La Fundéu indica que el sustantivo debacle es femenino, por lo que lo apropiado es escribir la debacle, no el debacle.
En los medios de comunicación pueden verse frases como «En la sede de Ferraz no fueron capaces de advertir el debacle electoral», «El debacle institucional, moral, económico y social es real» o «Los precios del petróleo se están viendo impulsados por la escalada en las tensiones políticas de Oriente Medio y por el debacle de la producción en Venezuela».
Tal como indica el Diccionario panhispánico de dudas, debacle es una palabra femenina, como en francés, idioma del que el español ha tomado esta voz. Sin embargo, es frecuente encontrar usos inadecuados en masculino de este sustantivo (el debacle), quizá por asociación con el sinónimo (el) desastre.
Esta misma obra señala que se trata de una palabra llana, por lo que la forma esdrújula débacle se considera inapropiada.
Así pues, en los ejemplos iniciales lo adecuado habría sido escribir «En la sede de Ferraz no fueron capaces de advertir la debacle electoral», «La debacle institucional, moral, económica y social es real» y «Los precios del petróleo se están viendo impulsados por la escalada en las tensiones políticas de Oriente Medio y por la debacle de la producción en Venezuela».