En 2017 se cumplen 1900 años del ascenso al trono romano del gran emperador Adriano, y el Museo de la Acrópolis de Atenas aprovecha la efeméride para ofrecer un homenaje a ese emperador helenófilo que trabajó para difundir y propagar el helenismo por todo el mundo romano, informa la Secretaría General de Información y Comunicación de Grecia.
Clasificado tercero entre los cinco emperadores buenos, Adriano llevó a cabo una política basada en la paz y la exaltación de la cultura, por lo que su reinado ha sido identificado como un período de gran prosperidad económica y social para todo el territorio del Imperio.
Su gran admiración por la cultura griega quedó patente en Atenas, que reconstruyó por completo tras las invasiones del emperador Sila; dotó a la capital griega de una gran cantidad de importantes construcciones, entre las cuales destacan el Templo de Zeus Olímpico, el Acueducto, la Biblioteca y la célebre Puerta de Adriano.
Por la historia de esos grandes monumentos romanos de Adriano, que perviven en Atenas, nos guía un video que se presenta en el Museo de la Acrópolis hasta finales de marzo. Los textos al director del Museo, el arqueólogo Dimitris Pantermalís, quien califica a Adriano de “gran admirador y benefactor de Atenas”. En el video se presenta, también, una escultura de Adriano que fue hallada, en 1933, durante los trabajos de excavación en la céntrica avenida Singrú de Atenas. Actualmente se guarda en el Museo Arqueológico Nacional. En ella se retrata Adriano con barbas -un tópico filosófico a la época- contemplando el cielo como si quisiera apartar la mirada de lo terrenal. Está coronado por una corona de hojas de encina que lleva el emblema del águila de Zeus y la inscripción “Adriano,salvador de los ciudadanos”.
En el año 124 Adriano visitó por primera vez Grecia y participó en los Misterios de Eleusis. Según Pausanias, los griegos quisieron honrarle colocando una estatua suya en el interior del Partenón. En los años siguientes, extendió la ciudad hacia el este, creó la famosa Biblioteca, completó el Templo de Zeus Olímpico y construyó la Puerta que lleva su nombre.
Una obra de gran beneficio para los atenienses hasta principios del siglo XX fue el Acueducto. Además, abrió el camino entre Mégara y Corinto e hizo varias visitas al Peloponeso, la ciudad de Olimpia, Delfos y muchas más regiones griegas. En el año 131 invitó a las ciudades griegas a una conferencia panhelénica permanente con el propósito de reavivar el espíritu de la Grecia clásica. Por esta razón fue adorado casi como un dios panheleno.