El joven marroquí Yassin Al Shibli, de 31 años, perdió la vida en una Comisaría de Policía en la localidad de Ben Guerir, como resultado de la violencia y torturas ocasionadas por miembros de la fuerzas de seguridad, en octubre de 2022. El joven fue detenido como parte de una investigación señalando la Policía que estaba bebido.
Después de más de dos años y medio de denuncias, la familia se muestra consternada por el veredicto emitido contra los tres policías acusados calificándolo de ″sorprendente”, tras una ardua lucha para descubrir toda la verdad de lo ocurrido.
Hace unos días, el Tribunal de Primera Instancia absolvió a uno de los policías procesados en el caso, condenó a los otros dos, a dos años y medio y a tres años y medio de prisión, respectivamente. El fallo provocó indignación en la familia y su defensa que ha anunciado su apelación criticando que la sentencia ″avala la tortura hasta el asesinato en las Comisarías”.
Los agentes de seguridad fueron acusados de haber cometido ″violencia contra una persona en el ejercicio de sus funciones y de haber causado homicidio involuntario por imprudencia, falta de precaución y negligencia”.
La Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH), revisó el contenido de las imágenes de cámaras de vigilancia, señalando que revelaban ″escenas horribles”.
El abogado Rachid Ait Belarbi, miembro del equipo de defensa (la familia de la víctima y la AMDH), confirmó que lo que presenció al revisar las grabaciones fue algo ″excepcional e inédito en sus veinte años de carrera profesional”.
En su testimonio, difundido por la sección de Marrakech de la AMDH, el abogado explicó que Yassin Shibli, fue sometido a «brutales torturas» y a palizas, sosteniendo que los agentes actuaron con «sadismo».
Continuó señalando: ″Las grabaciones revelaron escenas dolorosas que mostraban al joven con las manos esposadas a la espalda, atadas a barras de hierro y de puntillas, en una dolorosa posición de ‘T’, durante más de ocho horas. También fue sometido a repetidos y cobardes golpes por la espalda, dirigidos a la cabeza y la ingle, lo que le provocó la muerte”.
El abogado expresó su profundo pesar por lo que consideró una «flagrante violación de la dignidad humana», y agregó que Yassin Al Shibli entró en la estación de policía como un conocido héroe local de artes marciales, pero salió cadáver.
Destacó que el incidente no sólo afectó a la familia de la víctima, sino que también dañó significativamente la reputación de los servicios de seguridad marroquíes, sobre todo porque el crimen ocurrió al interior de una comisaría y en presencia de personal de seguridad uniformado.
La familia del fallecido autorizó a la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) a remitir el caso al Comité contra la Tortura de la ONU, considerando que su derecho a un juicio justo es un derecho para todas las personas, y también para evitar que esta tragedia no se repita, y ninguna otra familia tenga que sufrir lo padecido.
De hecho, este caso pone seriamente en tela de juicio el supuesto compromiso del Mecanismo Nacional para la Prevención de la Tortura en Marruecos. La AMDH ya advirtió de la grave situación de los derechos humanos en Marruecos, con la represión de organizaciones y voces críticas, ataques a la propiedad y desalojos forzosos de viviendas.
Del mismo modo, la familia anunció una sentada indefinida frente al Tribunal de Primera Instancia de Ben Guerir, hasta que obtengan las grabaciones de lo ocurrido, señalando que esta petición es una ″exigencia irreversible” a la que no van a renunciar.
La familia denunció que un ″grupo de cobardes desatornilló los tornillos de la rueda delantera izquierda del coche” en el que viajaban para asistir a audiencia judicial sobre su caso. Ante lo ocurrido, consideran que cualquier amenaza a la seguridad de miembros de la familia es algo ″premeditado, no un suceso aleatorio”.
Caso procesal complicado
El caso, desde un inicio, fue complicado desde el punto de vista procesal, y se inició tras una investigación de la Dirección General de Seguridad que primero justificó en su día lo ocurrido señalando que el detenido ″perdió el conocimiento”.
Luego, el Tribunal de Primera Instancia de Ben Guerir dictaminó que carecía de jurisdicción y lo remitió a la Sala Penal del Tribunal de Apelación. A su vez, el Tribunal de Apelación, consideró también que carecía de jurisdicción y el caso fue remitido al Tribunal de Casación, que resolvió la cuestión y devolvió el caso de nuevo al Tribunal de Primera Instancia de Ben Guerir.
La familia criticó la ″extraña insistencia” del poder judicial en negar el derecho a un juicio justo. Así, sus apelaciones fueron recibidas con desprecio, oídos sordos e intentos de distorsionar los hechos, empezando por el informe del fiscal en el Tribunal de Apelaciones de Marrakech, pasando por los registros de la Brigada Nacional y los informes forenses.
Así, no hubo ninguna prueba que demostrara la afirmación del Tribunal de Apelación de Marrakech de que las caídas de Yassin Al Shibli en Comisaría fueran la causa directa de su muerte.