El suicidio de delfines se produce tanto en libertad como en cautividad
Los delfines junto al hombre son los únicos animales con capacidad de quitarse la vida de forma consciente. Estos cetáceos se pueden suicidar en el medio natural individualmente o en grupo. También es una práctica que se da mucho en cautividad debido al estrés y la depresión que les provoca no estar en libertad.
¿Cuáles son las causas?
Se desconocen las causas exactas. En los delfines libres se relaciona con problemas de contaminación, enferman y van a morir a la costa; o directamente cuando sufren alguna enfermedad deciden varar antes que seguir sufriendo. Los varamientos son característicos en ejemplares en el entorno natural.
Otra causa es que se desorientan debido al sonar de los barcos. Los delfines se comunican y orientan mediante un sistema de ultrasonidos parecido al sonar y radar, emiten ondas que rebotan y al captarlas exploran el medio o se comunican con el resto de la comunidad, ya que son animales sociales, (aunque para comunicarse también usan sonidos). A veces captan señales ajenas de las embarcaciones y se desorientan chocando contra grandes barcos o dirigiéndose a las playas en un “suicidio involuntario”.
Este sistema de comunicación y exploración está relacionado con el oído, la contaminación acústica (fuertes ruidos artificiales en el mar) también les afecta en la orientación o incluso les provoca sordera (1) que puede acabar en la muerte natural o “autoprovocada”.
Los delfines son animales sociales e inteligentes y todas estas tensiones pueden estresarlos o enfermarlos tanto que deciden quitarse la vida. Aunque no es la actitud más común.
Al ser animales comunitarios a veces se dan casos de suicidios en masa pero también pueden ser individuales.
Los delfines libres nadan entre 95 y 160 km al día de media.(2) Normalmente se organizan viajando con las hembras y crías en el centro del grupo, los machos en las afueras, y suelen seguir a un guía o “líder”. Si el guía decide quitarse la vida o se desorienta, a veces el grupo le sigue provocando un suicidio en masa.
Otra fuente de estrés que posibilita este tipo de muertes son los cambios de la temperatura del agua,1 problemática en aumento con el cambio climático que prevé el calentamiento del planeta.
Los delfines en cautiverio tienden a deprimirse y suicidarse
La aparente sonrisa de los delfines de los zoológicos y delfinarios no es más que parte de su biología porque detrás se encuentra el trauma de no poder vivir en libertad.
Los delfinarios y zoológicos marinos son complejos que se dedican a mantener, reproducir y exhibir animales marinos. Los delfines, gozan de una gran simpatía, lo que reporta grandes ganancias a las empresas gestoras. La especie de delfín más presente en este tipo de recintos son los delfines mulares, más conocidos como “delfín nariz de botella”, aunque también encontramos en menor cantidad los delfines “beluga” o “ballena blanca”, marsopas con y sin aletas, y también orcas.(3)
La mayoría de los delfines que hay en cautividad proceden del medio natural y las nuevas condiciones les producen estrés y una “especie de trauma”. Muchas veces mueren al poco tiempo y si sobreviven no consiguen adaptarse a vivir en cautiverio.
Las pocas crías que consiguen salir adelante a pesar de nacer en un “acuario” también sufren de estrés porque tienen el instinto natural intrínseco.
Sin centrarnos en los métodos de captura y transporte, cuando un delfín libre es obligado a estar en cautividad comienza una etapa de estrés cuyo principio es la alimentación. Están acostumbrados a comer peces vivos y al alimentarle con especies muertas se niegan a comer, a veces hasta el punto de morirse o “suicidarse”.
El siguiente martirio es que tienen que inhibir el uso de su biosonar (1), porque en una piscina les puede causar daño o no tiene utilidad, estamos privando al animal de un sentido natural, sería como taparnos los oídos aunque podamos oír, lógicamente les aumenta el estrés.
