Habría que preguntarse en qué momento la ciencia se separó de las Humanidades, cuando durante tantos siglos las matemáticas fueron de la mano de la música mientras las artes plásticas se relacionaban con la física.
En España el sistema educativo decidió un día que los estudiantes tenían que elegir entre ciencias y letras para poder cursar sus estudios secundarios. Desde entonces uno ya puede ser un gran científico sin necesidad de saber quién fue Shakespeare mientras un gran escultor puede no haber oído jamás hablar de Newton.
Hacía estas reflexiones mientras recorría las instalaciones de “Cosmos”, la gran exposición comisariada por el profesor Sánchez Ron que pudo verse en septiembre de 2018 en la Biblioteca Nacional de España y que tuvo como eje central una mirada globalizadora al Cosmos a través de la ciencia y la naturaleza, desde las primeras manifestaciones prehistóricas al nacimiento de la astronomía y la era de los viajes espaciales.
Para entender en toda su dimensión los fenómenos del universo científico a lo largo de la Historia se mostraban manuscritos, incunables, cuadros, tapices, mapas, maquetas, esferas armilares y otros instrumentos utilizados por los protagonistas y los científicos de la evolución de la humanidad.
Un recorrido fascinante
Un tapiz de Hércules sosteniendo la esfera terrestre, de 1530, recibía a los visitantes a esta exposición a lo largo de cuyo recorrido se mostraban piezas de gran valor, como los dos volúmenes de los códices de Madrid de Leonardo da Vinci, el ejemplar de la Biblia de Gutenberg de la Universidad de Sevilla, las “Etimologías” de San Isidoro, una primera edición de la “Philosophiae Naturalis” de Newton, maquetas de telescopios, de barcos (desde naves vikingas al Hespérides), soportes de ladrillos con escrituras cuneiformes, ediciones de las primeras obras de Einstein y Darwin… Ante la mirada de los visitantes desfilan desde los restos más antiguos de la naturaleza, fósiles con miles de años, a un robot humanoide, pasando por artefactos voladores diseñados por Leonardo da Vinci, un arcón con instrumentos matemáticos que utilizó Carlos II en sus años de estudiante, la locomotora de la Revolución industrial, aviones y autogiros, telégrafo, teléfono, radio y televisión… mezclados con cuadros de Sorolla, José Ribera, Rafael Tejeo, Durero, Jean Ranc o Adriaen van Stalbent relacionados con la ciencia y la investigación.
La exposición “Cosmos”, nombre con el que se rinde homenaje a Carl Sagan y Alexander von Humboldt, se divide en cuatro grandes apartados que acogen los temas Universo, Tierra, Flora y Fauna (incluyendo a los homínidos) y Ciencia y Tecnología. Así, el arranque comienza acercando al visitante a la estructura y composición del Cosmos y al nacimiento de la astronomía hasta la invención del telescopio. Aquí están las Tablas Astronómicas de Alfonso X el Santo, el Almagesto de Ptolomeo y dos esferas armilares, una geocéntrica y otra heliocéntrica, junto a una maqueta del telescopio que Carlos III encargó a Herschel para el Observatorio Astronómico de Madrid, destruido durante la Guerra de la Independencia.
El apartado Tierra se centra en nuestro planeta, uno de los millones que contiene el universo, y muestra las obras de quienes la exploraron y cartografiaron, geólogos y científicos que fueron desvelando sus secretos. De aquí se pasa a Vida: Flora y Fauna. Este es otro de los apartados de la muestra, dedicado a los seres vivos del planeta Tierra y a su evolución, donde se expone un ejemplar de “El origen de las especies” de Charles Darwin junto a obras de Aristóteles, Plinio el Viejo, Vesalio, Linneo, Ramón y Cajal o Louis Pasteur.
Finalmente, Ciencia y Tecnología recoge algunos de los inventos de la humanidad que ayudaron a descubrir y entender la naturaleza y la historia y a facilitar la comunicación entre los humanos. El visitante se despide mirando al futuro, con la colonización espacial, la robotización y la inteligencia artificial.
Una maqueta del cohete Ariane 2, otra de la sonda Viking que exploró Marte y un robot humanoide enmarcan un video final donde se reconoce la labor muchas veces oculta de las mujeres que aportaron grandes investigaciones y descubrimientos al mundo científico.