Olimpiadas, deporte y espectáculo

Un libro recoge episodios y personajes sobresalientes de la historia de los Juegos Olímpicos

Una breakdancer australiana que quedó en último lugar pero que se ganó el cariño de todo el mundo, un tirador turco que disparó su pistola sin vestir el atrezzo de la disciplina y con una mano en el bolsillo, un jinete de 65 años, un ganador de maratón rescatado a última hora por la lesión de otro atleta etíope pero que no sólo ganó la carrera sino que también rompió el récord olímpico de la prueba… son algunas anécdotas que quedarán para la historia de los Juegos Olímpicos de París 2024, que convocaron a unos 10.500 atletas de 206 países.

Se jugaron cerca de 400 competiciones en las 45 disciplinas incluidas, y a causa de la guerra de Ucrania vetaron a atletas de Rusia y Bielorrusia, que sólo participaron en pruebas individuales como Neutrales Independientes.

En la antigua Grecia la guerra estaba prohibida durante la celebración de los Juegos, aunque este principio ya no se volvió a cumplir cuando el barón Pierre de Coubertin rescató del olvido en 1896 las olimpiadas que el emperador romano Teodosio el Grande interrumpiera en el 394 d.C. a petición de san Ambrosio, obispo de Milán, quien las consideraba inmorales y promotoras de ateísmo.

Al contrario, los Juegos se han venido utilizando muchas veces como escenario de propaganda política, han originado conflictos diplomáticos y a lo largo de su historia han registrado episodios de terrorismo y guerra fría sobre todo en forma de boicots.

Posiblemente la cita más complicada de los Juegos Olímpicos haya sido la de México 1968, un año de importantes acontecimientos como el Mayo francés, los asesinatos de Martin Luther King y de Edward Kennedy o la invasión de Checoslovaquia por los tanques de la Unión Soviética en un momento en que la guerra de Vietnam alcanzaba una de sus mayores escaladas militares.

Las olimpiadas de 1968 estuvieron a punto de no celebrarse a causa de otro acontecimiento de aquel año, la matanza de Tlatelolco en la Plaza de las Tres Culturas de Ciudad de México, en la que diez días antes de la inauguración de los Juegos una protesta convocada por estudiantes universitarios que reunió a cincuenta mil personas tuvo un dramático desenlace cuando el ejército disparó a discreción sobre los manifestantes matando a más de cuatrocientas personas e hiriendo a más de mil.

Al día siguiente el Gobierno de Gustavo Díaz Ordaz tuvo que difundir un comunicado en el que garantizaba la tranquilidad durante los Juegos Olímpicos.

Fue en aquellos mismos Juegos cuando las protestas contra el racismo que se vivía en los Estados Unidos dieron lugar a una de las imágenes más icónicas de la historia de las Olimpiadas, protagonizada por los atletas afroamericanos Thomas Smith y John Carlos quienes, descalzos y vestidos de negro, subieron al podio desde donde levantaron el puño cerrado enfundado en un guante también de color negro, símbolo del movimiento Black Power.

Historias-olimpicas-insolitas-cubierta-jpg Olimpiadas, deporte y espectáculo

Los atletas fueron expulsados pero su gesto fue ampliamente elogiado y difundido por los medios de comunicación de todo el mundo, y esa imagen es la que ha inspirado la portada del libro «Historias insólitas de los Juegos Olímpicos» (Altamarea), del periodista argentino Luciano Wernicke.

Wernicke recorre aquí todas las citas olímpicas, desde la primera de Atenas 1896 hasta la de Tokio 2020 (celebrada al año siguiente a causa de la pandemia del Covid) recogiendo multitud de anécdotas y de hechos ciertamente insólitos, algunos increíbles.