Los ruidos también aumentan la ansiedad de estos cetáceos1 y por supuesto no poder nadar libremente grandes distancias como harían en el mar. Sólo pueden dar vueltas en el delfinario o quedarse flotando en la superficie mucho tiempo, conductas anormales que demuestran que no se adaptan.(1)
Los medios artificiales que pretenden imitar las condiciones marinas, aunque han avanzado mucho, no acaban de ser cien por cien efectivos y a parte de no cumplir con unas dimensiones suficientes (nunca habrá un espacio apto que no sea el mar) las concentraciones de sal, cloro para desinfección y otros productos químicos acaba produciendo daños en los animales.(3)
Como animales inteligentes y sociales, todos estos suplicios junto al separarse de su grupo que sería como su gran familia (3), y vivir en soledad o con un compañero al que se puede enfrentar por el pequeño territorio de la piscina, les provoca una angustia que aunque no acabe en suicidio les hace enfermar más fácilmente, por lo que hay que medicarles mucho.(4)
Los entrenadores reconocen que para que los delfines hagan las acrobacias tienen que estar hambrientos, el 60% de la comida se les proporciona durante los espectáculos.(5)
Estas prácticas pueden provocar agresividad en los animales, estrés o depresión llegando un momento en el que deciden quitarse la vida. A parte de la alta mortalidad en el inicio, muchos delfines “domesticados” se suicidan al cabo del tiempo, siendo delfines adultos de avanzada edad.
Los métodos más empleados son: dejar de comer, chocarse bruscamente contra algo (4) y dejar de respirar, no suben a la superficie (los delfines aunque parecen peces, son mamíferos, tienen pulmones y necesitan coger aire por el opérculo que hay cerca de su cabeza cada 20 o 30 minutos que es el tiempo máximo que aguantan bajo el agua) a diferencia de los humanos que respiramos de forma inconsciente ellos puede decidir su última bocanada de aire.
Un ejemplo mediático lo tenemos en la famosa serie de Flipper cuyo delfín se suicidó en los brazos de su entrenador Rick O’Barry.
Ahora Rick O’Barry es un fiel defensor de los delfines y un gran detractor de su cautividad. Otro ejemplo lo tenemos con Albert López exentrenador del delfinario del zoológico de Barcelona, España, quien ahora dirige una asociación de conservación cetaceos.
La justificación de los zoológicos y delfinarios es la conservación y educación pero según la Fundación para la Adopción, Apadrinamiento y Defensa de los Animales (FAADA) este aspecto no se cumple: “apenas se ha realizado ninguna investigación viable en los delfines cautivos que pueda contribuir a las iniciativas de conservación.1
En cuanto a campañas de educación, los delfinarios de España sólo destinan a realizar comentarios educativos un minuto y medio de media.Y en ningún espectáculo se menciona como se alimentan, ni que viven en grupos (8), en definitiva su modo de vida real.
FAADA estima que actualmente hay unos 1000 delfines mantenidos en cautiverio en el mund0 (3). En Europa existen 34 delfinarios en catorce Estados Miembros de la UE, Exhibiendo 286 delfines y marsopas (6) siendo España quien bate el récord, con al menos 10 recintos temáticos (3)
En cuanto a las terapias con delfines…
Por un lado numerosas asociaciones y empresas afirman grandes resultados en terapias y rehabilitaciones con delfines.
Pero los defensores de los animales denuncian que “los estudios son vulnerables a efectos no específicos, como el efecto placebo y la novedad, y se aprecian factores de confusión. Además, muchos presentan defectos metodológicos que hacen que las conclusiones sean dudosas, sin cumplir con los estándares mínimos de calidad metodológica” (8)
Estas asociaciones afirman que existen terapias efectivas alternativas sin animales o con otros seres vivos que no sufren en cautividad. Los autores deben ofrecer pruebas suficientes de que los mismos resultados no se alcanzarían con otro carismático animal, usando los mismos procedimientos (8)
También reclaman que no hay evidencias de que las mejoras sean duraderas (8)
Si existen alternativas el fin no justifica los medios.
