Un estudio investiga cómo los ajedrecistas eligen sus aperturas

Un nuevo estudio del Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad estadounidense de Stanford ayuda a revelar los factores que influyen en las decisiones de los ajedrecistas en sus aperturas y movimientos específicos, para lo que se utilizaron modelos estadísticos y de población para estudiar su frecuencia.

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Monumento al Ajedrez en la Plaza de los Artistas de Kielce (Polonia), instalado en mayo de 2023, obra de Sławomir Micek, ‘Mick’ de 67 años.

Se utilizaron casi tres millones y medio de partidas disputadas (en concreto, 3.448.853) registradas entre 1971 y 2019, por un total de casi ochenta mil jugadores (en concreto, 77.956).

El análisis de las partidas de ajedrez por parte de los investigadores reveló tres tipos de sesgos u orientaciones, descritos por el campo de la evolución cultural, que utiliza ideas de la biología, para explicar cómo los comportamientos se transmiten de persona a persona.

Específicamente, evidencia de jugadores que copiaban movimientos ganadores (sesgo de éxito), elegían movimientos atípicos (sesgo de disconformidad) y reproducían movimientos de jugadores famosos (sesgo de prestigio).

El estudio se titula ‘Transmisión cultural de la elección de movimiento en el ajedrez’, y se publicó el pasado 15 de noviembre en la revista Actas de la Royal Society B: Ciencias Biológicas (2023). Su elaboración ha estado a cargo del estudiante de doctorado en el Departamento de Biología, Egor Lappo, junto con los profesores Noah Rosenberg y Marcus William Feldman.

A menudo se dice que el ajedrez es un juego de información perfecta. Todas las piezas y sus posiciones son claramente visibles para ambos jugadores. Sin embargo, el simple hecho de conocer la ubicación real de todos los trebejos no bastan, obviamente, para ganar una partida.

Las partidas se ganan visualizando las posiciones futuras de las piezas, y los trebejistas desarrollan esta habilidad estudiando los movimientos hechos por los mejores en diferentes situaciones.

Afortunadamente para los ajedrecistas y los investigadores, los movimientos y resultados de las partidas de alto nivel se registran en libros y, más recientemente, en bases de datos de ajedrez en línea.

En el ajedrez, dos jugadores se turnan para mover piezas blancas (jugador 1) y negras (jugador 2) en un tablero blanco y negro con 64 escaques. El jugador con blancas hace el primer movimiento, cada trebejo (por ejemplo, caballo, peón, torre..) se mueve de una manera específica y (excepto el enroque) cada jugador mueve una pieza en cada turno.

Hay pocas opciones de movimientos en la apertura de una partida de ajedrez, y los jugadores, a menudo, se ciñen a secuencias de movimientos probadas y verdaderas, a las que con frecuencia se les da nombres como la apertura española o Ruy López (1.e4 e5 2.Cf3 Cc6 3.Ab5).

Los primeros movimientos de los grandes jugadores, maestros y grandes maestros (el mayor nivel superior) a menudo son memorizados por otros para usarlas en sus propias partidas.

Los investigadores consideraron las partidas de ajedrez de ajedrecistas con un nivel de maestro internacional entre 1971 y 2019, de las que millones han sido digitalizadas y están disponibles para ser analizadas.

«Utilizamos un modelo de genética poblacional que trata todas las partidas de ajedrez jugadas en un año como una población», señaló Lappo, quien añade: «la población de partidas del año siguiente se produce cuando los jugadores eligen movimientos del año anterior para jugar en sus propias partidas».

Para buscar posibles sesgos culturales en el conjunto de datos de movimientos y partidas de ajedrez, los investigadores utilizaron modelos matemáticos para describir patrones que corresponden a cada tipo de sesgo.Se trata de métodos estadísticos para ver si los datos coincidían («encajaban» según el término de los investigadores) con los patrones correspondientes a esos sesgos culturales.

Un valor consistente con los jugadores que eligieron al azar entre los movimientos hechos el año anterior, demostró que no había sesgo cultural. Esta era la estrategia «de referencia», el promedio habitual.

El sesgo de éxito (copiar movimientos ganadores) corresponde a los valores que jugaron los ganadores durante el pasado año. El sesgo de prestigio (copiar movimientos de ajedrecistas destacados), correspondía a valores que coincidían con las frecuencias de las líneas y movimientos hechos por los cincuenta mejores jugadores del año anterior. El sesgo de disconformidad (movimientos impopulares) correspondió a la elección de movimientos hechos con poca frecuencia durante el pasado año.

En el artículo, los investigadores se centraron en tres movimientos hechos con frecuencia en diferentes momentos de la apertura para explorar posibles sesgos al principio del juego: la apertura del peón de dama (las más usadas 1. d4 d5 y 1. d4 Cf6; otras líneas: 1. d4 Cc6; 1 d4 e6; 1 d4 b6; 1 d4 b5); la apertura Caro-Kann (1 e4 c6) y la defensa siciliana de Najdorf (1 e4 e5 2. Cf3 d6 3. d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5. Cc3 a6).

