De todos es sabido que el consumo abusivo o prolongado de alcohol a lo largo de la vida, es un problema para el paciente a largo plazo. Ahora se estudia la afectación neuropsicológica además de la demencia precoz que se ha constatado en estudios de cerebros de personas adictas. Además de ser un problema de salud pública, el coste sanitario y humano es enorme, dado que una vez que se ha establecido la dependencia, el alcoholismo se convierte en un trastorno crónico y su abuso conlleva daños irreversibles en el organismo.
Según un reciente estudio, la relación entre el consumo de alcohol y el deterioro neuropsicológico es importante. Las alteraciones neuropsicológicas, estructurales y funcionales ligadas al consumo de alcohol constituyen un contínuo y se pueden valorar formas muy graves ligadas a la encefalopatía Wenicke-Korsakoff o la demencia alcohólica. Los datos han demostrado que el etanol, per se, es un tóxico celular susceptible de causar la muerte y de afectar la diferenciación y proliferación celular. Los gravísimos efectos de la muerte de células neuronales en desarrollo, el estrés oxidativo, la muerte neuronal por apoptosis y el papel del acetaldehído no debe dejarnos indiferentes.
El consumo continuado de alcohol; tomar alcohol a diario; produce una hipersensibilización compensatoria del receptor NMDA para el glutamato, lo que se traduce en un elevado incremento de la acción excitatoria. Esto supone una acumulación masiva de calcio intracelular y la muerte de la célula. Además se aumenta la generación de radicales libres que daña las neuronas y por otro lado, de forma paralela de las concentraciones de los antioxidantes lo que da lugar a una situación contínua de estrés oxidativo; de ahí que los bebedores envejezcan de una forma prematura.
Los hallazgos relacionan el consumo abusivo diario o continuado de alcohol con la atrofia cerebral.
Los estudios han verificado que en cerebros post mortem, tenían una disminución de la masa encefálica importante. Estas lesiones sugieren que los abusos del alcohol suponen una pérdida difusa de tejido cerebral, un ensanchamiento de los surcos y cisuras y un agrandamiento de los ventrículos laterales y del tercer ventrículo.
Existe además una alteración olfativa y se ha observado que presentan alteraciones cognitivas y demencias precoces. Esto supone que las personas que han ingerido de forma sistemática alcohol puedan tener por la pérdida neuronal, una disminución de la materia gris y una atrofia cerebral que les conduzca a la demencia. Existen también alteraciones en el córtex prefrontal, hipotálamo y cerebelo de forma que necesariamente existe una alteración también de la memoria, de los procesos cognitivos y de movimiento.
La llamada memoria a corto plazo se altera de forma irreversible y sugiere una amnesia transitoria ligada a una laguna alcohólica. Este episodio de forma continuada también sugiere un futuro nada halagüeño en alcohólicos de más de 15 años. El bajo rendimiento y también las dificultades neuropsicológicas han sido demostradas en los estudios además de la dificultad para la comprensión y/o el aprendizaje de nuevos estudios. También se ven comprometidas las funciones visioespaciales y las perceptivo motoras de modo que se descoordinan los movimientos y es fácil que se adelanten las caídas, tengan alteraciones conductuales y cierta deficiencia a la hora de identificar aspectos abstractos tanto verbales como no verbales.
El pensamiento de los alcohólicos suele ser rígido y poco flexible; tardan en resolver problemas o todo les parece un mundo; tienen alteraciones de la conducta desde la irritabilidad hasta el llanto y disminuye su fluidez verbal y la pérdida de control conductual; saltan a la primera de cambio.
No se puede determinar el grado de afectación ya que cada persona tiene un historial, un patrón de consumo, el sexo, y un grado determinado hace que, aunque las alteraciones neuropsicológicas desde la adolescencia hasta la edad madura se constatan, la existencia de comorbilidad psiquiátrica que es alta y es significativo el aumento de las conductas agresivas, los trastornos de la personalidad antisocial; personalidades psicopáticas, y el futuro e inmediato comienzo de la demencia en cierto grado.
Beber de manera crónica siempre afecta; beber, afecta siempre, beber en la adolescencia afecta; de lo que se deduce que el alcohol, en todos los grados y en todos los estadios, dejará huella en el organismo que luego provocará otras enfermedades, además del cáncer, ligadas a su ingesta. Ahora también se ha concluido que existe una grave afectacion neuropsicológica y el irreversible camino hacia la demencia alcohólica por déficit de tiamina asociado al historial de al menos 15 años de consumo continuado de alcohol.
Siempre es bueno pedir ayuda y dejar el alcohol. Hoy, mejor que mañana.
