Los italianos Daniele Incaletrra y Fausta Quatrini, veteranos del cine documental, interesados desde hace años por la situación social y política en América Latina, presentan esta última semana de marzo en París su película “El impenetrable”.
Un documental muy personal y original pues, a través de una historia de herencia familiar, hacen descubrir al espectador esa mítica región del Chaco Paraguayo, reputada por su selva impenetrable, así como el contexto social, económico y político de su interesante relato.
A la muerte de su padre –que había ejercido como agregado comercial en la embajada italiana en Paraguay- el director de cine Daniel Incalterra y su hermano heredaron un terreno de 5.000 hectáreas en la región del Chaco Paraguayo. La primera idea del realizador italiano y de su compañera Fausta Quatrini fue la de ceder esas tierras a los indigenas que viven en esos territorios, pero al viajar al Paraguay para tomar posesión de su herencia, descubrieron una realidad que le hizo cambiar de opinión, y decidieron hacer una película.
“El impenetrable” relata ese viaje al Paraguay y todas las peripecias sufridas para poder acceder a su terreno aislado y rodeado por las inmensas propiedades de un conocido e influyente terrateniente, Tranquilo Favero.
Como lo explica el propio Incalterra, el documental está construido con el suspense de una película del oeste. Un forastero que llega para recuperar sus tierras, y es recibido con franca hostilidad por los esbirros de ese poderoso propietario. Tras hacer intervenir a sus abogados logra por fin acceder al lugar y obtener una entrevista con el citado Favero, ganadero y principal productor de soja trangénico en Paraguay, así como principal exportador de soja y de carne. Un terrateniente cuya actividad forma parte del sistema agroalimentario de Montsanto y de las multinacionales, pero totalmente independiente en la medida en que produce sus propias semillas. Paraguay es hoy el cuarto exportador de soja en el mundo.
Al acceder a su título de propiedad, descubre con estupor el forastero que existe en realidad un segundo titulo de propiedad a nombre de otra persona. Una nueva peripecia jurídica que pone de manifiesto el sistema de corrupción instalado por la dictadura de Stroessner, y que perdura aún hoy en Paraguay. Pero Incalterra persiste y firma, y lleva su investigación hasta el final, recurre ante la justicia, pidiendo incluso audiencia con el presidente del Paraguay Fernando Lugo. Gracias a sus consejeros jurídicos esta lucha de David contra Goliat tendrá un final feliz pues Incalterra consiguió que su parcela de 5000 hectáreas, amenazada como todo el Chaco de deforestación, fuera clasificada “Reserva natural” y su gestión confiada a los indios Guarani-Ñandevas.
Un decreto del entonces todavía presidente Fernando Lugo, fue el colofón de esa increible aventura humana y cinematográfica. Desde entonces mucha agua ha corrido en Paraguay, con la controvertida destitución de Lugo y la elección del nuevo presidente Horacio Cartes, lider del tradicional Partido colorado, que se enfrenta actualmente por cierto a la primera huelga general de su mandato. Pero esta es otra historia que no figura evidentemente en la película.
Cabe recordar que en apenas cuatro años, se procedió en Paraguay a la deforestación de un millón de hectáreas en la selva virgen en el norte del país. Se estima que la deforestación es responsable del 20 % de las emisiones anuales mundiales de gas invernadero. La ganaderia ocupa hoy 60 % del territorio paraguayo. Pero el petroleo es también objeto de codicia en la conquista de El Chaco. “La primera guerra por el petroleo no fue contra Irak, fue en el Chaco 1933-1935, entre Bolivia y Paraguay, afirma Incalterra. Una guerra pagada por dos grandes compañias Shell y Esso… Hay decenas de petroleros en la región, pero la extracción no es facil, pues se trata de un petroleo sucio, repleto de tierra”.
“Por un puñado de dólares” o “La conquista del Oeste” son películas que han inspirado a Incalterra en la construcción de este western documental basado en hechos reales y en su propia experiencia personal. Esa tierra virgen e inhospitalaria paraguaya poblada por indios Ayoreros, Guarani-Ñandevas, o Enxets, sigue estando mas que nunca amenazada. Esos pueblos indigenas supervivientes de la conquista y del genocidio reclaman su derecho a vivir en las tierras de sus antepasados, en harmonía con la naturaleza.
Un brillante documental que llega a las pantallas de Francia, distribuido por “les films d’ici”, tras su paso por numerosos festivales internacionales, entre ellos: la Mostra de Venecia, el festival de Málaga, o el Festival de Mar del Plata.
http://youtu.be/r8EpE6Hr0_4
Aparte del documental mismo, es un tema de interés y misterio para mí lo de los territorios del Chaco, de cómo son en sí mismos y de cómo son, en soberanía, de unos o de otros. Lo más fuerte que me aparece es que por una intensa guerra entre Paraguay y Bolivia, en pleno siglo XX, éste pasó a ser indiscutiblemente territorio paraguayo (según un autor son 100.000 kilómetros cuadrados los que se disputaron y que finalmente quedaron de Paraguay, Bolivia los perdió en cuanto a que los consideraba suyos).
En otro aspecto, las disputas territoriales y guerras involucran a diversos actores ocultos o ayudistas (no son impulsadas o respaldadas por un solo ente, ni siquiera por grandes empresas, que sí pueden estar detrás, son un elemento más del «tira y afloja» que involucra derramamiento de sangre en acciones bélicas). Intervienen las visiones geopolíticas y geoestratégicas de los estados y los estados pueden ser hermanos, pero hermanos hasta que sus intereses propios chocan con los del otro. A la hora de la verdad, no hay misericordiosos o bondadosos en tal sentido, nadie cede nada.
Esto no era tan diferente, podría estimarse, en los tiempos originarios humanos. Los mapuches del hoy sur chileno (Araucanía) se resistieron militarmente a la invasión inca, y tuvieron éxito; antes de la llegada de los conquistadores españoles. Pero antes, también al instalarse ellos, se produjo un desplazamiento al norte y más al sur, de los otros grupos que allí mismo habitaban. En el pasado precolombino, tampoco se vivía en un «paraíso» de convivencia total, plena y permanente.
Hace unos días, compré el ejemplar de una antigua revista militar, de Academia de Guerra, donde pude leer, en una primera lectura, un amplio análisis de la Guerra del Chaco, con causas, participantes, acciones, mapas diversos, consecuencias, análisis crítico de decisiones, descripción el territorio y dificultades para vivir y luchara allí, riquezas reales y potenciales, etc.