Hay episodios de robos y pérdidas de material y equipaciones que impidieron la participación de atletas, gestos de solidaridad entre competidores, historias personales de superación dignas de ser recordadas, trampas utilizadas por deportistas que consiguieron medallas o que fueron descalificados, reacciones violentas de perdedores contra árbitros y rivales, curiosas supersticiones de atletas… un largo anecdotario sorprendente, curioso, fascinante, ciertamente insólito.

La siguiente cita después de México fue además la más trágica. En Munich 1972 el grupo terrorista palestino Septiembre Negro mató a dos atletas israelíes y secuestró a otros nueve que también fueron ejecutados durante la fuga. La policía mató a cinco terroristas y capturó a otros tres.

Los Juegos sólo se interrumpieron ese día, el 5 de septiembre. En lo deportivo marcaron un hito histórico, las siete medallas de oro del nadador norteamericano Mark Spitz, insuficientes para que por primera vez la URSS superase a los EEUU en unas Olimpiadas.

Esta de París 2024 es la primera Olimpiada en la que se alcanza la paridad de participación por género, ya que compiten la misma cantidad de hombres que de mujeres. En las primeras Olimpiadas de 1896 no participó ninguna mujer y en la siguiente, la de París 1900 sólo hubo veintitrés.

El trato dispensado a las mujeres no fue siempre el mismo: en Londres 1908, mientras a los hombres se les premiaba con medallas, a las mujeres se les dio un diploma.

Curiosamente, la presencia de mujeres en Estocolmo 1912 fue protestada por el movimiento feminista, que afirmaba que la presencia de mujeres en traje de baño en las pruebas de natación atraería a más voyeurs que aficionados.

Las primeras mujeres en atletismo no aparecieron hasta 1928 en Amsterdam, donde Luigina Giavotti se convirtió en la medallista más joven de la historia al ganar la plata con once años.

Fue en estos mismos juegos cuando Elizabeth Robinson recibió la primera medalla de oro femenina. Esta mujer sobrevivió en 1931 a un accidente de avión en el que se le dio por muerta, pero se recuperó de sus heridas y volvió a ganar otro oro en 1936.

En Roma 1960 sólo permitieron que en el desfile inaugural participasen las deportistas más esbeltas y hermosas. Hasta Los Ángeles 1984 no se incluyó una maratón femenina y no fue hasta 2012 en Londres cuando todos los participantes presentaron delegaciones masculinas y femeninas.

Un caso digno de elogio fue el de la atleta argelina Hassiba Boulmerka, quien ganó el oro en Barcelona 1992 después de sufrir ataques de los fundamentalistas islámicos en forma de insultos, escupitajos y pedradas por correr en pantalones durante sus entrenamientos.

Se recogen en este libro episodios heroicos, como el del etíope Abebe Bikila, quien ganó una maratón corriendo descalzo; Jesse Owens, un maletero descendiente de esclavos africanos que humilló a Hitler al ganar cuatro medallas de oro en Berlín 1936.

Nombres que hicieron historia como Emil Zátopek, Cassius Clay, Nadia Comaneci, Ben Johnson, Michael Phelps, Usain Bolt y otros menos conocidos como el canadiense Ian Millar quien participó en diez ediciones de los Juegos, la última en Londres 2012 cuando ya tenía 65 años.

Como decíamos al principio, también estas de París 2024 proporcionaron episodios dignos de figurar en un libro como este.

Francisco R. Pastoriza
Profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Periodista cultural Asignaturas: Información Cultural, Comunicación e Información Audiovisual y Fotografía informativa. Autor de "Qué es la fotografía" (Lunwerg), Periodismo Cultural (Síntesis. Madrid 2006), Cultura y TV. Una relación de conflicto (Gedisa. Barcelona, 2003) La mirada en el cristal. La información en TV (Fragua. Madrid, 2003) Perversiones televisivas (IORTV. Madrid, 1997). Investigación “La presencia de la cultura en los telediarios de la televisión pública de ámbito nacional durante el año 2006” (revista Sistema, enero 2008).

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.