En España, el país de los contrastes conocido por su calidad de vida, el sol, la fiesta y el vino, también coexiste con una sociedad que es pobre que aumenta día a día hasta llegar a los 13 millones de personas. Un dato que contrasta con el número de grandes fortunas que por el contrario, ha aumentado notablemente desde el recuento del año anterior en nuestro país, un 10.9 %; es decir, 223.200 personas son millonarias según el Informe Mundial de la Riqueza 2018.
El dato significativo del aumento de ricos, hace que España se mantenga en el décimocuarto puesto dentro del ránking mundial y es el séptimo a nivel europeo, tras Alemania, Francia, Reino Unido, Suiza, Italia y Países Bajos. En la otra cara de la moneda se sitúa cerca del 28 % de la población española que supera en cuatro puntos y medio a la media europea; un 27.9 % es pobre.
Este dato no es baladí si vemos cómo cerca del 98 % de los hogares no puede además, afrontar gastos imprevistos; rotura de una cañería, arreglo de una nevera, pago de un dentista, etc. No digamos si hablamos de vacaciones (98,8 %); ya que cerca del 40 % de los españoles no puede pagarse ni una semana al año; ha tenido deudas o retrasos en pagos (77,8); ha sufrido pobreza energética (78,8 %); y cerca del 9.5 % no puede llegar ni al día 20 del mes. Si estos datos los traducimos en personas hablaríamos de una de cada cinco personas y familias que viven con 8.500 euros al año frente a los 11.074 que perciben de media la mayoría; dato absolutamente demoledor.
En cuanto a las cifras de un hogar de un español medio trabajador, con personas entre 16 a 64 años) hablamos de 27.500 euros según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) si bien, el riesgo de pobreza, mide la desigualdad y no la pobreza absoluta; es decir, cuántas personas tienen menos ingresos que el conjunto de la población. De esta estadística la pobreza infantil sigue siendo un gran desafío y existe un 31.3 % de niños en España, casi 3 millones que está en situación de pobreza relativa; cifra altísima si hablamos de un país de la Unión Europea.
Las familias monoparentales, de inmigrantes, españoles que trabajando son pobres (14.1 %) por los bajos salarios indican que aunque la pobreza haya mejorado levemente, un 2 % con respecto del año anterior, los números hablan por sí solos. Es por tanto necesario un Pacto de Estado por la Infancia que deba incluir medidas que permitan a los menores vivir con cobertura educativa en el primer ciclo; combatir la pobreza de sus respectivos hogares para que sean alimentados correctamente y no existan esas desigualdades tan grandes en un país supuestamente que estaba, según el gobierno anterior, saliendo de la crisis económica.
Por comunidades autónomas, la situación peor en cuanto a datos de pobreza se refiere, pertenece a Extremadura (38,9 %) seguida de Andalucía, 31 %) y las islas Canarias, (30,5 %) según los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE. El contraste es importante frente a las comunidades de Navarra (8.3 %); País Vasco y La Rioja (9.7 %) que mantienen datos muy bajos de pobreza.
Si hablamos de nacionalidades, el porcentaje de españoles nacidos en España, es del 18 %, frente a los extranjeros 39.2 % residentes en la Unión Europea y el 52.1 para las personas cuya nacionalidad no pertenece a la UE. Es importante destacar que el dato del índice de pobreza o exclusión social se basa en el riesgo de pobreza o carencia material o baja intensidad en el empleo; datos escalofriantes si hablamos de España, del progreso, del turismo, de lo que los demás países piensan de nosotros; ciertamente, hablamos de España a mediados del año 18 del siglo XXI.