La economía ecuatoriana ha crecido en los últimos años gracias a la exportación del petróleo y a la venta de productos primarios como el banano, cacao, camarón, rosas, entre otros. Sin embargo, el gobierno busca generar más riqueza, lograr un desarrollo más sostenible e impulsar actividades ligadas al talento humano, a la tecnología y el conocimiento, a través del cambio de la matriz productiva, informa Andes.
En ese marco también impulsa la transformación de la matriz energética para pasar de una energía cara y contaminante, basada en hidrocarburos (centrales térmicas), a una más barata y limpia como la generada por las ocho hidroeléctricas que están en construcción y que empezarán a operar en 2016.
“El cambio de la matriz productiva no se decreta, no es una ley, el cambio de la matriz productiva se suscita”, afirmó el vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, en la clausura de un seminario para periodistas el pasado viernes en Quito.
¿Por qué cambiar las exportaciones de los productos “estrella” ecuatorianos?
“Hay una enorme vulnerabilidad cuando uno depende de determinados productos que no tienen transformación, valor agregado e innovación”, explicó Glas.
Con una posible recesión del mercado internacional se consumiría menos petróleo y otros productos primarios, con el respectivo impacto para la economía ecuatoriana. Además el costo de esos bienes dependen de factores externos y no del país.
Recientemente, el presidente Rafael Correa aseguró -ante la caída de los precios del petróleoque por cada dólar que se reduce por barril de crudo, la economía nacional pierde alrededor de 70 millones de dólares.
En ese sentido, se necesita asegurar la cantidad de dólares que ingresan al Ecuador para mantener la dolarización, que rige desde hace 14 años, tras la grave crisis económica causada a raíz del feriado bancario de 1999.
En el Presupuesto General del Estado para el próximo año, que asciende a 36.000 millones de dólares, las exportaciones petroleras únicamente representan el 10%. La mayor fuente de financiación proviene de los impuestos recaudados que superan los 15.500 millones al año.
Sin embargo; las ventas petroleras aportan al país el 50% del total de las divisas que ingresan a la economía.
Energía eléctrica para exportar
El gobierno ecuatoriano pretende aumentar la producción de energía eléctrica limpia para lograr un mayor desarrollo local y regional. Con este fin se ha dispuesto la construcción de ocho hidroeléctricas: Mandariacu y Toachi Pilatón (en la provincia de Pichincha), Mazar, Quijos y Minas San Francisco (Cañar), Paute Sopladora (Morona Santiago), Delsitanisagua (Zamora Chinchipe) y Coca Codo Sinclair (Sucumbíos y Orellana), que implican una inversión de alrededor de 5000 millones de dólares y que aportarán 2800 megavatios. Al momento, la «demanda pico» de energía eléctrica nacional asciende a 3400 megavatios, según autoridades del sector.
Con el aporte de las hidroeléctricas se evitará la generación térmica que contamina el medioambiente e implica mayores costos, ya que funciona con combustibles.
“Somos un país petrolero, casi casi que tenemos el derecho de generar electricidad con hidrocarburos, pero hicimos lo más difícil, apostamos y decidimos ir por energía renovable, energía amigable con el medioambiente”, precisó el segundo mandatario ecuatoriano.
Exportar productos procesados y con valor agregado
Asimismo, el cambio de la matriz productiva también plantea incrementar las exportaciones de los productos ecuatorianos más representativos, pero añadiendo valor agregado, es decir, procesándolos.
Por citar un ejemplo, en el caso del cacao, del que Ecuador es uno de los principales productores mundiales, si un kilo cuesta 0,30 dólares, el país puede beneficiarse considerablemente de los 12 dólares que costaría el mismo kilo de chocolate procesado, que aumentaría la ganancia en 4.000%.
Reducción de importaciones y aumento de producción nacional
La clase media ecuatoriana ha pasado del 19 % al 35 %, dado el crecimiento económico del país. En este sentido, las importaciones de artículos extranjeros han ascendido, dio a conocer el vicepresidente.
“El crecimiento de la economía no se ha sostenido con un aumento de producción nacional sino con más importaciones. Ese consumo representa mayor salida de dólares y es por eso que tenemos que aumentar la capacidad productiva nacional”, aseveró.
Desde el año pasado las autoridades buscan sustituir importaciones y aumentar la producción local. Hace pocas semanas, el ministro de Industrias, Ramiro González, detalló que entre enero y septiembre de este año Ecuador ha logrado reducir importaciones por 1726 millones de dólares, superando ampliamente la meta prevista para 2014, de unos 300 millones menos. Además, se han firmado convenios con 905 empresas para aumentar la producción nacional.
Inversión en educación y tecnología
El vicepresidente explicó que Ecuador pretende conseguir una transformación de una «economía de recursos finitos a una de recursos infinitos»; es decir, una economía no basada en bienes materiales sino que dependa del conocimiento y del talento humano.
Así, se ha invertido en el mejoramiento de la educación primaria, secundaria y superior. Precisamente, para esta última, el gobierno destina alrededor del 2 % del producto interno bruto (PIB), lo que le ubica a Ecuador por encima de todas las naciones de la región y sobre países como Alemania (0,7 %), Canadá (0,9 %), Estados Unidos (0,9 %), Bélgica y Francia (1 %), Noruega (1,2 %), Australia y Holanda (1,3 %), Finlandia, Suiza y Reino Unido (1,4 %) y Suiza (1,6 %).
El cambio de la matriz productiva en cifras
- Un aporte de 5.200 millones de dólares al año más al PIB en industrias básicas como petroquímica, siderúrgica, aluminio, astilleros, refinación de cobre, entre otras.
- 6.100 millones de dólares más al PIB en agroindustrias como cacao, biocombustibles, ganadería, maricultura, forestal.
- 800 millones de dólares a través de la reducción de importaciones no petroleras (conservas, cosméticos, ensamblaje, ropa y calzado) a través del fortalecimiento de la industria nacional.
- 9.000 empleos directos en la operación de industrias básicas.
- 485.000 empleos directos en agroindustrias.
- 2.300 millones de dólares anuales como aporte positivo a la balanza comercial (industrias básicas).
- 5.000 millones de dólares como aporte positivo a la balanza comercial (agroindustrias).
- Reducción de 11 millones de toneladas de CO2 (equivalentes al 70% de emisiones del parque automotor): 9 millones a través de los ocho proyectos hidroeléctricos y dos más por uso de cocinas de inducción o eléctricas que están reemplazando a las de gas licuado de petróleo, que significa millones de dólares en subsidio estatal al año.
- 35.000 kilómetros de fibra óptica en 2014 (3.500 kilómetros estimados en 2006), que tendrá tecnología que implicará ser una de las más rápidas de la región. Este avance permitirá aumentar la conectividad a internet en todo el país y mejorar los procesos de producción, de conocimiento, de trabajo y otros ámbitos.