El ajedrez ha sido de nuevo prohibido por el régimen talibán de Afganistán, al considerarlo una práctica asociada a las apuestas y a su interpretación de la ley islámica, según los principios de la Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio (PVPV), vigente desde 2024.
“El ajedrez es considerado un medio de apostar dinero”, declaró el portavoz de la Dirección de Deportes del gobierno talibán, Atal Mashwani. «Hay preocupaciones religiosas con respecto al deporte del ajedrez», añadió.
Ya anteriormente habían manifestado las autoridades que el ajedrez ″es problemático y tiene muchos aspectos que son contradictorios con las enseñanzas del Islam”.
La suspensión es indefinida, hasta tanto se resuelvan las cuestiones religiosas involucradas, señaló el funcionario, sin aclarar qué sanciones podrían imponerse a quienes infrinjan la norma.
La decisión no sorprende ya que en su anterior etapa, de 1996 a 2001 también prohibieron la práctica del noble juego. Entonces, la campaña talibán fue tan intensa que no se encontraban prácticamente tableros cuando fueron expulsados del poder a finales de 2001.
La justificación, ya antigua, es que quita tiempo a la oración e incluso lo consideran un ″invento de Satanás”, por lo que se incluye en la lista de prohibiciones o haram (ilícito), junto con el alcohol, la música o los fuegos artificiales, entre otras muchas.
Era tan solo cuestión de tiempo que adoptaran esta medida, siendo un total espejismo su participación, solo masculina, con presencia de cinco jugadores en la última Olimpiada de Ajedrez de Budapest en 2024, acabando en el puesto 106 de 189 participantes. Además tuvieron que conseguir el visado a través de Irán, ya que en Kabul no había embajada de Hungría.
De hecho, la Federación Nacional de Ajedrez de Afganistán no ha tenido actividad ninguna en los dos últimos años.
La nueva prohibición ha generado malestar en sectores de la población, especialmente entre los jóvenes urbanos, donde el ajedrez aún se practicaba mientras que otros recuerdan que muchos países musulmanes ″tienen jugadores de nivel internacional”.
No obstante, se cumplirá la norma, en un clima donde la disidencia se mantiene bajo estricta vigilancia.
Desde que recuperaron el poder en agosto de 2021, los talibanes han reforzado su visión integrista del islam, imponiendo restricciones en distintos ámbitos culturales y deportivos.
Antes de esa nueva toma de poder talibán, el ajedrez se extendía en Afganistán incluso entre las mujeres organizando torneos el 8 de marzo.
La nueva prohibición del ajedrez representa un paso más en la campaña de control social que ejerce el régimen talibán sobre la vida cotidiana, apelando a justificaciones supuestamente religiosas, sin contemplar el valor educativo, cultural o estratégico que esta disciplina representa a nivel internacional.
Hay que recordar que en Iraq, Irán, Arabia Saudí e incluso Turquía diferentes autoridades religiosas integristas abogaron por prohibir el ajedrez.
Finalmente, incluso el escritor Javier Marías (1951-2022) en uno de sus últimos artículos ‘No entiendo’ (19 septiembre 2021) ya había augurado también lo que sucedería con la nueva toma del poder por parte de los talibanes, que iban a suspender la práctica del ajedrez.