UGT: 1888-2013. Una historia de lucha y logros

En un momento en el que el sindicalismo está siendo atacado sin ningún tapujo por parte de la derecha tanto política como mediática de nuestro país, con el consiguiente debilitamiento de los representantes legítimos de los trabajadores (magra cosecha ésta para intereses creados, de los de siempre), viene a cuento la exposición 1888-2013. Una historia de lucha y logros, que la Fundación Francisco Largo Caballero, de UGT, inaugura el próximo día 28 en la Escuela Julián Besteiro, de Madrid (calle Azcona, 53).

UGT-125-aniversario UGT: 1888-2013. Una historia de lucha y logrosSe trata de 125 años de la historia de España y del movimiento obrero expuestos a través de documentos, dibujos y fotografías, un tiempo histórico en el que han ocurrido muchas cosas de todo tipo, pero en el que el sindicalismo en general, y la UGT en particular, han jugado un papel esencial en el devenir de este país.

Todo empezó cuando “en agosto de 1888 tiene lugar un acontecimiento fundamental en la historia del movimiento obrero español: se funda en Barcelona la Unión General de Trabajadores creada para la defensa de sus derechos y la mejora de sus condiciones de vida”. Fundaron el sindicato unos pocos miles de trabajadores encuadrados en diferentes Sociedades Obreras de España, y su primer secretario general fue un tal Pablo Iglesias, tipógrafo de profesión.

Son estos primeros años tiempos convulsos, en los que la crisis económica y social azotan a la población, por lo que los paros y las protestas son constantes. La coalición con el otro gran sindicato, CNT, va a reforzar la capacidad de lucha, culminando con la huelga general de 1917, tras la que el Gobierno se ve obligado a decretar la jornada laboral de 8 horas. El descrédito de la monarquía y de la dictadura de Primo de Rivera va en aumento, hecho que desembocará, años más tarde, en el advenimiento de la República, régimen que nace cargado de esperanzas. El sindicalista Largo Caballero es nombrado ministro de Trabajo, con lo que UGT pasa a formar parte, indirectamente, de las responsabilidades del Gobierno. Durante la Guerra Civil 1936-1939, el papel de los sindicatos va a cambiar radicalmente, ocupando espacios de gestión y decisión política, “viéndose abocados a dirigir la defensa, la economía, el orden público, los abastecimientos, las comunicaciones, la sanidad y la retaguardia en defensa de la República”, según los documentos consultados.

El triunfo del Régimen Franquista someterá a la población y a las organizaciones sindicales a una represión sangrienta, comenzando la etapa de exilio y clandestinidad, con fuerte oposición a la dictadura, que llevará a muchos sindicalistas a las cárceles españolas. En 1976, en régimen de semiclandestinidad todavía, UGT fuerza la legalización de los sindicatos con la celebración de su XXX Congreso en España, practicando en los años siguientes una política de concertación que culminará con la firma de acuerdos económicos y sociales. En los años ochenta se promoverá la unidad de acción con otro gran sindicato, CCOO, para hacer frente a una política económica que impulsa la desregularización y precarización de los trabajadores, así como la pérdida de su poder adquisitivo, fruto de lo cual será la convocatoria conjunta de tres huelgas generales.

En el período que va de 1994 a 2008 tomará fuerza el modelo de concertación y unidad de acción, promoviendo reformas del Plan de Empleo Rural (PER), acuerdos sobre formación, pensiones, ordenanzas laborales, etcétera, al tiempo que se alcanzan numerosos acuerdos bipartitos y tripartitos. La última etapa, que en la exposición se sitúa entre 2009-2013 bajo el epígrafe de “Alternativa para salir de la crisis”, “es uno de los lustros más duros de la historia reciente en lo que al ámbito social se refiere –tasas brutales de desempleo, subida de impuestos, reducción de salarios de los funcionarios, desmantelamiento y privatización de la sanidad, de la enseñanza, de la justicia, bajada de las pensiones, rescate de bancos que desahucian a ciudadanos…”.

Conrado Granado
@conradogranado. Periodista. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid. He trabajado en la Secretaría de Comunicación e Imagen de UGT-Confederal. He colaborado en diversos medios de comunicación, como El País Semanal, Tiempo, Unión, Interviú, Sal y Pimienta, Madriz, Hoy, Diario 16 y otros. Tengo escritos hasta la fecha seis libros: «Memorias de un internado», «Todo sobre el tabaco: de Cristóbal Colón a Terenci Moix», «Lenguaje y comunicación», «Y los españoles emigraron», «Carne de casting: la vida de los otros actores», y «Memoria Histórica. Para que no se olvide». Soy actor. Pertenezco a la Unión de Actores y Actrices de Madrid, así como a AISGE (Actores, Intérpretes, Sociedad de Gestión).

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