En un juego que es sinónimo de estrategia, sin embargo, se sabe relativamente poco sobre los factores que afectan a la elección de la estrategia de un jugador. Este estudio reveló evidencia de sesgos culturales en las aperturas de partidas a nivel maestro internacional, jugadas entre 1971 y 2019.

En la apertura del peón de dama, los jugadores a veces eligen movimientos extravagantes para inquietar a sus oponentes (sesgo de disconformidad). En la apertura Caro-Kann, el estudio señala que los jugadores imitan los movimientos asociados con las partidas ganadas con más frecuencia de lo esperado por la casualidad (sesgo de éxito). En la siciliana de Najdorf, los jugadores copian movimientos hechos por los mejores jugadores en partidas conocidas o famosas (sesgo de prestigio).

«La forma en que la gente obtiene información sobre los juegos de ajedrez cambia entre 1971 y 2019», apuntó Rosenberg: «Ahora es más fácil para un jugador ver partidas recientes de maestros y grandes maestros».

«Los datos también muestran que, con el tiempo, es cada vez más difícil para el jugador con piezas blancas aprovechar su ventaja en el primer movimiento», señaló Lappo.

Muchos de los resultados se alinean con ideas comunes entre los ajedrecistas, como el concepto de que las aperturas conocidas es preferible a estrategias en el momento de la fase inicial del juego.

Evolución del ajedrez

La forma de jugar al ajedrez también ha evolucionado con el tiempo. «Durante los últimos cientos de años, las pinturas sobre ajedrez muestran un cambio, de escenas abarrotadas y desorganizadas a la tranquila concentración que asociamos hoy con el juego», señala el profesor de Genética de Poblaciones y Sociedad de Stanford, Noah Rosenberg.

«En el siglo dieciocho, los jugadores no tenían un comportamiento caballeroso», según Lappo, autor principal y estudiante de posgrado en el laboratorio de Rosenberg: «Incluso si una jugada condujera claramente a una victoria, si puede interpretarse como una cobardía, el jugador la rechaza. Hoy en día, esto no es así».

«A mediados del siglo veinte, los jugadores evitaban el Gambito de Dama» (1. d4 d5 2. c4), apuntó Feldman: «No parecía haber nada racional en esta elección. En una gran base de datos de partidas de ajedrez de jugadores de nivel maestro, los prejuicios de los jugadores pueden cambiar con el tiempo, y eso hace que el ajedrez sea un tema ideal para explorar la evolución cultural».

«La tesis del artículo es que cuando un jugador experto hace un movimiento, muchos factores podrían influir en la elección del mismo», explicó Rosenberg: «la base es elegir un movimiento al azar entre los movimientos efectuados recientemente por otros destacados ajedrecistas. Cualquier desviación de esta elección se conoce en el campo de la evolución cultural como sesgos culturales».

Los investigadores sugieren que su enfoque estadístico podría aplicarse a otros juegos y tendencias culturales en áreas donde existen datos a largo plazo sobre las opciones.

«Todos estamos sujetos a los prejuicios», explica Feldman: «la mayoría de los prejuicios los adquirimos de nuestros padres o los aprendimos de nuestros profesores, compañeros o familiares».

Feldman, profesor de biología, de 81 años, cofundó el campo de la evolución cultural hace medio siglo, en 1973, con el fallecido profesor de genética en la Facultad de Medicina de Stanford Luca Cavalli-Sforza (1922-2018), como estudio para los cambios en el comportamiento humano que pueden aprenderse y transmitirse entre personas.

En el pasado, muchos estudios de la evolución cultural eran teóricos, no existían grandes conjuntos de datos sobre el comportamiento cultural. Pero ahora sí existen.

«Este conjunto de datos hace que las preguntas relacionadas con la teoría de la evolución cultural, se puede hacer de una manera que antes no era posible», apuntó Feldman: «las grandes preguntas son qué comportamiento se transmite, cómo se transmite y a quién se transmite».

Este estudio no es el único en que profesores de Stanford aluden al ajedrez, ni tampoco sobre el análisis de las aperturas en el juego que han estudiado otros centros de investigación e universidades.

Jesús Cabaleiro Larrán
Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona, rama Periodismo con cursos de doctorado, estudios sobre Marruecos contemporáneo y el Sáhara Occidental. Más de 35 años de periodismo, la mayoría en prensa escrita, ha trabajado a ambas orillas del Estrecho de Gibraltar, casi 13 años en el extinto diario El Faro Información, en Algeciras, donde empezó de redactor y del que fue su último director y en Tánger dos años en un diario digital. Además ha participado en la mayoría de los Congresos de Periodistas del Estrecho desde el inicial en 1993 hasta 2019. Titulado en ajedrez por la UAH y UNED. Amante de Portugal. Ha publicado un libro, ‘Artículos periodísticos. Apuntes para la historia de la prensa de Algeciras’.

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