El ajedrez ruso ha celebrado como en todo el mundo el Centenario de la Federación Internacional de Ajedrez, FIDE, a lo que se añade el programa ‘Cien partidas en cien ciudades de Rusia’, organizado por la Federación Rusa de Ajedrez (FRS, siglas en ruso) con un acto conmemorativo en la Casa y Museo del Ajedrez en Moscú.
Previamente hay que recordar que la FRS está suspendida con dos años por parte del comité de ética de la FIDE, sanción que ha sido recurrida.
Ahora, las autoridades rusas han hecho desaparecer de los libros de historia el nombre y logros del que fuera campeón mundial de ajedrez en la etapa de la extinta Unión Soviética, Gari Kasparov, nacido de una madre armenia y padre judío, en la actual capital de la hoy república de Azerbaiyán, Bakú, aunque no haya tenido nunca su nacionalidad.
Efectivamente, en el nuevo libro de texto de historia para las clases de 11º grado en el texto, supervisado por el ex ministro de Cultura (2012-2020) de la Federación Rusa, Vladimir Medinsky, no figura en la lista de campeones mundiales de ajedrez.
La sección sobre ajedrez titulada ‘Ideología y cultura en 1964-1985’ cuenta en su lista con Mijaíl Botvinnik (1911-1995), Vasily Smyslov (1921-2010), Mijaíl Tal (1936-1992), Tigran Petrosian (1929-1984), Boris Spassky y Anatoli Karpov. De este último no se menciona que perdió en 1985 el título de campeón mundial ante Gari Kasparov, precisamente en Moscú.
Kasparov es conocido por sus duras críticas al presidente ruso Vladimir Putin. Ha participado en varios movimientos de oposición y critica sistemáticamente a las autoridades rusas. En junio de 2013, anunció su salida de Rusia y su lucha contra el régimen de Putin en la esfera internacional.
Desde febrero de 2022, después de la invasión de Rusia a Ucrania, Kasparov es miembro del Comité Ruso AntiGuerra. El Ministerio de Justicia ruso registró al ajedrecista en el registro de agentes extranjeros el 6 de marzo de 2024, y lo incluyó en la lista de terroristas y extremistas.
El 4 de abril de 2024, el Tribunal de Siktivkar arrestó a Kasparov, en ausencia, por ″la creación de un grupo terrorista, la financiación de actividades terroristas y llamamientos públicos para el terrorismo”.
Pero hay más, en la Casa del Ajedrez de Moscú se reunió recientemente, el director ejecutivo de la FRS, Alexander Tkachev con el director del Sharjah Masters 2024, miembro del Sharjah Cultural and Chess Club y presidente del Comité de Árbitros de la Federación de Ajedrez de la Emiratos Árabes Unidos, Abdulla Murad.
No conviene olvidar que el presidente de la Federación Asiática de Ajedrez, el sultán Ibn Khalifa Al Nahyan, miembro de la familia real de Emiratos Árabes Unidos y del Consejo de FIDE, apoyó y dio la bienvenida al traslado de Rusia a Asia, lo que le valió la Orden de la Amistad por parte de Putin, ″por su gran contribución a la popularización del ajedrez en Rusia y en el extranjero”.
Después de la reunión, el director del Museo del Ajedrez y miembro del comité histórico de FIDE, Dimitri Oleinikov, invitó a Murad a un recorrido por el museo del Ajedrez y le entregó un catálogo como recuerdo de su visita.
Murad señaló: ″Un momento muy especial para mí fue sentarme en la mesa utilizada durante el encuentro Karpov-Kasparov jugado en Moscú en 1985”. Pues bien en los medios rusos, toda referencia a Kasparov viene acompañado de la siguiente apostilla: ″Gari Kasparov está incluido en la lista de terroristas y extremistas de Rosfinmonitoring y reconocido como agente extranjero en Rusia”. Este añadido es común en todo el ajedrez ruso para referirse a Kasparov.
Rosfinmonitoring es el servicio federal creado por Putin para la inteligencia financiera, ″contra la financiación del terrorismo y proporciona listas de personas acusadas de actividades o escribir libros extremistas”. Putin usa así los mismos métodos que Stalin para revisar la historia y hacer desaparecer a Kasparov de los libros de historia y del ajedrez ruso.
Pero hay que quedarse en la Casa del Ajedrez que lleva el nombre de Mijaíl Botvinnik, que alberga también el Museo del Ajedrez de Moscú. El pasado viernes 19 de julio celebró una recepción solemne en honor al Día Internacional del Ajedrez. En el evento se presentaron las Insignias de Oro de la FSR y las medallas dedicadas al Centenario del Ministerio de Deportes de la Federación Rusa.
Entre los presentes que fueron galardonados el que fuera campeón mundial, y diputado de la Duma de la Federación Rusa, Anatoli Karpov, el ex presidente de FIDE Kirsan Ilyumzhinov y el gran maestro Sergei Karjakin, además de otras autoridades federativas, ajedrecistas, entrenadores y otros representantes de la Federación de Rusia.
Lógicamente los premiados agradecieron a la FSR y personalmente a su presidente, Andrei Filatov por el galardón, por la organización del festival de ajedrez y celebraron su gran contribución al desarrollo del ajedrez.