“La Unión Europea reconoce a los animales como seres sensibles y requiere que los Estados Miembros, en su implementación de la Directiva sobre Zoológicos, tengan plenamente en cuenta los requerimientos biológicos de los cetáceos como animales altamente inteligentes que se desplazan largas distancias en la naturaleza y viven en grupos sociales. Ningún cetáceo cautivo en la UE está en libertad de expresar su comportamiento normal, un principio rector del bienestar animal” (6)
Nuestro granito de arena
Todo el público que paga una entrada a estos parques o delfinarios, apoya con su dinero a la explotación y esclavitud de los delfines, que sólo actúan o ejecutan lo que el espectáculo manda para recibir comida (3)
Hoy en día hay muchas personas concienciadas y según la encuesta efectuada en 2011 por Ipsos (9) el 87% de los españoles piensan que los delfines son más felices en libertad, el 63% cree que los delfines se estresan en este tipo de establecimientos y el 77% dice estar en contra de la captura y mantenimiento de delfines en cautividad para mostrar al público. En cuanto a favorecer la prohibición o estricta regulación de esta actividad el 92% se mostraría a favor (9) Pero falta una reacción social y política.
Sin embargo algunos países ya han tomado la iniciativa.
Hace unos meses, existían tres proyectos para crear delfinarios en India, pero afortunadamente, el Comité de Bienestar Animal del país asiático acaba de prohibirlos totalmente. Varios países como Costa Rica, Chile, y Croacia, ya han prohibido espectáculos con delfines, mientras que otros como Inglaterra y Brasil los han regulado tan estrictamente que resulta muy costoso poder operarlos.(10)
Por otro lado 13 países de la UE no tienen delfines en cautividad, y Chipre y Eslovenia prohíben delfinarios con fines comerciales.(6)
«Ningún acuario, ningún estanque en algún parque marino, sin importar su tamaño, puede reproducir las condiciones del mar. Y ningún delfín que en ellos habite puede ser considerado normal«. Jacques Costeau (5)
Fuente Foto: INDEMARES
Fuentes:
- El suicidio de los delfines.Antonio Figueras. 8/11/2007
- Delfinarios. Fundación para la Adopción, Apadrinamiento y Defensa de los Animales. (FAADA)
- Delfinarios: cárceles acuáticas. Anima Naturalis.
- Dolphins in captivity: realities and perspectives. Ligia Dorina Dima & Carmen Gache. Analele Ştiinţifice ale Universităţii „Al.I.Cuza” Iaşi, s. Biologie animală, Tom L, 2004. The Museal Complex of Contanţa, Al.I. Cuza” University of Iaşi.
- La triste vida de los delfines en cautiverio. Agrupación para la Defensa Ética de los Animales. (ADEA)
- Investigación sobre zoológicos de la UE, Delfinarios.2011. WDCS. BornFree, ENDCAP.
- Análisis espectáculo de delfines. SOSdelfines.org.
- Dolphin-Assisted Therapy: More Flawed Data and More Flawed Conclusions. Lori Marino and Scott O. Lilienfeld. Neuroscience and Behavioral Biology Program, Emory University, USA. Department of Psychology, Emory University, USA.
- Encuesta Ipsos 2011 encargada por One Voice y FAADA. ¿Qué piensan los españoles del cautiverio de ceráceos?
- India prohíbe delfinarios en todo el país. 31/01/2013. Animalia Latina. / India Bans Captive Dolphin Shows as ‘Morally Unacceptable’. 20/05/2013. Environment News Service (ENS)
Otras fuentes
- Documentación: SOSdelfines.org
- Instituto de Conservación de Bellenas.
- Whale and Dolphin Conservation. WDC.
- Cousteau
- Delfines suicidándose. Notengotele.com
- Entrenador del famoso delfín Flipper visita Puerto Rico. Fundación A.M.A.R. Animales Merecen Amor y Respeto.
- Orcapedia
- Delfín mular: Faunaibérica.org
[…] machacándolos día tras día con el fin de explotarlos hasta tal punto que incluso lleguen a suicidarse . Háblese también de los zoos, esos lugares del infierno donde los animales son expuestos como […]