Familias afganas con recursos trasladan a su hijas a Pakistán para que puedan seguir sus estudios

Cientos de mujeres jóvenes y niñas se están trasladando a Pakistán para continuar sus estudios tras las restricciones de los talibanes a la educación femenina en la vecina Afganistán, informa Ashfaq Yusufzai (IPS) desde Peshawar.

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Niñas afganas asisten a una escuela privada en Peshawar, una ciudad del noroeste de Pakistán, fronteriza con Afganistán, donde han llegado para no perder su derecho a la educación. Foto: Ashfaq Yusufzai / IPS

Estudiantes afganas volvieron a pedir el 6 de marzo 2023 a los dirigentes talibanes que permitieran el acceso de las mujeres a las universidades y allanaran el camino para el desarrollo del país, devastado por la guerra.

En esa jornada, las universidades afganas reabrieron sus puertas tras las vacaciones de invierno, pero solo para estudiantes varones. Las mujeres han sido paulatinamente alejadas de la escena pública y de muchos centros de estudios, desde que los talibanes retomaron el poder en agosto de 2021, tras el abandono de Estados Unidos del país.

«Queremos que el gobierno talibán respete a las mujeres, ya que el Islam les otorga los mismos derechos», dijo Naureena Bibi, de diecisiete años, quien llegó a Pakistán en junio del año pasado y estudia en una universidad de Peshawar, la capital de la provincia de Jaiber Pastunjuá, en el noroeste del país, y punto de tránsito con Afganistán.

Otra estudiante recuerda cómo ella y sus hermanos fueron enviados a Pakistán para continuar su educación.

«Con la toma del poder en Afganistán por los talibanes, las mujeres se sienten acosadas. Mis padres están muy preocupados por nosotras porque los soldados causan problemas a las estudiantes cuando van a la escuela», dijo Shaheen Bibi, también de diecisiete años, a IPS.

La estudiante de último año de bachillerato cree que los líderes talibanes están equivocados, y por eso los padres abandonan Afganistán para que sus hijas puedan seguir recibiendo educación: «Si la situación sigue igual y los talibanes no revisan su decisión de prohibir el acceso de las mujeres a las universidades, no habrá médicas ni enfermeras para tratar a las pacientes», dijo.

Según ella, muchos de sus familiares han llegado a Peshawar y han sido admitidos en escuelas y universidades.

«Mi padre tiene una tienda de cemento en la capital afgana, Kabul, y sigue viviendo allí, pero yo, junto con mi hermano y mis dos hermanas, hemos venido aquí y hemos alquilado una casa solo para seguir nuestra educación», explicó.

Peshawar, situada cerca de la frontera afgana, es el destino definitivo para que las niñas del vecino país sacien su sed de educación.

Después de que los talibanes retomaran el poder en agosto de 2021, tras haber gobernado el país entre 1996 y 2001, prohibieron a la mayoría de las mujeres y niñas asistir a institutos, colegios y universidades en Afganistán, lo que provocó la condena internacional y la desesperación de las niñas y jóvenes del país.

Para condenar la decisión, las mujeres han organizado protestas en la capital, Kabul, desde la imposición de la prohibición: «Hemos llevado a cabo agitaciones para obligar a los talibanes a revocar la prohibición y permitir la educación de las mujeres, pero ha sido en vano. Los talibanes son muy estrictos con las mujeres», dijo a IPS Naseema Bibi, activista de Unidad y Solidaridad de las Mujeres Afganas.

Bibi aseguró que las restricciones tienen como objetivo enviar a las mujeres a la edad de piedra y que las Naciones Unidas deben hacer un examen de conciencia para salvar el futuro de miles de mujeres que ahora están inactivas en sus hogares.

«En todos los países islámicos, las mujeres se convierten en médicas, abogadas y científicas y cursan otros estudios avanzados, pero los talibanes, alegando defender la causa del Islam, les prohíben la educación», insistió Bibi.

El ministro afgano de Educación Superior, Neda Mohammad Nadim, dijo a IPS desde Kabul que no habían tomado una decisión final sobre la educación de mujeres y niñas.

«Permitiremos la educación de las niñas de acuerdo con la sharia (ley islámica). Es un problema temporal, pero se resolverá pronto», dijo, antes de subrayar que «los talibanes tienen en gran estima a las mujeres porque el Islam las respeta».

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