Bachelet denuncia las condiciones que sufren los migrantes y refugiados en EE. UU.

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se ha mostrado este lunes 9 de julio de 2019 horrorizada “por las condiciones en que los migrantes y refugiados, niños y adultos, están detenidos en los Estados Unidos de América después de cruzar la frontera sur”.

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Unicef/Tanya Bindra:
una mujer llora antes de reunirse con su hijo que fue deportado.

Para la responsable de velar por el cumplimiento de los derechos humanos en el mundo, las medidas para gestionar el movimiento de personas en la frontera deben cumplir con las obligaciones del Estado en materia de derechos humanos y no basarse en políticas de miras estrechas destinadas únicamente a detectar, detener y deportar rápidamente a los migrantes irregulares.

También recordó que la detención de niños migrantes puede constituir un trato cruel, inhumano o degradante.

Michelle Bachelet, quien además es madre y pediatra, hace hincapié en que “los niños nunca deben ser recluidos en detención migratoria o separados de sus familias”.

Según informaciones de prensa no confirmadas oficialmente, desde octubre, nueve personas, de ellas tres niños, han muerto en los centros de detención a los que son conducidos los migrantes y refugiados tras cruzar la frontera sur de los Estados Unidos. Muchos también han caído enfermos debido a unas pobres condiciones higiénicas y sanitarias.

Cuando finalmente creen que han llegado a salvo, pueden encontrarse separados de sus seres queridos y encerrados en condiciones indignas. Esto nunca debería suceder en ninguna parte.

«Como pediatra, pero también como madre y exjefa de Estado, estoy profundamente sorprendida de que los niños se vean obligados a dormir en el suelo en instalaciones superpobladas, sin acceso a atención médica ni alimentos adecuados, y con malas condiciones de saneamiento», dijo Bachelet.

Trato cruel, inhumano o degradante

La Alta Comisionada declaró que varios organismos de derechos humanos de la ONU han encontrado que “la detención de niños migrantes puede constituir un trato cruel, inhumano o degradante que está prohibido por el derecho internacional».

«Detener a un niño, incluso por períodos cortos y en buenas condiciones, puede tener un impacto grave en su salud y desarrollo. Consideren el daño que se está haciendo todos los días al permitir que esta situación alarmante continúe», afirma Bachelet, para quien es claro que la detención de inmigrantes nunca está en el mejor interés de un niño.

Bachelet menciona el perturbador informe de la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense que señala que se deben corregir las condiciones en los centros para migrantes a lo largo de la frontera sur, e insta a las autoridades a encontrar alternativas que no incluyan la detención de niños y adultos migrantes y refugiados.

El arresto, el último recurso

«Cualquier privación de libertad de los migrantes y refugiados adultos debe ser una medida de último recurso», asevera la Alta Comisionada que indica que, si se lleva a cabo la detención, esta debe ser por el período más corto de tiempo, con garantías de debido proceso y en condiciones que cumplan con todas las normas internacionales de derechos humanos relevantes.

“Los Estados tienen la prerrogativa soberana de decidir sobre las condiciones de entrada y permanencia de los extranjeros. Pero claramente, las medidas de gestión de la frontera deben cumplir con las obligaciones del Estado en materia de derechos humanos y no deben basarse en políticas de miras estrechas destinadas únicamente a detectar, detener y deportar rápidamente a los migrantes irregulares», agregó.

Bachelet indica que, en la mayoría de estos casos, los migrantes y los refugiados han emprendido viajes peligrosos con sus hijos en busca de protección y dignidad y alejados de la violencia y el hambre: “Cuando finalmente creen que han llegado a salvo, pueden encontrarse separados de sus seres queridos y encerrados en condiciones indignas. Esto nunca debería suceder en ninguna parte”.

Situación compleja en México y América Central

La Oficina de Derechos Humanos de la ONU en México y América Central ha documentado numerosas violaciones de derechos humanos y abusos contra migrantes y refugiados en tránsito, incluido el uso excesivo de la fuerza, la privación arbitraria de la libertad, la separación familiar, la denegación del acceso a los servicios, el rechazo y expulsiones arbitrarias.

La Alta Comisionada reconoce la complejidad de la situación y los desafíos que enfrentan los Estados de origen, tránsito y destino.

Por ese motivo, les pide que trabajen juntos para abordar las causas fundamentales que obligan a los migrantes a abandonar sus hogares mediante la implementación de políticas transversales que tomen en cuenta los complejos factores de la migración. Estos factores incluyen la inseguridad, la violencia sexual y de género, la discriminación, la pobreza, los impactos adversos del cambio climático y la degradación ambiental.

Bachelet también rindió homenaje a individuos y organizaciones de la sociedad civil que han brindado a los migrantes los derechos más básicos, como el derechoa al agua, la alimentación, la salud, la vivienda adecuada y otra asistencia de este tipo.

«La provisión de asistencia para salvar vidas es un imperativo de derechos humanos que debe respetarse en todo momento y para todas las personas necesitadas; es inconcebible que aquellos que buscan brindar dicho apoyo corran el riesgo de enfrentar cargos penales», afirmó.

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