García Márquez en agosto

Se publica la novela inédita del Nobel colombiano

Más que hablar de la nueva ¿y última? novela de Gabriel García Márquez, muchas de las reseñas que se han escrito sobre el libro polemizan acerca de la oportunidad de haberlo publicado, cuando al parecer el autor habría deseado que permaneciese inédito o que se hubiese destruido, consciente de que su calidad no estaba a la altura de sus obras anteriores.

en-agosto-nos-vemos-cubierta García Márquez en agosto

Los hijos de García Márquez explican en el prólogo, y el editor en las páginas finales, por qué se tomó la decisión.

Después de leer «En agosto nos vemos» (Random House), título de esta novela, personalmente creo que no ha sido un error darla a conocer. Es verdad que no alcanza el nivel de obras como «El coronel no tiene quien le escriba», «El amor en los tiempos del cólera», «Crónica de una muerte anunciada» ni, por supuesto «Cien años de soledad», aunque tampoco la anterior a ésta, «Historias de mis putas tristes», estaba a esa altura.

A favor de «En agosto nos vemos» hay que decir que mantiene al menos en buena medida esa magia que García Márquez transmitía siempre en su literatura. Y en su favor también cumple decir que no dejan de seguirse con intensidad e interés hasta el final los avatares de la protagonista gracias al ritmo narrativo que el autor imprime a la historia que se cuenta.

Por cierto, también se ha criticado negativamente que sea una novela inconclusa. No sería esa una condición decisiva para descartar su calidad. También quedaron sin terminar las tres grandes novelas de Kafka o «El hombre sin atributos» de Robert Musil y no por eso dejan de ser obras excelentes. Y en la literatura contemporánea (aún más en el cine) el autor deja muchas veces un final abierto para que sea el lector quien imagine el desenlace.

En cuanto al final de «En agosto nos vemos», pienso que difícilmente hubiera cabido otro tan original e inquietante como ese con el que termina la novela.

La protagonista de «En agosto nos vemos», Ana Magdalena Bach, una mujer al filo de la cincuentena, con un matrimonio estable, unos hijos independientes y una vida burguesa y monótona, viaja cada 16 de agosto desde hace ocho años a una isla para depositar flores, siempre un ramo de gladiolos, en la tumba de su madre, en la fecha del aniversario de su fallecimiento.

En una de esas ocasiones conoce a un hombre con el que tiene la primera aventura sexual fuera de su matrimonio, una experiencia nunca antes vivida por ella y que hace que desde entonces vea su existencia desde otra perspectiva. Cuando regresa a casa y a su monotonía es consciente de no ser la misma persona desde aquel encuentro en una habitación del hotel en el que se alojaba.

Para renovar esa nueva mirada cada año, cuando siente un aleteo de mariposas en el pecho, pretende repetir la situación con amantes diferentes, con resultados dispares.

La infidelidad (o el amor a través de ella) es, pues, el tema central de la trama, una infidelidad que, a raíz de sus nuevas experiencias eróticas, Ana Magdalena sospecha que también practica su marido.

La soledad y la culpa son también ámbitos que García Márquez introduce en el entorno de sus protagonistas. Y no está ausente el lenguaje creativo y ese mundo mágico de García Márquez al que aludíamos, que se revela sobre todo en las relaciones que la protagonista tiene con su madre fallecida y con el paralelismo entre sus vidas cuando descubre que un desconocido coloca con frecuencia ramos de flores muy caros en la misma tumba en la que ella deposita cada año los gladiolos.

Como en otras novelas, García Márquez no se resiste a describir también la personalidad de la protagonista a través de elementos alternativos, como sus lecturas: Daniel Defoe, Hemingway, Borges, Ray Bradbury… y el «Drácula» de Bram Stoker.

Y también de las músicas que jalonan los distintos escenarios en los que se mueve. Sobre todo la de autores clásicos (su marido y su hijo son músicos profesionales en ese género), pero también el jazz, la salsa de Celia Cruz y los boleros de Elena Burke y Los Panchos.

Francisco R. Pastoriza
Profesor de la Universidad Complutense de Madrid. Periodista cultural Asignaturas: Información Cultural, Comunicación e Información Audiovisual y Fotografía informativa. Autor de "Qué es la fotografía" (Lunwerg), Periodismo Cultural (Síntesis. Madrid 2006), Cultura y TV. Una relación de conflicto (Gedisa. Barcelona, 2003) La mirada en el cristal. La información en TV (Fragua. Madrid, 2003) Perversiones televisivas (IORTV. Madrid, 1997). Investigación “La presencia de la cultura en los telediarios de la televisión pública de ámbito nacional durante el año 2006” (revista Sistema, enero 2008).

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