Es sin duda una de las grandes exposiciones de la rentré. Tras su itinerancia por Europa, el Centro Andaluz de la Fotografía (CAF) presenta la exposición Marín. Fotografías 1908-1940 del fotógrafo Luis Ramón Marín, un artista excepcional de la fotografía española del primer tercio del siglo XX condenado al olvido. Tras más de medio siglo guardado por su familia, la reaparición de este fondo es un acontecimiento artístico e histórico. La visita a la muestra justifica sobradamente el viaje a Almería, donde está expuesta en la sede del CAF.
La exposición es una producción de la Fundación Pablo Iglesias, depositaria de los fondos, en colaboración con el Instituto Cervantes. La muestra fue inaugurada el pasado jueves por el viceconsejero de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía, Sebastián Cano, junto a la hija del fotógrafo, Lucía Ramón Pla; el presidente de la Fundación Pablo Iglesias, Alfonso Guerra; y el director del CAF, Pablo Juliá. A la rueda de prensa previa de presentación de la exposición acudió la delegada territorial de Educación, Cultura y Deporte, Isabel Arévalo.
La relevancia del archivo reside no solamente en su magnífica calidad estética y artística, sino en su visión documental que permite, casi un siglo después, recomponer la sociedad española de comienzos del siglo XX a través de los personajes del momento (la familia real, bodas de familias conocidas), de la vida política (apertura de las Cortes, entierro de Pablo Iglesias, retrato de personalidades), incluso de los nuevos artefactos que habían de adquirir una gran importancia en el futuro (la aviación, las motos, los automóviles), de los sucesos dramáticos, de la aparición de las modernas industrias (la instalación de Telefónica), de la tragedia nacional (la Guerra Civil), de los deportes, de las fiestas populares, etc.
Luis Ramón Marín (Madrid, 1884-1940) comenzó a publicar sus fotografías en la prensa a partir de 1908. Es uno de los padres del fotoperiodismo y durante más de treinta años desarrolló una extraordinaria actividad publicando más de mil fotografías al año en periódicos y revistas gráficas.
Junto a otros compañeros de profesión, como Díaz Casariego, Claret, Gaspar, Alfonso y Campúa, entre otros, desarrollaron el reportaje gráfico. Durante más de treinta años de actividad sus imágenes presentaron la realidad social, política y cultural de España. Colaboró en todas las revistas gráficas de la época, pero fue en
Informaciones donde llegó a publicar, en un solo año, más de mil fotografías. La fotografía aérea y la elaboración de postales fueron otros de sus campos de trabajo. Al comenzar la Guerra Civil, fotografía el Madrid sitiado y viaja esporádicamente al frente para documentar la marcha de la guerra. En 1939 sus trabajos desaparecen de los periódicos y su obra quedó, como la de tantos fotógrafos, relegada a un injusto olvido.
Pero la historia guarda en su más íntima razón la justicia poética. En este caso, tiene un nombre: Lucía Rámon Pla, hija del fotógrafo, que conserva el excepcional archivo fotográfico del artista. Tras más de medio siglo de silencio, Lucía Ramón posibilita mediante el depósito del archivo en la Fundación Pablo Iglesias la recuperación de la obra de Marín. Más de 18.000 negativos, la mayoría en placas de vidrio vuelven a ver la luz. Tras un delicado y laborioso proceso de restauración y digitalización de las obras, Marín se presenta de nuevo al público en una primera exposición en 2003.
Años más tarde, mediante un convenio de colaboración con el Instituto Cervantes se seleccionan 67 piezas para ser presentadas en Europa, donde ha pasado por diversas capitales europeas, y actualmente se itinera por España. Marín es un fotógrafo singular y en sus fotos se puede ver un número amplio de intenciones. Como reportero da testimonio fiel del mundo que retrata, pero añade siempre un dato, un gesto, un complemento, que conducen al encuadre de los grandes pintores de la historia del arte.
Marín debió comprender que su producción poseía una importancia intrínseca, pues desde el comienzo de su trayectoria dató y anotó cada negativo, tal vez pensando en facilitar a los que descubrieran su obra una interpretación acorde con la realidad que él captó.
Catálogo y muestra bibliográfica
Acompaña esta exposición el catálogo editado por la Fundación Pablo Iglesias y el Instituto Cervantes, con textos de Rafael Levenfeld, Valentín Vallhonrat y Ricado González, a la venta en la tienda del centro durante el periodo expositivo (15 euros).
Además, la biblioteca especializada del Centro Andaluz de la Fotografía alberga todo el periodo expositivo una selección de publicaciones relacionadas con la temática de la exposición que se puede consultar de lunes a viernes de 11 a 14 horas. La muestra bibliográfica cuenta con los siguientes títulos:
1- Luis Escobar. Fotógrafo de un pueblo, Publio López Mondéjar, edit. Lunwerg.
2- La mirada de Reymundo sobre Cádiz , Quorum libros editores.
3- Bartolomé Ros, Ayuntamiento de Melilla.
4- Constantino Suárez. Fotógrafo 1920-1937, Ayuntamiento de Gijón.
5- Alfonso, edit. Lunwerg.
6- Santos Yubero, 1925-1975, edit. Lunwerg.
7- Agustí Centelles, edit. La Fábrica.
8- Alfonso y su época, Francisco Goñi. Edit. Obra social Cajamadrid.
9- Robert Capa. Els rostres de la historia, Edit. Ayuntamiento de Palma.
10- Fotografia della libertà e delle dittature, de Sander a Cartier-Bresson , 1922-1946. Edit. Fondazione Antonio Mazzotta, Milán.
11- Weegee The famous , Collection Michèle and Michel Auer.
12- Robert Capa , Edit. Salvat, Grandes fotógrafos. Magnum Photos.
13- David Seymour , Edit. Salvat, Grandes fotógrafos. Magnum Photos.
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Marín. Fotografías 1908-1940
Autor: Luis Ramón Marín.
Organizada por: Consejería de Educación, Cultura y Deporte. Centro Andaluz de la Fotografía.
Colaboran: Fundación Pablo Iglesias e Instituto Cervantes.
Fechas: Del 26 de septiembre al 9 de diciembre de 2013.
Lugar y horario: Centro Andaluz de la Fotografía. C/ Pintor Díaz Molina 9. Almería. Todos los días de 11h – 14h y 17,30 h – 21,30 h. Acceso libre.
Doshistóricos del «Clan de la tortilla»
Dos jovencísimos Alfonso Guerra (de pie a la izquierda, con gafas) y Pablo Juliá (también de pie, tercero por la izquierda) en la famosa foto del grupo de socialistas sevillanos que impulsaron la renovación del PSOE tomada 1974 en una salida al campo en un pinar sevillano. En realidad, la leyenda de la tortilla no cuadra con la naranja que está pelando Felipe González. «Aunque Pablo Juliá diga que no», declaraba a diariodesevilla.es Josele Amores, uno de los integrantes del grupo, «sí hubo tortilla, las hacía Felipe, siempre con mucha cebolla».