Entre otras manifestaciones Filatov declaró: «Quiero expresar palabras de gratitud a aquellas personas que desarrollan y popularizan el ajedrez. Tenemos muchos logros y estamos orgullosos de ellos. Gracias al presidente ruso Vladimir Vladimirovich Putin por el gran aprecio de nuestro trabajo».
Por su parte, el ex campeón mundial Anatoli Karpov felicitó a todos por el Día del Ajedrez y señaló que ″a pesar de todas las dificultades”, el ajedrez en Rusia se está desarrollando, e instó al mundo del ajedrez ″a unirse, a seguir el lema de Gens Una Sumus y no dedicarse a la política”.
En este recorrido hay que terminar con el gran maestro ruso, Sergei Karjakin que recibe una nueva recompensa por su continuo trabajo en interés del Kremlin. El que fuera candidato a campeón mundial en 2016, representará a la peninsula de Crimea, anexionada por Moscú desde 2014, en el Consejo de la Federación de Rusia.
El jefe de Gobierno en Crimea, Serguéi Aksiónov, señaló: «Sergei es un verdadero patriota, que ha demostrado en la práctica su firme posición”.
Su última presencia fue en la pequeña ciudad de Avdiivka, conquistada y completamente destruida por el ejército ruso. Previamente, ya visitó y jugó partidas en los territorios conquistados por Rusia con niños de entre cinco y quince años, en concreto en las ciudades de Mariupol, Donetsk, Lugansk, Makiivka y Jartsyzsk. «Espero que los niños se integren en el ajedrez ruso lo más rápido posible y participen en los torneos rusos», sentenció.
Por su apoyo a la invasión rusa de Ucrania, FIDE le prohibió participar en torneos internacionales durante seis meses. Después, casi no jugó torneos negándose a competir bajo la bandera neutral, impuesta por las sanciones internacionales deportivas a Rusia.
Desde entonces prácticamente solo juega en Rusia. En diciembre de 2023, por ejemplo, representó a la región de Moscú en la Copa del Grupo de Empresas, en un torneo rápido además de participar en las ediciones anuales del torneo Chess Stars y del Foro Internacional de Moscú, donde jugó una exhibición ante Ernesto Inàrkiev.
El torneo Chess Stars 4.0, celebrado el pasado junio, contó con los habituales grandes maestros, como el azerí Teimour Radjabov, el ruso Vladislav Artemiev (que ganó el título), además del gran maestro iraní Amin Tabatabaei (ganó el torneo Aeroflot en Moscú en marzo) y el indio Raunak Sadhwani, también la campeona mundial china Hou Yifan y la rusa Aleksandra Goryachkina.
Pero Karjakin también intentó conseguir un puesto oficial a finales de 2022. Tras ser nominado por la asociación chechena, Karjakin fue derrotado en las elecciones a presidente de la Federación Rusa de Ajedrez por Filatov que ostenta el cargo desde 2014 y permanecerá, al menos, hasta 2026. En la votación, 58 delegados lo votaron por siete a Karjakin.
El ajedrecista ruso Daniil Dubov no cree que sea un patriota con una postura firme: «Estoy bastante seguro de que Karjakin hace todo esto principalmente para su beneficio propio, para seguir una carrera política».
Karjakin nació en 1990 en Simferopol, península de Crimea, inicialmente representó a Ucrania, en tres Olimpiadas de Ajedrez. En 2009, adquirió la ciudadanía rusa y representa a Rusia desde entonces.
Cuando Rusia anexionó Crimea en 2014, Karjakin celebró la conquista con una foto con el pulgar hacia arriba, luciendo una camiseta de Putin bajo el lema: ‘No dejamos a nuestros chicos atrás’. Sobre el actual presidente ruso, declaró: «Estoy totalmente de acuerdo y apoyo todo lo que hace».
En 2016, Karjakin gana el Torneo de Candidatos y pierde el Campeonato Mundial disputado en Nueva York, contra el entonces campeón mundial Magnus Carlsen en un desempate.
Por último, hay que recordar el reciente Centenario de FIDE, con su directiva encabezada por el ruso Arkady Dvorkovich, que ha lanzado un ambicioso programa de diez objetivos ″para los próximos cien años”.
Un presidente que está sancionado por su propia comisión de ética, por violar el código ético de la FIDE, ya que ″no está a la altura de su función de modelo a seguir”; ″daña la reputación de la FIDE desacreditando el juego de ajedrez” y está involucrado ″en una asociación cuyas actividades son incompatibles con los objetivos o intereses de la FIDE” según se recoge en su veredicto, ahora, paradójicamente, quiere dar lecciones de ética.
En el apartado noveno de los diez objetivos FIDE, titulado ‘Fortalecimiento de la gobernanza y la ética’, representa un sarcasmo que, con la foto presidida por una persona y directiva en París sin ética alguna, según su propia comisión, abogue en este punto porque la FIDE ″debe procurar siempre mantener los más altos estándares de gobernanza, transparencia y comportamiento ético” lo que incluye ″la promoción activa de valores y comportamientos éticos”.
Habría que preguntarse como alguien sin ética alguna, según veredicto de su propio comité, puede promoverla y cómo las federaciones nacionales y los miembros de los comités permiten esta situación. La respuesta es simple: dinero, granjerías y muchos, muchos intereses de todo tipo.