.Cf3 Cf6 2.c4 g6 3.Cc3 Ag7 4.d4 0–0 5.Af4 d5 6.Db3 dxc4 7.Dxc4 c6 8.e4 Cbd7 9.Td1 Cb6 10.Dc5 Ag4 11.Ag5 Ca4 12.Da3 Cxc3 13.bxc3 Cxe4 14.Axe7 Db6 15.Ac4 Cxc3 16.Ac5 Tfe8+ 17.Rf1 Ae6 18.Axb6 Axc4+ 19.Rg1 Ce2+ 20.Rf1 Cxd4+ 21.Rg1 Ce2+ 22.Rf1 Cc3+ 23.Rg1 axb6 24.Db4 Ta4 25.Dxb6 Cxd1 26.h3 Txa2 27.Rh2 Cxf2 28.Te1 Txe1 29.Dd8+ Af8 30.Cxe1 Ad5 31.Cf3 Ce4 32.Db8 b5 33.h4 h5 34.Ce5 Rg7 35.Rg1 Ac5+ 36.Rf1 Cg3+ 37.Re1 Ab4+ 38.Rd1 Ab3+ 39.Rc1 Ce2+ 40.Rb1 Cc3+ 41.Rc1 Tc2++ 0–1
Por cierto en la misma novela se cita a Milo Temesvar, personaje ficticio citado por el escritor Umberto Eco (1932-2016), haciendo un guiño al ‘Uso de los espejos en el juego del ajedrez’ con referencia a movimientos diferentes según se vean reflejados.
Crotoneo tiene en su casa paredes llenas de libros, hasta el techo, ordenados por autor. Un gran tablero de ajedrez con una partida en curso también se encuentran presentes además de sus cámaras.
Cuando se le pregunta por el ajedrez responde: “Es un ejercicio mental. Pero no creo que sea interesante para los demás” aunque ″por mi forma de pensar, sí. Siempre pienso en los movimientos de los demás, y trato de anticiparme a ellos”.
Sobre ganar o perder reflexiona: “Ganar es de mal gusto. Me encantan los perdedores, son más interesantes”.
En cuanto a otros idiomas y autores, de los numerosos no traducidos, citar algunos de los que ya se ha escrito como el polaco Janusz Szpotański (1929-2001), el alemán Joachim Ringelnatz (1883-1934), el sueco Frans Gunnar Bengtsson (1894-1954), el también italiano Girolamo de Michele, o en la reciente novela negra el suizo Oliver Thalmann, el alemán Marcel Häußler o el noruego Johan Høst.
También mencionar que, incluso en idioma castellano, hay autores cuyas obras no han llegado a las librerías españolas como ‘Los peones son el alma del juego’ del mexicano Homero Aridjis así como ‘Diemer vs Trommsdorf’ del bogotano Mauricio Montenegro.
Por último, volver a destacar el papel de los traductores que son los que deben trasladar al idioma una obra original en otro. En obras que aluden al ajedrez desgraciadamente suele haber malas traducciones, citemos ‘Las 12 sillas’ de Iliá Ilf (1897-1937) y Yevgueni Petrov (1903-1942) en la editorial Acantilado o ‘Las jugadas que importan’ de Jonathan Rowson en la editorial Turner. Sin embargo, también hay buenas traducciones como la de ‘Gambito de Reina’, luego reconvertido en ‘Gambito de Dama’, que mantuvo el mismo traductor.