Estrenada en Francia en 2022, «Retorno a Reims (fragmentos)», brillante documental de Jean Gabriel Periot, es una libre y al mismo tiempo fiel adaptación del libro autobiográfico de Didier Eribon «Retour à Reims» escrito en 2009 y reeditado en 2018.
El paréntesis de (fragmentos) resume bien el carácter libre de la adaptación, al referirse solamente a una parte de la reflexión del filósofo y sociólogo francés centrada en la evolución de la clase obrera y de las clases populares en Francia, a través de su propia experiencia familiar.
Periot omite en cambio la otra parte del libro en la que Eribon evoca su homosexualidad y cómo su experiencia vital consistió en luchar al mismo tiempo contra la violencia de la exclusión social y de la homofobia bien anclada en la sociedad patriarcal a todos los niveles, incluidas las clases populares.
Una omisión justificada sin duda por la necesidad de evitar una dispersión en el tema central: la evolución sociológica de la clase obrera, la crisis de la denominada «izquierda oficial» que provocó el gran desencanto de 1983, al practicar una política de derechas, facilitando la instalación de la ultraderecha en el panorama político francés.
«El libro de Eribon- explica Periot- es calidoscópico, con múltiples temas y personajes. Adaptarlo íntegramente implicaba el riesgo de sobrevolarlo superficialmente. Por eso opté por centrarme en los padres del autor para construir un relato más preciso».
Fiel adaptación, sin embargo, porque el texto que escuchamos en off en esos fragmentos escogidos, es el propio texto escrito por Eribon, y leído por la actriz Adele Haenel, que sirve de columna vertebral a este relato ilustrado con imágenes de archivo de películas y documentales, cuyos personajes evocan precisamente cada uno de los temas abordados.
La condición obrera en Francia en los años cincuenta, el drama de las madres solteras, la infancia en un hospicio, la endogamia social y la reproducción escolar, el determinismo social que excluye a los hijos de los obreros de la enseñanza superior, el trabajo en la fábrica o en un taller como aprendiz a partir de catorce años, la condición de la mujer obrera que pasó de ser «la burguesa» de su marido – dedicada al hogar, a los hijos y sus labores- al entrar en el mercado del trabajo y en las fábricas para poder alimentar a su familia, la pobreza y los abortos clandestinos, la misoginia y el patriarcado en las clases populares, la explotación y las desigualdades sociales.
Siguiendo los pasos de Eribon, las imágenes de Periot construyen una especie de historia popular de la Francia del siglo veinte, pero aquí no desde el punto de vista de los poderosos, sino desde el punto de vista de los invisibles y de las clases populares.
Los privilegios y la lucha de clases, los prejuicios racistas de la propia clase obrera ante la llegada al mercado del trabajo de fuertes olas sucesivas de inmigrantes, el racismo ordinario alimentado por el pasado colonial francés, el reemplazo de una identidad social de clase por una identidad «nacional» contra el inmigrante.
Prejuicios que fueron combatidos en la huelga general de mayo del 68 con aquella acertada consigna de «franceses, inmigrantes, el mismo patrón, el mismo combate» (Francais, inmigres, même patron, même combat), pero que vuelven hoy en día a estar de actualidad, con ese voto favorable a la extrema derecha de una parte del antaño electorado comunista, tal como lo analiza Eribon.
Formidable lección de cine, de investigación y de montaje cinematográfico la que nos ofrece Periot, en este guión estructurado en dos movimientos: el origen familiar con la historia de su madre como hilo conductor en la descripción de la condición obrera en el siglo pasado, y el segundo movimiento con el contexto político, la evolución sociológica de la clase obrera y la conclusión del cineasta cuando Periot evoca la rebelión de los «gilets jaunes» y las luchas actuales, planteándose como lo hacía Eribon en 2009 en «Retour a Reims»: la necesidad de «ofrecer nuevas perspectivas y esbozar un futuro a lo que podría llamarse de nuevo, la izquierda».
Los fragmentos cinematográficos escogidos por Periot van de «Crónica de un verano 1961 de Jean Rouch y Edgar Morin, a «Le joli mai» 1963 de Chris Marker y Pierre Lhomme, pero también una multitud de películas y fragmentos audiovisuales encontrados en el INA y otros archivos cinematográficos¹. Un trabajo de investigación desarrollado por Periot con la ayuda de su fiel colaboradora y documentalista Emmanuelle Koenig.
La película de Periot concluye con emocionantes imágenes de las manifestaciones sociales en Francia y con la canción de Marc Ogeret: «La semaine sanglante» 1968, entonada por la multitud. Un grito de esperanza: «quand tous les pauvres s’uniront» (cuando se unirán todos los pobres).
- En total, medio centenar de películas y documentales han sido visionados para extraer esos fragmentos antológicos. Entre ellas: «Crónica de un verano» 1961 Edgar Morin y Jean Rouch; «Le joli mai» 1962 Chris Marker y Pierre Lhomme; «La maternelle» 1949 André Diamant Berger; «Menilmontant» 1926 Dimitri Kirsanoff; «La crise du logement» 1955 Jean Dewever; «Celles qui s’en font» 1930 Germaine Dulac; «Du haut en bas» 1933 Georg Wilhem Pabst; «Pourvu qu’on ai l’ivresse» 1958 Jean Daniel Pollet; «Zero de conduite» 1933 Jean Vigo; «Pourquoi la greve» 1970 Paul Leban; «L’amour existe» 1961 Maurice Pialat; «Les femmes aussi» 1967 Claude Goretta; «La vie est à nous» 1936 Jean Renoir; «Elise ou la vraie vie» 1970 Michel Drach; «Etranges étrangers» 1970 Marcel Trillat y Frederic Varot; «Communisme ou pourquoi camarade» 1968 Paul Goulard; «La crise» 1992 Coline Serreau; «Il suffira d’un gilet» 2019 Aurelien Blondeau; «Le carnaval étrange» 1959 Sylvain Dhomme; «Tout va bien» 1972 Jean Luc Godard; «Paris la nuit» 1930 Henri Diamant Berger; «A la conquête du bonheur» 1947 Marc Meurettte; «Les copains dimanche» 1958 Henri Aisner; etc.