El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ha publicado una comunicación en la que afirma que mediante el bloqueo de la enzima que afecta a algunos genes sería posible revertir la pérdida de memoria en los casos de pacientes con Alzheimer.
El estudio de estos genes llevó a la identificación de la Sp3 como la enzima ligada a la HDAC2 para la supresión de las células de la memoria. La investigación corre a cargo de Hidekuni Yamakawa, Jemmie Cheng y Jay Penney que buscarán más moléculas que cumplan la función disociadora de forma que puedan ser administradas como medicamentos.
El estudio publicado en la revista Cell Reports, afirma haber encontrado el mecanismo probado en ratones, bloquea la enzima HDAC2 en su acción degenerativa de la memoria no tendría daños colaterales.
“Esto es emocionante porque por primera vez hemos encontrado un mecanismo específico por el cual la HDAC2 regula la expresión genética sináptica”, afirmó hoy Li-Huei Tsai, directora del Instituto de Aprendizaje y Memoria Picower de MIT.
La enzima HDAC2 se une a otra denominada Sp3 y forma una unión que condensa los genes relacionados con la memoria y por tanto impide su desarrollo. Estos investigadores utilizaron un fragmento de proteína que interfiere con la HDAC2 para evitar que se uniera a la Sp3 y por tanto redujera el efecto de pérdida de memoria. Hasta ahora la mayoría de drogas inhibitorias de las enzimas HDAC, que presentan más de una docena de formas, también bloqueaban otras como la HDAC-1, lo que podía tener efectos tóxicos, pues esta enzima es necesaria para la proliferación de las células especialmente en la producción de glóbulos blancos y rojos.
En esta investigación se ha encontrado casualmente que los pacientes con estrés postraumático tienen niveles altos de la HDAC2 por lo cual, se seguirá estudiando este aspecto para abordar futuros tratamientos de esta patología.
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta como deterioro cognitivo y trastornos conductuales. Su forma típica es la pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales entre las que se incluyen estas:
Es la forma más común de demencia, es incurable y terminal. Aparece normalmente en personas mayores de 65 años aunque en algunas ocasiones algunos pacientes desarrollan los síntomas alrededor de los 40 años.